Gustavo Gómez, periodista
“Si me gano el Baloto llevo al cine la vida de Ariel Armel, le regalo una frondosa cabellera (como de león santafereño) a Daniel Samper Ospina, les regalaría un tiempo compartido a Luis Carlos Vélez y Vladdo, compraría y sellaría todas las casas-estudio de Colombia, convencería a algún empresario de fundar una emisora llamada la Doble G (y recomendaría a cualquier Gustavo Gómez para un alto cargo), le costearía un curso de ruso a mi suegra (en Rusia, obvio) y engallaría, bien engallado y lobo, un Fiat 147”.
Sara Corrales, actriz
“Si me lo gano, en 45 minutos estaría en el aeropuerto con mi mamá, con el pasaporte en la mano y una tula llena de billetes: lista para viajar por todo el mundo. Llevaría a mi mamá a conocer cada rincón de la Tierra y a comer en los mejores restaurantes. Mi pasión es viajar”.
Martín de Francisco, comentarista
“Es que yo no lo juego. Pero si me lo gano me voy corriendo para Ulan Bator. Me inquieta conocer Mongolia. Me tomaría dos años sabáticos, viajaría y ya. Es que el manejo del dinero en un país como este da miedo. Se necesita mucho temple para manejar tanta plata acá. Es complicado. Además, eso que dicen muchos de que donarían dinero a fundaciones, pues si uno lo hace no lo dice, ¿para qué? Uno lo hace y ya”.
Diomedes Díaz, cantautor
“Yo repartiría la plata entre mis seguidores porque ya estoy aburrido de tanta plata”.
Antonio Navarro Wolff, político
“No sabría qué hacer con tanto dinero. Sé que me iría a un lugar muy oculto de Colombia, donde viviría escondido porque sé que mi vida cambiaría”.
Pirry, periodista
“Lo primero que haría es lo que dice todo el mundo: dejaría una partecita para dejar asegurada a mi familia. Después cotizaría una despercudida de cerebro para el señor Procurador y todos los godos de este país, para que dejaran de meterse en la vida de los demás y se concentraran más en la vida pública de ellos mismos. Ya después dejaría una partecita para mí y me compraría una montaña en Colombia. Existe la figura de reserva forestal privada, en la que uno se compromete a no vender a nadie ni realizar ningún tipo de alteración al terreno, allí haría una casita y se la dejaría de herencia a mis hijos y a los que vengan. Seguiría trabajando y en mis proyectos, ya sin la presión de un sueldo, solo por amor al arte. Y por las mujeres no habría problema: ellas llegarían solitas”.
Gina Parody, Alta Consejera para Bogotá
“Todo el dinero del Baloto lo donaría al gobierno nacional para que lo invierta en la creación de colegios en todo el país, pero sobre todo en Bogotá, donde los niños reciban educación en matemáticas, ciencia y tecnología”.
John Fran Pinchao, policía ex secuestrado
“Siempre he tenido un sueño: fundar un centro educativo de primaria, bachillerato y universitario en la ciudad de Bogotá. Allí llevaría a los estudiantes más brillantes de bajos recursos del país. Se trataría de un internado donde se formen los líderes del futuro”.
La ‘Negra Candela’, periodista
“No me iría del país, me quedaría tranquila en Colombia. No le diría a nadie porque creo que si lo hago, me secuestrarían. También crearía una fundación para mujeres cabeza de familia y les enseñaría oficios que han sido relegados por la tecnología: marroquinería, tejido y bordado, carpintería, etc., y les enseñaría cómo hacer auto sostenibles sus negocios”.
Don Jediondo, humorista
“Uhmm, yo ampliaría la producción de chorizo, les agrandaría la fábrica de arepas a las primas y haría una donación a la fundación hijos de Don Jediondo. Al presidente Santos le daría un adelanto para los diálogos de paz, a Piedad Córdoba le compraría un nuevo turbante y al alcalde Gustavo Petro otra boina. Para mejorar la movilidad en Bogotá, ampliaría la Carrera ‘Sétima’ dos centímetros. También le regalaría la cuota inicial a Santa fe y Millonarios para que ganen una estrella, iría al mundial y terminaría desactivando el despertador porque todo es un sueño. Ese Baloto está como una prima de Sutamarchán… Nada que cae”.
