El CTI de la Fiscalía General de la Nación hizo efectiva la captura del exmagistrado Francisco Ricaurte Gómez, quien se presentó al Centro de Servicios Judiciales de Paloquemao para atender la orden del Juzgado Décimo de Conocimiento de Bogotá, que emitió sentido de fallo condenatorio en su contra.
Es clave señalar que, el expresidente de la Corte Suprema de Justicia recientemente condenado por el escándalo del cartel de la toga, acudió hacia las 11:00 de la mañana de este miércoles 10 de marzo al Complejo Judicial de Paloquemao en Bogotá para cumplir con la orden emitida por el Juez 10 Penal del Circuito, pero no lo pudieron detener porque todavía no estaba listo el documento oficial que establecía la orden de captura en su contra.
El abogado Juan Sebastián Fajardo aseguró que el exmagistrado Francisco Ricaurte hizo presencia en el Complejo Judicial aunque considera que es inocente, pero quiere cumplir con la ley.
"Francisco Ricaurte respeta las decisiones de la administración de justicia y espera que la segunda instancia valore que se le dio crédito a testigos que aceptaron haberle dicho mentiras a la Corte Suprema de Justicia y, a pesar de que acreditamos que el cartel de la toga no existió y que todos los dineros dieron a parar en los bolsillos de Luis Gustavo Moreno, el doctor Francisco Ricaurte se presentó voluntariamente ante la administración de justicia precisamente porque esta ha sido siempre su conducta procesal, darle la cara a la administración de justicia", manifestó.
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Aunque habían advertido que podía tardar hasta cuatro días en realizarse el trámite de orden de captura de Ricaurte, la emisión de la boleta de detención se aceleró, y se hizo efectiva en la tarde de este miércoles 10 de marzo.
El exmagistrado fue hallado culpable de los delitos de concierto para delinquir en calidad de autor, en concurso con cohecho por dar u ofrecer, tráfico de influencias de particulares y utilización indebida de información oficial privilegiada en calidad de interviniente.
Según dijo el juez, en el proceso se pudo establecer que él, quien fue presidente de esa alta corte, participó en el entramado corrupto que exigió millonarias sumas de dinero a cambio de torcer fallos judiciales e interceder en el curso de investigaciones que se adelantaban en contra de varios aforados constitucionales.
Ricaurte fue llevado a una sala en donde le indicaron que no podía ser trasladado a Medicina Legal para que lo examinaran, por lo que le plantearon dos opciones: firmar la renuncia al procedimiento o esperar a un médico para que lo valorara en caso de presentar alguna enfermedad.
Su abogado decidió renunciar al procedimiento ya que Ricaurte se presentó voluntariamente y con un certificado sobre su actual estado de salud.
