¿Qué hacer con las Palomas en Bogotá?

Mié, 18/10/2017 - 12:24
Algunos de los episodios más importantes de la historia de este país sucedieron –o empezaron– en la Plaza de Bolívar en Bogotá. Indiferentes y silenciosas, las palomas han sido testigos de esa
Algunos de los episodios más importantes de la historia de este país sucedieron –o empezaron– en la Plaza de Bolívar en Bogotá. Indiferentes y silenciosas, las palomas han sido testigos de esa historia. “Qué es la historia? –escribió Fernando Vallejo–: una estatua que cagan las palomas”. Esa podría ser la única relación entre la una y la otra. Y como la historia hay que preservarla, cuidarla, y no permitir que nadie defeque –en el sentido literal de la palabra–, sobre ella, la Alcaldía de Bogotá se ha propuesto hacer algo para controlar las palomas. No eliminar. No maltratar. Controlar. Que suelten sus desechos sobre edificios históricos, estatuas o sobre algún incauto es sólo una parte del problema. Y hay que solucionarlo. [single-related post_id="661343"] Quien dirige el proyecto para atender ‘la cuestión’ de las palomas es el Instituto Distrital de Protección y Bienestar animal (Idpyba). Bogotá es una de las primeras ciudades de Latinoamérica que cuenta con una institución como esa. Así las cosas, la creación del Idpyba, y la importante inversión que se ha hecho, reafirman el compromiso de la alcaldía por cuidar y proteger a los animales.

Las palomas

La población estimada de palomas en el centro de la capital colombiana podría superar los dos mil ejemplares. La mayoría son de la especie Columba livia. Su alimentación se basa en granos; sin embargo, por la convivencia con los humanos, se cree que se alimenta “de todo”, lo que es un error que significa un gravísimo daño para el metabolismo del ave. La reproducción de la Columba livia es constante durante todo el año. Una sola podría encubar hasta 2 pichones. El proceso entre la monta, la puesta, la incubación y el nacimiento dura entre 28 y 30 días. Una vez nace, el pichón tardará 35 días en salir por su cuenta hasta la entrada del nido. En ese tiempo también ha empezado la mudar de su primer plumaje. A los dos meses, la cría empezará su preparación para volar. A los cinco meses ya será un ave fértil e independiente. La paloma se caracteriza por ser un ave de comportamiento gregario que forma grandes grupos.

El problema

Claudia Liliana Rodríguez, directora del Idpyba nos explicó en qué consiste el proyecto. “El manejo de animales sinantrópicos, (aquel que cuando se sale de control se vuelve plaga), es una prioridad del plan de acción de la política pública de cuidado y protección animal”, dijo. Desde hace bastante tiempo se han tenido notificaciones del exceso de palomas y lo que esto significa. Entre algunas cosas están, primero, la proliferación de enfermedades ya que en las heces de las palomas se reproducen varios parácitos peligrosos para el hombre y otras especies como el que causa la toxoplasmosis, por ejemplo, o los responsables de la criptococosis, la histoplasmosis y la psitocosis. También la acumulación de los excrementos genera graves daños al patrimonio de la ciudad. “Además –explicó Claudia Liliana–, las aves también están enfermas, algunas mutiladas, con tumores, con piojos. Es por ellas también que se hace”.

La solución

Se plantea realizar la intervención en varios lugares de la ciudad. Sin embargo el punto de partida será la Plaza de Bolívar. La idea es “hacer un control humanitario de la población de palomas. Lo primero que se requiere es un diagnóstico, que ya están ejecutando nuestros biólogos del instituto”. Es importante que la gente sepa que las palomas no viven bien. “Desde el instituto no estamos haciendo el control humanitario porque sean una plaga sino no están en la mejores condiciones de bienestar. Se alimentan de cosas que no deberían alimentarse; no son carnívoros y la gente les da carne, que es un tipo de proteína que no pueden degradar”. Y hay que tener otra cosa clara: no se quieren eliminar las palomas. “Queremos hacer que las palomas de la ciudad estén bien”. Ellas forman parte de la cultura, del paisaje, de la identidad de la ciudad. Varios puntos se plantean para hacerlo posible. El más importante será un control en la alimentación. Lo que hará el instituto es introducir un esterilizante orgánico que no dañará el metabolismo de la especie porque antes de ser usado se ha sometido a estudios muy estrictos. Lo importante es que no se le causará ningún daño al animal. Además de la esterilización controlada, también se plantea construir palomares en las zonas donde hay mayor número de aves. Junto a esas dos soluciones, se buscará, en la medida que el proyecto vaya ‘tomando vuelo’, ir concientizando a la gente sobre el cuidado y tratamiento de las palomas. [single-related post_id="735393"] “Nosotros no vamos a hacer una ‘redada de palomas’. Sí vamos a coger las que están en más mal estado y ver cuáles podemos recuperar. Vamos a tomar muestras. Vamos quizás a hacer unos cruces con palomas blancas que son un poco menos fértiles; de pronto haremos esterilización con un anticonceptivo orgánico”. Por otro lado, y teniendo en cuenta que hay personas que viven de vender el alimento para ellas, el Idpyba también estudiará medidas de empleo alternativas. El ejemplo más claro al que acude Claudia Liliana es el de los zorreros. En el mes de diciembre se conocerán los resultados del diagnóstico. Lo que sigue es la implantación del proyecto del que ya se conocen los principales puntos. Es positivo tener en cuenta que, primero, son varios los entes que están participando, lo que da una seguridad interdisciplinar. Se está pensando en las palomas, no como una plaga, sino como un ser vivo que se debe tratar con respeto. Además también se tienen en cuenta las interacciones propias de los seres humanos con esas especies.  [polldaddy poll=9855232]
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