Andrés Parra, actor
“Uy, compro los derechos de los toreros José Tomás, El Juli y Morante de la Puebla. Y también me vuelvo loco”.
Iván Cepeda, representante a la Cámara de Polo Democrático
“Yo crearía una universidad dedicada solo a la investigación para la paz con sede en Bogotá, que se iría expandiendo por las zonas de mayor conflicto en el país”.
Daniel Samper Ospina
“Iría a comer a donde los Rausch con todo y postre, en caso de que me alcance para el postre”.
León Valencia, politólogo
Le pediría a Felipe López que me vendiera la revista Semana. No sé cuánto puede costar, pero si me llega a sobrar dinero, compraría una finca en la Costa Blanca española.
Moisés Fuentes, dos veces medallista paralímpico en natación
“Yo montaría una escuela de formación para deportistas en Bucaramanga. Tendría que tener una sede central y varias sedes pequeñas distribuidas en barrios pobres de la ciudad. Además, construiría escenarios deportivos y patrocinaría jóvenes talentos. Con el resto, me dedicaría a comprar finca raíz, montar un club de pesca y hacerme a una finca cerca de Bucaramanga para descansar”.
Jorge Enrique Robledo, senador del partido Polo Democrático
“Muy pocas veces juego loterías, no soy un hombre de ambiciones con el tema del dinero. Tendría que pensarlo con mucha cabeza fría, pero seguramente financiaría varias campañas políticas para la transformación de este país. También ayudaría a familias pobres y a familiares que necesiten ayudas económicas”.
Alberto Salcedo Ramos, periodista
"Una vez escribí un elogio del pesimismo. Sé que algunos lectores entendieron ese texto como una pose, pues al verme carcajear yo doy la impresión de ser el más ruidoso de los optimistas. Sin embargo, tengo una prueba contundente de que sí soy pesimista: nunca compro la lotería. Si pensara que me fuera a ganar, la compraría. No sé qué haría en caso de ganarme el Baloto. Podría decirte lo mismo que todo el mundo: ayudaría a algunos pobres, haría obras sociales que alivien mi conciencia, cosas de ese estilo. Y sí: creo que las haría: sería inmoral volverme rico de la noche a la mañana y pretender que esa fortuna sea para atragantarme yo solo. Pero además me regalaría un tiempo para mimarme con viajes y placeres. Eso sí: conmigo no existe el riesgo de que me dedique a vivir de la cuenta y olvide vivir del cuento. Definitivamente, no tengo vocación de millonario. Te lo juro mientras me toco estas moneditas que guardo en el bolsillo del pantalón".
Isabel Henao, diseñadora de moda
“Desde hace rato he estado hablando sobre la idea de hacer comedores para niños en zonas clave de pobreza, en donde puedan llegar no sólo a alimentarse, sino donde sus madres puedan capacitarse para cambiar todas las circunstancias de pobreza e ignorancia desde la raíz. Me encantaría montar todo un sistema de productividad para mujeres, en donde pueda capacitarlas y apoyarlas de manera técnica y económica”.
Roy Barreras, presidente del Senado
“Todo el dinero lo donaría para los programas de reinserción del gobierno nacional”.
Marlon Becerra, odontólogo
“Me iría a vivir un año a Tokio y me dedicaría a conocer el arte y la cultura japonesa. Me desconectaría por completo. Ya lo tengo contemplado como plan de vida”.
Guillermo Díaz Salamanca, periodista
“Le pago a algunos y los demás que esperen. Nunca lo he pensado, ni siquiera sé cuál sería mi reacción. Es un lío ganarse todo ese 'billete'. Es mejor que no llegue tanta plata porque uno se puede descarriar”.
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