El marañón es una fruta desconocida a nivel nacional, con una una particularidad muy llamativa: crece junto a su semilla la cual después de descascarar se convierte en una nuez muy apetecida alrededor del mundo. Esta nuez a simple vista parece “enojada”, pero sus propiedades nutricionales son invaluables.
Su árbol es originario de la región amazónica de Brasil y en Colombia hasta hace menos de 25 años se descubrió gracias al trabajo de varias entidades agrícolas. Del marañón se pueden aprovechar todas sus partes, lo que lo hace un producto con alta demanda en diferentes industrias, por esa razón varios productores locales quieren dar a conocer la variante colombiana, la cual es de muy buena calidad, a nivel nacional e internacional.
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La fruta que acompaña la semilla es una fruta muy apetecida en países como Brasil y Vietnam. Se confunde fácilmente con la manzana pero su sabor ácido y su textura carnosa la hacen única.
Cabe destacar que en el mundo de las nueces existen aquellas que son de árbol y otra de tierra, sin embargo, el marañón podría destacarse en las dos categorías, ya que, a diferencia de otras, esta es una semilla que cuelga por fuera del fruto y tiene que ser descascarada para poder comerse. En ese sentido, es de árbol y de semilla a la vez, lo que la hace una nuez única y digna de ser conocida por todos.
El marañón en Colombia
En diálogo con KienyKe.com Juan Pablo Muriel, experto en marañón, Fundador y Director Ejecutivo de Kardianuts, sostiene que este fruto “solo puede ser producido en zonas tropicales de altísima radiación solar, de buena temporada de lluvias y a su vez de buena temporada seca”.
Es así como Colombia tiene un alto potencial de producir de manera competitiva marañón en regiones como el Vichada, Meta, Atlántico, Bolívar, Magdalena, sabanas de Córdoba, la media Guajira y Cesar, siendo el municipio de Puerto Carreño la región donde más se produce.
Según datos de Agrosavia, Colombia cuenta con 6.000 hectáreas de cultivos de marañón de las cuales la mayoría están en el departamento del Vichada y según sus proyecciones, en 20 años podrían ascender hasta 20.000 hectáreas lo que posicionaría a Colombia como un actor relevante como proveedor de este fruto.
No obstante, su desconocimiento también se debe al largo ciclo de producción que tiene el marañón. El proceso para la primera cosecha dura alrededor de tres años y medio, y la capacidad productiva ronda el 18%, por esa razón su fruta y nuez son productos escasos. Asimismo, debido a esto, su precio al público es elevado, el kilo puede valer entre 42 mil y 45 mil pesos.
El marañón es la nuez del futuro
Mientras en países de Asia, Europa y Norteamérica el marañón es una fruta muy consumida, debido a una concientización mayor sobre los buenos hábitos nutricionales, en Colombia está siendo conocida de a poco gracias a los cambios alimenticios que están emergiendo en la sociedad actual.
Las semillas o nueces de marañón contienen vitaminas C, B1, B2, E y calcio, estas propiedades fortalecen, entre otros, los riñones, la memoria, los huesos y los dientes.
Uno de los principales usos del marañón es la industria de alimentos, específicamente la producción a partir de su nuez, de snacks de fruto seco, quesos, bebidas vegetales, entre otros productos alineados con la creciente tendencia de dieta a base de plantas, gracias a su bajo nivel de grasa en comparación con otras nueces.
Por un lado, de la nuez también es posible extraer su aceite para elaborar diferentes productos como resinas, colorantes, tintes, material de aislamiento eléctrico, pastillas para frenos y adhesivos, así como de su tronco se extrae una goma que se utiliza para encuadernación y repelente de polillas. Por último, la pulpa de la fruta además de ser usada para su consumo alimenticio también se utiliza como suplemento alimenticio para el ganado.
“La principal forma de consumirlo es como un snack, como cualquier fruto seco. También es muy común la mantequilla de marañón; alternativas a los productos de lactosa especialmente en quesos, yogures y sustitutos a la leche, ya que cada vez hay más gente intolerante a la lactosa que prefiere otras alternativas”, afirma Juan Pablo Muriel.
Aunque en Colombia la calidad del marañón es muy buena, todavía su producción es muy baja y su exportación ínfima. Sin embargo, desde ya se está dando a conocer a nivel mundial la calidad del marañón colombiano y muy pronto pisará tierras europeas.
“Estados Unidos y la Unión Europea están buscando muchísimo el marañón, Suiza y Alemania son los mercados con los que hemos logrado establecer contratos”, asegura Muriel.
Sin duda que el marañón puede llegar a convertirse, un futuro no muy lejano, en uno de los productos más apetecidos a nivel mundial, por esa razón es necesario impulsar esta fruta y nuez, para muchos desconocidos, a nivel local. No solo por su potencial en el mercado internacional, sino también por sus grandes propiedades nutricionales.