La Habana, con noticias históricas…

La visita del presidente Obama a cuba recibido por el jefe de Estado Raúl Castro confirman el restablecimiento de relaciones entre las dos naciones y el progresivo levantamiento del injusto bloqueo que tenía sometido a una nación que ha hecho historia a pesar de su aislamiento. Los ciudadanos de las dos naciones se estrecharan de nuevo las manos, las familias se reencontraran en la isla y en EEUU de Norteamérica. Las relaciones en los temas comerciales, culturales, en comunicaciones, en salud, educación turismo entre otras serán fluidas e importantes para el desarrollo más acelerado de la economía cubana. Seguramente muchos cubanos residentes en Estados Unidos regresaran a la isla y muchos habitantes de las dos países viajaran por turismo, por inversiones y experiencias acogiendo las recomendaciones de los dos gobiernos. El contenido del discurso del comandante Raúl Castro fue sincero, claro y los reclamos por tantos años de bloqueo que afectaron el desarrollo en muchos campos de los hermanos de la república cubana no se hicieron esperar. La respuesta del señor presidente Obama fue contundente pero generosa, respetuosa y de alguna manera autocrítica por los actos y medidas absurdas contra las decisiones de los ciudadanos de Cuba. Lo importante es que ya se acaba el bloqueo y un mensaje claro se pone sobre la mesa, de lo que nunca más debe volver a pasar por políticas equivocadas de gobiernos prepotente y dominantes alrededor del mundo. Las dudas se han despejado, el comandante Raúl Castro con fama de ser más duro y ortodoxo que su hermano y expresidente Fidel, resulto ser el más pragmático y político, pues sin ceder nada al gobierno de Washington aprovechó las posturas del presidente más progresista de los últimos tiempos del imperio americano para lograr un acuerdo que marcara un hito grande en la historia mundial. Otro acontecimiento para resaltar en el marco de la visita del presidente Obama a la Habana, es la reunión del secretario de Estado, Sr. Kerry, con los voceros del gobierno del presidente Santos y los delegados de la guerrilla de las FARC, para apoyar las negociaciones de paz en Colombia y el acuerdo que prontamente firmaran para permitir la reinserción de los insurgentes a la vida política y ciudadana y dando pasos al cese de la violencia y a la apertura de reformas que permitan lograr una nación con mejores condiciones de vida y libertad. Debemos celebrar con optimismo los dos hechos que acompañados además de actos deportivos con asistencia de personajes que tal vez nunca se encontrarían son buenos para la paz y el progreso de América y será mensaje para países en confrontaciones y disputas absurdas que degeneran en actos terroristas como los recientes en Europa por las injerencias y amenazas entre naciones que pueden llegar tan lejos como a una nueva guerra mundial.