A los antioqueños –cuando las cosas se ponen muy graves- no se los lleva el diablo sino el mismísimo putas. Y no se trata de incomodar a nadie con la palabrota ni rasgarle el tímpano a quien la escuche. Es la manera más rotunda de señalar una desproporción, así como el maestro Manuel Zapata Olivella habló de Changó, el gran putas. Y en el viejo Caldas se hicieron famosos el putas de Aguadas y el verraco de Guacas.
Aquí la traemos –y no de los cabellos, sino sumisa y apropiada- para señalar el espantoso momento que vive el país, cuando adrede decidimos no profundizar en las atrocidades de las FARC para celebrar con ellos la paz, pero nos encontramos con un jefe de la fiscalía nombrado para enfrentar la corrupción y resultó ser el más bribón de todos. Luis Gustavo Moreno permanece hoy en una cárcel y será extraditado a Estados Unidos.
Sin reponernos de trago tan desagradable, sorprende ahora la detención del secretario de seguridad de Medellín, Gustavo Villegas “por los supuestos delitos de concierto para delinquir y nexos con el crimen organizado”.
Lo paradójico es que Villegas se había convertido en mano derecha del alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, como lo venía siendo Moreno del fiscal Néstor Humberto Martínez, en cruzadas valientes contra la corrupción y el delito.
“Se pudieron obtener unos elementos materiales que permitieron solicitar su captura y donde se le imputará el delito de concierto para delinquir agravado”, dijo la directora de la Fiscalía de Medellín, Claudia Carrasquilla.
El nombramiento de Villegas fue muy controvertido, cuando fue oficializado por el alcalde Gutiérrez, quien dijo confiar en el funcionario y observó que no se le había comprobado ningún delito.
Según la revista Semana, “durante la Alcaldía de Sergio Fajardo, en 2008, Villegas estuvo envuelto en el escándalo que llevó a la cárcel al director seccional de fiscalías Guillermo León Valencia Cossio, y a Felipe Sierra, quien dirigía una empresa con más de 1.200 vigilantes y que tuvo contratos con el Estado para proteger a los jefes de la Corporación Democracia, entre los que se encontraba Pedro Antonio López, alias Job. Villegas apareció en el lío porque se le acusó de beneficiar a Sierra con contratos cuando era director del Programa Paz y Reconciliación, que se ocupó de la reinserción de los desmovilizados del bloque Cacique Nutibara de las AUC, aplaudida como una de las desmovilizaciones más exitosas del país.
Así las cosas, ciertamente nos llevó el que sabemos. Sin desestimar los estragos que nos causó la violencia guerrillera, cobra vigencia la frase repetida por muchos, según la cual la corrupción y los bandidos de cuello blanco son más peligrosos que la misma subversión.
Y faltan datos de otros municipios.
Nos llevó el putas : El fiscal contra la corrupción es corrupto ¿y el jefe de seguridad delincuente?
Mar, 04/07/2017 - 15:07
A los antioqueños –cuando las cosas se ponen muy graves- no se los lleva el diablo sino el mismísimo putas. Y no se trata de incomodar a nadie con la palabrota ni rasgarle el tímpano a quien la e