El exsenador Otto Bula, condenado por corrupción en el entramado de sobornos de la multinacional brasileña Odebrecht, aseguró en audiencia contra Luis Fernando Andrade, expresidente de la Agencia Nacional de Infraestructura, que el gobierno de Juan Manuel Santos tenía “compromisos” con la corrupta compañía.
Según dijo el exsenador Bula, él era un mensajero “costoso” de Odebrecht, pues sirvió como emisario de razones y coordinador de reuniones con altos funcionarios del gobierno como Luis Fernando Andrade.
“Yo era el de la logística de las reuniones, yo era el que contrataba el chef, el que compraba el vino, pero no asistía”, aseguró Bula en la audiencia. Quien además señaló que fue seleccionado porque contaba con “músculo financiero” y la multinacional necesitaba a alguien que no levantara sospechas respecto a las millonarias sumas de dinero que se moverían.
Bula confesó que su trabajo en el entramado de corrupción era llevar razones a Bernardo Ñoño Elías sobre los “problemas de Odebrecht”, para buscar soluciones. Así mismo, aseguró que Eleuberto Martorelli le había puesto como condición lograr la adjudicación del tramo Ocaña-Gamarra como otro sí y no como licitación pública.
“Que necesitaba reuniones privadas, clandestinas, ilegales con el señor Andrade para solucionar problemas que se les presentaban permanente en la ANI y que agilizara el proceso de adjudicación del otrosí 6”, aseguró Bula.
Ese otrosí, según Bula, fue la condición de Odebrecht para supuestamente entregar dineros a la campaña de reelección de Juan Manuel Santos en 2014, así como para otros políticos que aspiraban al Congreso y gobernaciones en el país.
Según el testimonio del exsenador, él entregaba las peticiones de Odebrecht al Ñoño Elías y este se las expresaba a Andrade, quien a su vez, en reuniones informales de las que Bula asegura que tenía pleno conocimiento de su sentido, llevaba las soluciones.
Así mismo, aseguró que el otrosí de la vía Ocaña-Gamarra tenía una fuerte presión por parte de funcionarios del gobierno de ese entonces para que se firmara. Por un lado, según dijo, porque la ministra de Transporte Cecilia Álvarez tenía interés particular en el proyecto porque beneficiaba a un terreno que poseía y a la Sociedad Portuaria de Cartagena, en la cual su pareja, Gina Parody, era accionista.
Aseguró que él conoció una relación estrecha entre el expresidente de Odebrecht Martorelli y Álvarez para la firma del otrosí de Ocaña-Gamarra. “Tan estrecha era, que yo me entero del traslado del viceministro de Transporte, Javier Hernández, para la ANI, porque Martorelli me dijo ‘Cecilia se comprometió conmigo a mandar a Javier Hernández para la ANI para que nos ayude y nos agilice el otrosí 6’. El señor Javier Hernández es el mismo que firmó la estabilidad jurídica para beneficio de Odebrecht”, aseguró en la audiencia el exsenador Bula.
Por otro lado, ese contrato era la condición de la multinacional brasileña para desembolsar los recursos que, según Bula, le estaban solicitando desde la campaña de Santos. En ese sentido, el exsenador afirmó que se reunió con Martorelli para realizar un contrato simulado y sacar los dineros “porque lo tenían loco pidiéndole dinero para la campaña de 204”, con la seguridad de que en mes le firmaban el otrosí.
“En ese momento había campañas de Senado y presidenciales, que eran el señor Santos y el señor Zuluaga. Yo busco al señor Gabriel Dumar, representante de SION. En febrero firman un contrato de 10.000 millones de pesos para hacer un tramo en la Ruta del Sol II, contrato simulado; fue una manera de sacar el dinero que le estaban solicitando. Firmaron ese contrato y un día antes de firmar el otrosí 6, le giran un anticipo de 2.000 millones de pesos a SION y una parte de eso la recibió Bernardo y cerca de 800 millones los recibió Luis Miguel Pico, en Montería, con autorización de Roberto Prieto, gerente de campaña de Santos”, contó Bula.
En ese sentido, el exsenador conocido como un ‘bulldozer’ de Odebrecht, aseguró que el dinero de los sobornos no salió directamente de la multinacional, sino a través de contratos simulados RGQ, SION, Torrosa y otras empresas, a través de Consol, el consorcio creado para la Ruta del Sol.