En vez de reglamentar y promover, unos pocos deciden prohibir. Postura anacrónica y miope, que siempre tendrá a Colombia en la retaguardia del progreso y la cuarta revolución industrial.
Las leyes deben proteger el interés general, velar por el orden y la justicia, además de proteger a las minorías o los indefensos; pero en ningún caso deben proteger los oligopolios. Unos pocos empresarios, que ven una amenaza en las nuevas formas de hacer negocios, buscan torpedear el progreso de nuestro país.
Colombia y sus autoridades están equivocadas si piensan en que Uber es el problema; el problema es el exceso de reglamentación que tiene el transporte público, y los grandes capitales que se invirtieron en comprar unos cupos para ejercer la actividad de taxi, que hasta hace unos años costaban más de 100 millones de pesos. La especulación y el oligopolio de los taxis a los ojos de todas las autoridades generaron una burbuja que permitía lavar dinero, multiplicar capitales y mantener en la pobreza a los conductores de taxi, hasta que llegó Uber… Uber el malo?
Por favor, qué clase de decisión es dejar a Uber fuera del juego económico en Colombia, los más perjudicados seremos los usuarios del transporte público. No nos quedará de otra que seguir padeciendo la anarquía de las leyes y el orden subyugado que pone su mazo a favor de unos oligarcas, que se venden como trabajadores nobles y austeros, pero en realidad son ricos y poderosos.
Los colombianos no podemos permitir que prohíban a Uber en nuestro país, este será un precedente, que impedirá el desarrollo de los negocios y la prosperidad económica que tanto añoramos. Donde la Superintendencia de Industria y Comercio y los Jueces de la República le den la espalda a una plataforma tecnológica como Uber, los emprendimientos de la Economía Naranja del Gobierno Nacional que sean disruptivos deben reflexionar sobre su futuro; por que en Colombia por lo visto no lo tienen.
Qué daño le hace al país esta mentalidad de mafia, es decir: - o me meten en el negocio, o el negocio no se hace- esto si merece un cacerolazo! Nos quieren de regreso a una economía feudal, en donde los ciudadanos trabajadores y honestos, le deben pedir permiso a una élite para poder surgir y progresar. No!, esto no puede estar sucediendo sin que la sociedad se pronuncie, ¿donde están las autoridades y el gobierno defendiendo el interés nacional? ¿Qué pasa con el principio constitucional de libertad de empresa? ¿Qué dicen los gremios?.
La culpa de la infidelidad no es del sofá. La culpa del nacimiento de Uber no es la ilegalidad; sino el exceso de reglamentación del trasporte público, un mal servicio y un consumidor inconforme.
Si el país toma la decisión de sacar a Uber del aire, ¿qué se puede esperar Amazon o Rappi, cuando empiecen a facilitar servicios financieros? ¿Qué pasará con Netflix? O mejor aún, ¿qué pasará con la telemedicina? ¿Será que los hospitales se opondrán y “mandarán” prohibir esta fuente de prosperidad que tanto ayuda en Colombia?
Que triste que en nuestro país sucedan esta clase de cosas y nuestros dirigentes se queden callados…
@JuanPabloPineda
¿En serio Uber?
Sáb, 21/12/2019 - 13:29
En vez de reglamentar y promover, unos pocos deciden prohibir. Postura anacrónica y miope, que siempre tendrá a Colombia en la retaguardia del progreso y la cuarta revolución industrial.
Las ley
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