Tanto el riesgo que corre el proceso que la Contraloría General de la República adelanta contra Saludcoop, o más precisamente contra Carlos Palacino, según los hallazgos de esta como de la Procuraduría General, resulta ser el innegable capo del cartel de la salud, cuyo saqueo por su cuenta representa el solo de tres veces más de la totalidad del cartel de la contratación, una de cuyos capos es Emilio Tapia, quien ni siquiera cuenta con detención domiciliaria.
Carlos Palacino en Saludcoop y Emilio Tapia: injusticia al límite
En la pasada semana Carlos Palacino interpuso una tutela contra la contraloría para tumbar dicho proceso, y Emilio Tapia saliendo del exclusivo centro de la 93 de Bogotá, donde este capo se hallaba protegido gracias a que no cuenta ni con una detención domiciliaria so pretexto de “colaboración con la justicia” muestran como la justicia no solo cojea sino que flaquea y también quizás se entrega a espaldas del país, y del interés general de contener la impunidad de cuello blanco.
La tutela amenazante contra la investigación de Saludcoop adelantada por la Contraloría General
La Red de Veedurías Red-Ver fue la primera que denunció las irregularidades en el contrato de arrendamiento de la nueva sede de la Contraloría General, sobre el que creemos que se debe investigar el posible pago de coimas, e incluso si el estudio previo técnico no fue previo ni tan técnico, como lo denunciamos incluso ante la Fiscalía General y la Auditoria General entre otros. También recibimos llamadas advirtiéndonos de posibles “chuzadas” por parte de funcionarios de esa entidad a nosotros mismos. Pero eso es una cosa, y otra que no se puede desconocer es la batalla sin cuartel que la Contraloría General – junto con la Procuraduría General- ha dado en el tema de Saludcoop y su cabeza Carlos Palacino.
Fiscalía bajo la lupa de la sospechosa duda: ¿Palacino piloto del choque de trenes?
El Fiscal General se ha quedado callado. Como se recordará en calidad de abogado fue asesor de Saludcoop, y es vecino en una finca – construida por el emporio Palacino- en el Meta. En la Fiscalía General el tema no solo no avanza sino parece más bien retroceder. Al mismo tiempo que la Fiscalía se trasladaba la semana pasada a la sede de la Contraloría General para supuestamente obtener información del cambio de sede hacia el lujoso sector comercial, -con base en denuncia de la Red de Veedurías Red-Ver- y sobre las supuestas interceptaciones telefónicas, al parecer también se habría alzado la información relacionada con Saludcoop, y curiosamente justo después días después Carlo Palacino y su emporio corrupto ataca a la Contraloría General, una vez conocida toda la información por la Fiscalía, tan cercana al mismo.
La tutela no es contra la Contraloría General es contra la salud de los colombianos(as) y el erario publico
El país precisa estar advertido que este no es un problema del imperio Palacino contra la Contraloría General sino contra más de un billón de pesos salidos del bolsillo de los contribuyentes, y cuyo desmán ha puesto en riesgo la vida y salud de miles de compatriotas a manera de un genocidio sofisticado pero igualmente letal, a espaldas del país en una vorágine de apetitos personales que ha aceitado superintendentes de salud, congresistas, permeado sectores gubernamentales a todos los niveles, y ahora contraataca de la mano con el silencio de la fiscalía, contra el silencio de los inocentes.
Atentado contra el capo Emilio Tapia revive la pregunta de por qué no está preso
Emilio Tapia, capo del cartel de la contratación, sufrió un atentado la semana pasada, el cual se hubiera podido evitar si hubiera estado tras las rejas como todos los implicados por el saqueo más grande a Bogotá.
Atentado contra Emilio Tapia quien saqueó el erario público
Lo más grave no es el atentado contra Emilio Tapia, sino que este tras saquear las arcas públicas como uno de los principales capos del cartel de la contratación en la capital de la República, y en varias otras regiones del país, como lo hemos venido denunciando, se haya manutenido libre e impune ante la vista ciega no solo de la fiscalía sino de la justicia toda que hace rato lo debió ponerlo tras las rejas de un pabellón de alta seguridad de la cárcel la Picota.
Emilio Tapia encarna plenamente la cultura de la ilegalidad, y de la avivatada, según la cual entre más se perjudica a la sociedad, se coloca en una superior condición delatora y por frente a las mejores posibilidades de burlarse de las instituciones, blindarse en la más sórdida impunidad, sin siquiera una detención domiciliaria, y así mantenerse en los más exclusivos restaurantes de la ciudad, y del país derrochando cuanto le saqueo al erario público, es decir a nosotros los ciudadanos, protegido con esquemas de seguridad – que deberían ser pagos por los propios delincuentes de cuello blanco y no por el bolsillo de todos los colombianos de bien- más fuertes que aquellos que los propios funcionarios encargados de investigarlos… o de quienes luchan contra la corrupción sin cuartel.
Emilio Tapia, de corolario en estos días de amor y amistad, tocó fondo por lo que fue capaz hasta de descaradamente dejar en la calle a su propia exmujer, en la separación de bienes.
La mano negra de la corrupción se deja sentir una vez más
Lo cierto es que este hecho en cualquier caso revela que hay un plan cuidadosamente ordenado para golpear estratégicamente o intimidar a quienes de una forma u otra confrontamos el cartel de la contratación, yo mismo fui víctima de ese mensaje intimidatorio producido la semana pasada con el saqueo de equipos y pruebas en un vehículo de seguridad, desbloqueando el sistema de alarmas y generando un distractor con un acto de hostigamiento previo, y las autoridades aun ni se pellizcan y el tema se pondrá más gris cuando la fiscalía decida meterle mano a los señalamientos múltiples contra el Gobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz, que hemos venido en parte judicializando.
@redveeduriasver
Carlos Palacino y Emilio Tapia dos rostros de la impunidad extrema
Dom, 22/09/2013 - 17:26
Tanto el riesgo que corre el proceso que la Contraloría General de la República adelanta contra Saludcoop, o más precisamente contra Carlos Palacino, según los hallazgos de esta como de la Procu