Los Cerros Orientales de Bogotá arden sin piedad. El centro de la ciudad se encuentra afectado a causa de las humaredas. Varias universidades y edificios públicos, como el de la Procuraduría, fueron evacuados. Según el Instituto Distrital de Gestión del Riesgo, las llamas pueden alcanzar el Parque Nacional, el más representativo del centro de la ciudad.
Los bomberos de Bogotá informan que son 182 las unidades de emergencia las que atienden el incendio forestal. Sin embargo la labor es difícil pues los fuertes vientos obstruyen y retrasan el trabajo para apagar el fuego.
Los ciudadanos han mostrado su opinión e impresiones en las redes sociales, manifiestan tristeza y agobio frente al cambio climático, al que atribuyen la emergencia.
Con etiquetas como #Bogotá #incendioforestal #emergencia, entre otras, envían fotografías que demuestran la gravedad del problema que ha obligado al Congreso de la República, bibliotecas, museos y bancos a suspender actividades académicas y laborales.
El caos vehicular se suma al problema, el colapso de movilidad fue generado por la evacuación de universidades y demás edificios. Transmilenio está más caótico que de costumbre.
En redes sociales la gente se pregunta ¿dónde está Enrique Peñalosa? ¿Dónde está la atención de Peñalosa por los humedales?
El alcalde responde en su cuenta de Twitter que el sendero ecológico-panorámico-rompefuegos, que se ubicará en la parte alta de los cerros, tendrá un tubo de agua para apagar incendios y permitirá el acceso de bomberos.
En este momento, además de los bomberos, atienden la emergencia el Ejército y la Fuerza Área Colombiana, que usa el sistema bambi bucket para controlar el infierno que desató en los cerros.
La ceniza ha afectado barrios aledaños a la zona central, entre ellos Germania, Los Laches, El Guavio, Egipto y el barrio el Dorado. Los niños se han visto afectados por problemas respiratorios.
La Alcaldía y la Secretaría de Medioambiente decretaron la alerta amarilla. Aerocivil está atenta a la densidad del humo y la presencia de ceniza para tomar la decisión de cerrar o no el aeropuerto.
La Secretaría de Salud recomienda el uso de tapabocas y el cubrimiento con paños húmedos de cualquier rendija que permita la entrada del humo.
El Cuerpo Oficial de Bomberos se unió a la voz de la comunidad para responsabilizar a “la mano del hombre” por el incendio.
Los ciudadanos han mostrado su opinión e impresiones en las redes sociales, manifiestan tristeza y agobio frente al cambio climático, al que atribuyen la emergencia.
Con etiquetas como #Bogotá #incendioforestal #emergencia, entre otras, envían fotografías que demuestran la gravedad del problema que ha obligado al Congreso de la República, bibliotecas, museos y bancos a suspender actividades académicas y laborales.
El caos vehicular se suma al problema, el colapso de movilidad fue generado por la evacuación de universidades y demás edificios. Transmilenio está más caótico que de costumbre.
En redes sociales la gente se pregunta ¿dónde está Enrique Peñalosa? ¿Dónde está la atención de Peñalosa por los humedales?
El alcalde responde en su cuenta de Twitter que el sendero ecológico-panorámico-rompefuegos, que se ubicará en la parte alta de los cerros, tendrá un tubo de agua para apagar incendios y permitirá el acceso de bomberos.
En este momento, además de los bomberos, atienden la emergencia el Ejército y la Fuerza Área Colombiana, que usa el sistema bambi bucket para controlar el infierno que desató en los cerros.
La ceniza ha afectado barrios aledaños a la zona central, entre ellos Germania, Los Laches, El Guavio, Egipto y el barrio el Dorado. Los niños se han visto afectados por problemas respiratorios.
La Alcaldía y la Secretaría de Medioambiente decretaron la alerta amarilla. Aerocivil está atenta a la densidad del humo y la presencia de ceniza para tomar la decisión de cerrar o no el aeropuerto.
La Secretaría de Salud recomienda el uso de tapabocas y el cubrimiento con paños húmedos de cualquier rendija que permita la entrada del humo.
El Cuerpo Oficial de Bomberos se unió a la voz de la comunidad para responsabilizar a “la mano del hombre” por el incendio.
