Andrés Bello es un ingeniero electrónico con más de 15 años de experiencia. Tiempo antes de llegar la pandemia del Covid-19, se dedicaba a adelantar proyectos como freelance y no salía de su laboratorio ubicado en Sogamoso, Boyacá, pero hoy es el creador de uno de lo artefactos más necesarios para cualquier negocio en el país.
Sin conocer mucho sobre las plataformas digitales desarrollaba cada proyecto que sus clientes le encomendaban de manera presencial, algunas veces con el apoyo de estudiantes de últimos semestres a quien les daba la oportunidad de acceder a su primer empleo y ampliar sus conocimientos.
La llegada de la pandemia a Colombia significó un cambio drástico en el ejercicio de su carrera y aunque para muchos esta situación ha traído desgracias y pérdidas para Andrés ha sido la oportunidad de abrirse a mundos inexplorados para él como lo es la virtualidad.
Gracias a uno de sus clientes, que creyó firmemente en su talento, este ingeniero inició un proyecto que lo llevaría más allá de solucionar la necesidad que una persona le planteó. El cliente le pidió desarrollar una máquina que tomara la temperatura de las personas que ingresan a su negocio, sin embargo, el reto era que funcionara de manera automática.
"Esta es la idea de una persona que creyó en mí. Él ya me había visto trabajar muchos años en esto, entonces un día me dijo Andrés, necesito un aparato que mida la temperatura para no tener una persona ahí todo el tiempo. Yo le dije vamos a hacer una cosa, como usted es el primero que me llego con ese problema yo le tengo la solución, usted ponga los materiales, yo pongo la ingeniería y saquemos ese proyecto adelante y el señor dijo listo yo lo apoyo", dijo Andrés en entrevista con Kienke.com.
Andrés logró crear un artefacto que se ubica en las entradas de los negocios y toma la temperatura de las personas de manera automática. De acuerdo con el ingeniero, la máquina está compuesta una cámara térmica que cuenta con 64 sensores, cada uno toma un rango de temperatura entre los 0 y los 80 ºc.
También lleva una computadora con la pantalla principal de la máquina y el sistema operativo que se eligió es Windows porque es un sistema de fácil acceso y se opera de una manera más sencilla, el software es gratuito y se incluye en el paquete de instalación.
La máquina es capaz de detectar la temperatura ambiente así como la temperatura de la persona a través de sus ojos. El individuo se ubica a 30 cms del aparato y este tarda entre seis y ocho segundos en arrojar la temperatura corporal de la persona. Si la temperatura es normal la máquina autoriza el paso y se levanta una barrera y si por el contrario, la temperatura es alta, el aparato emite una señal para que se proceda con el protocolo.
Andrés explicó que la alerta no es escandalosa, lo último que quisiera es generar pánico, así que la máquina avisa de manera discreta a los dueños o administradores del lugar para que intervengan.
"¿Por qué 30 centímetros?, porque otros dispositivos se tienen que acercar mucho y eso alrededor de todo lo que una persona puede producir pues se convierte en un foco, la idea es que esto no sea un foco sino una solución", explicó el ingeniero.
Y aunque esta máquina es todo un éxito el logro de Andrés va más allá de su creación. Por supuesto varias personas y empresas se han interesado en adquirir la máquina pero gracias a este desarrollo, el talento del ingeniero ha sido conocido no solo a nivel nacional sino internacional.
Siendo un hombre tan alejado de las plataformas digitales y en especial de las redes sociales, tuvo que entrar a ese mundo para compartir sus conocimientos con colegas de otros países de Latinoamérica. Gracias a su trabajo durante la pandemia Andrés ahora participa, de manera virtual, en conferencias de la Comunidad Internacional de Robótica y fue nombrado coordinador de robótica agraria dentro de la comunidad.
Andrés ahora no solo es un ingeniero freelance que trabaja en taller de Sogamoso, Boyacá, es un referente para Latinoamérica y su deseo es mostrar el talento y los trabajos de robótica que se desarrollan en Colombia.