Una de las organizaciones políticas que más ha sufrido matoneo mediático y persecución judicial es el uribismo. Casos como el de Andrés Felipe Arias, Nancy Patricia Gutiérrez, Bernardo Moreno y Luis Carlos Restrepo, como por no citar aquí el calvario del propio ex presidente Álvaro Uribe Vélez, lo confirman.
Incluso, de más reciente calado, inferencias mediático-judiciales como la que sacó de la contienda uribista al precandidato que, según decían los expertos, tenía la más clara opción presidencial, léase aquí Luis Alfredo Ramos, dejan mucho que desear.
De ahí que, bien vistos los últimos acontecimientos suscitados dentro del movimiento político que lidera el expresidente Uribe, no sea una mala noticia la elección de Oscar Iván Zuluaga como aspirante único a la presidencia. ¿Por qué?
1. Es muy sospechoso que el ex vicepresidente Francisco Santos siempre sobresaliera como el candidato preferido por los grandes medios de comunicación. Y esto no lo digo porque el uribismo deba dudar de su lealtad como uribista sino porque el uribismo sí debe tener en cuenta que los grandes medios de comunicación, algunos de ellos bastiones del movimiento antiuribista, no suelen dar puntada sin dedal.
2. Tampoco podemos olvidar que, mientras Francisco Santos tiene un proceso pendiente con la “justicia” y, en ese sentido, está a tiro de los medios y del aparato judicial, Oscar Iván Zuluaga, tal vez porque hasta hace poco su nombre era uno más en el rebaño uribista, no podrá ser neutralizado, o por lo menos no tan fácilmente, mediante una campaña difamatoria y/o mediante una orden judicial.
Ahora bien, dicho esto la familia uribista también debe comprender que, tras desperdiciar el chance de elegir correctamente, ahora, cuando ya han pasado más de tres años de aquel yerro —inducido, por supuesto—, no cuenta en su haber si no con un tiro de gracia. Tiro que, en la medida en que se deje tentar por las trampas que día a día le ponen los medios, dilapidará en discusiones internas. Por eso ni Oscar Iván Zuluaga ni José Obdulio Gaviria ni Fernando Londoño Hoyos ni el mismísimo Pachito Santos, todos pesos pesados del movimiento, deben, en estos momentos decisivos, actuar como ruedas sueltas. Pues tal cosa podría costar más que una elección. ¿Qué? No consolidar el proyecto por el cual, si bien desde orillas diferentes, todos han trabajado sin descanso.
Bonus Track. Respuesta para mi fan Nº 1 (un “hombre”, creo, tan desocupado como yo). El perro, aunque parece, no es un chihuahua. Es un border collie. Es decir, un animal más inteligente que su dueño.