El mundo en 1950 era una amalgama de alegría y ansiedad, tras callarse los fusiles de la guerra, las potencias mundiales debían reconstruir sus ruinas físicas, económicas y sociales, sin embargo, había una leve sonrisa impulsada por los seguidores del fútbol, o balompié como era popular en ese momento, pues el mundial de este deporte, regresaba tras 12 años de suspensión.
La tensión era una especie de virus que viajaba libremente por los países y que después de instaurado en las sociedades, se convertía en rebeldía, contestación y sed libertaria. En Colombia, no era la excepción, tras el asesinato del líder liberal Jorge Eliecer Gaitán, el país se sumió en una ola de violencia que se extendió a lo largo y ancho del país con colores azules y rojos.
En el asiento de la presidencia aquel entonces estaba el conservador a ultranza, Laureano Gómez conservador de pura cepa que en su momento juró “defender una noción cristiana de la vida contra el monstruo del comunista ateo que quiere aplastar el orden moral de occidente”. Mensaje enfático que calentaba el agua donde se estaba cocinando el nacimiento de las guerrillas civiles en los Llanos Orientales.
En este convulso pero definitivo momento nacional, nació la prima de servicios. Sí, esa que usted y yo recibimos en mitad y final de año. ¿Pero cómo se logró esta figura o elemento salarial en una época tan tremenda?
Pues bien, todo parte gracias a la reforma laboral del año 1950, “que buscaba sustituir la obligación que tenían los patronos de dar a sus trabajadores una participación en las utilidades de la empresa, así como la prima de beneficios, prevista en el régimen laboral derogado. El pago de utilidades se había convertido en uno de los conflictos constantes entre patronos y trabajadores, de manera que el legislador se ideó una forma alternativa de permitir al trabajador recibir una suma determinada de dinero, que, en cierta forma, represente su participación en las utilidades de la empresa”, se puede leer en la Relatoría de la Corte Constitucional.
Así como usted lo acaba de leer, la prima fue una figura para que los trabajadores no tuvieran una participación tan directa en las utilidades de las empresas del momento y no generara inconvenientes entre ambas partes. Como confirma, Iván Daniel Jaramillo, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario. “Esta prestación social es un reconocimiento al trabajador por su aporte a la producción y un reconocimiento a la participación de utilidades”.
Principales cambios de la prima a lo largo de la historia
Jaramillo explica que en su desarrollo histórico, la prima ha sufrido diversos e importantes cambios. Como en el año 2003 que, por decisión de la Corte Constitucional, se eliminó la necesidad de haber trabajado la mitad del semestre para tener derecho a la prima, hoy la prima se reconoce y se genera independientemente del tiempo laborado, proporcional a la duración del trabajador.
También en el mismo año, se confirmó la eliminación de perdida de prima por despido con justa causa.
“Igualmente, en el año 2016 por la ley 1788 se extendió su reconocimiento a todos los trabajadores de forma universal, porque originalmente la prima de servicios se había pensado a cargo solamente de las empresas, si el empleador no cumplía con carácter de empresa, no se reconocía, como por ejemplo los servicios domésticos que son empleados por familias y no cumplen este carácter, esto se modificó y ahora es válida la prima para cualquier trabajador como los del servicio doméstico”, afirmó el experto.
Recomendaciones a tener en cuenta:
Por lo anterior, actualmente hay que tener en cuenta varios puntos con la prima de servicio. Lo primero es que ya no es una prestación que tenga un periodo mínimo para su recibimiento; Segundo, si la labor desempeñada es por días, el derecho es obligatorio en proporción al tiempo exacto trabajado; Tercero, debe incluirse para su liquidación el auxilio de transporte; Cuarto, el pago es en fechas determinadas por la ley: 30 de junio y 20 de diciembre de cada año, el no pago puede generar una reclamación judicial y sanciones.
“Mi llamado es el de animar a todos a pagarla de manera correcta, a reconocer la importancia de esta prestación en el modelo económico colombiano y sobre todo el incentivo al consumo que genera, en un periodo previo a una recesión anunciada para el 2023”, recomendó el profesor Jaramillo.
Con esto, podemos decir que la figura de la prima, desde su inicio, ha buscado visibilizar y reconocer el esfuerzo constante de los trabajadores y se ha convertido en un peldaño y herramienta de igualdad que de seguro seguirá constituyendo un eje de cambio benéfico para el bienestar laboral de la sociedad en Colombia.