El Paris Saint Germain se ha convertido en uno de los equipos más famosos del mundo en la actualidad, el fichaje de Messi fue el último movimiento con el que el equipo parisino hizo gala de su poder adquisitivo en el mercado del fútbol mundial.
Hasta el 2011, cuando arriban los cataríes a la directiva del club, el PSG no era un equipo tan importante en Francia, los campeonatos locales históricamente fueron disputados por el Saint-Étienne, Olympique de Marsella, Nantes, Mónaco y Olympique de Lyon.
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El encanto de una ciudad como París, no pasaba precisamente por su calidad futbolística, sino por sus reconocidas galerías, su romanticismo y su luz.
El PSG es un club relativamente nuevo en Francia, fue fundado un 12 de agosto de 1970 con el impulso de la Federación Francesa de Fútbol que vio la necesidad de establecer un equipo de fútbol en la capital del país. Paradójicamente, un año después, en 1971 Catar consigue su independencia de los ingleses y se convierte en un estado soberano.
En el año 1983 el equipo parisino logra su primer título ganando la Copa de Francia y tres años después alzarían la liga a un costo posterior enorme. Luego del buen momento, el equipo entra de nuevo en una crisis financiera insostenible que encontrará solución hasta el año 1991 con el ingreso de Canal +, un medio de comunicación francés, como inversor. De la mano de los nuevos inversores el club de París vuelve a ganar la Liga de Francia en 1993, este sería el último título de liga hasta la llegada de los cataríes.
En 2006, luego de otra crisis económica, las acciones mayoritarias del PSG son adquiridas por Colony Group Europe, un grupo inversor con sede principal en Estados Unidos y el cual casi hace desaparecer al club; en 2008 el PSG estuvo a punto de descender y finalmente en el 2011 deciden venderlo.
Tres títulos de liga en más de 40 años parece una cifra irrisoria para un equipo grande de Europa. Por esa razón lo que hoy se conoce como el PSG no es ni la sombra de lo que fue en sus mejores años. Por supuesto, los artífices de dicha hazaña han sido los cataríes.
Un juego político
Rashid García, periodista deportivo argentino especializado en Medio Oriente, en diálogo con KienyKe.com afirma que el arribo de los cataríes al PSG está más relacionado con la política que con el fútbol.
Según señala, en noviembre de 2010 el presidente de Francia de ese entonces, Nicolás Sarkozy, recibe en el Palacio del Elíseo a Michel Platini, presidente de la UEFA en ese año; el príncipe de Catar, Sheikh Tamim bin Hamad al-Thani; Nasser Al-Khelaïfi, actual presidente del PSG y Sébastien Bazin, exjefe de Colony Capital. Con dicha reunión el presidente Sarkozy pretendía intercambiar algunos favores con las autoridades de Catar.
En primer lugar, los Cataríes salvarían de la crisis económica al equipo de sus amores, el PSG, comprando las acciones mayoritarias a cambio de influir sobre Michel Platini para que la UEFA votara ante la FIFA a favor de Catar en la disputa por la sede del Mundial de 2022. En segundo lugar, los cataríes en su afán de invertir en el fútbol, piden a Sarkozy que facilite la entrada de un canal deportivo que pueda quedarse con los derechos de televisión de los próximos mundiales en Francia. De allí nace Bein Sports, un canal del grupo catarí BeIN Media Group que termina por adueñarse de las transmisiones de fútbol en el país galo. Esta jugada traería como beneficio para Sarkozy quitarle los derechos de televisión del fútbol en Francia a Canal +, medio de comunicación opositor al presidente francés para ese entonces.
“Bein Sports es el brazo deportivo de la cadena Al Jazeera, que es la principal cadena de multimedios del gobierno de Catar. Nace Bein Sports , justamente, como la empresa que iba a transmitir los siguientes cuatro mundiales para Francia, el Magreb árabe, el golfo árabe y parte de África también. Con todos esos derechos y los de la liga francesa es que se cierra un acuerdo redondo para Catar y empieza el viaje de Catar al PSG. Esa misma noche se designa a Nasser Al-Khelaïfi, que no es más que un empleado administrativo del estado catarí, como el presidente del PSG”, asegura Rashid.
Todas esas inversiones económicas provienen y tienen un solo beneficiado: el estado soberano de Catar gobernado por el emir Tamim bin Hamad Al Thani. Es por eso que el Fondo Soberano de Inversión de Catar denominado Qatar Investment Authority (QIA) adquiere el PSG, mientras la empresa de medios estatal BeIN Media Group se hace con los derechos de transmisión de los eventos futbolísticos más importantes a nivel mundial.
El Mayo Francés del PSG
Tras el arribo de los cataríes, el PSG destinó más 250 millones de euros en contrataciones: Pastore, Ibrahimovic, Beckham , Cavani, fueron algunos de los jugadores que desfilaron en el Parque de los Príncipes. Unos años más tarde romperían el mercado de pases contratando a Neymar y Mbappé, pero no era suficiente, faltaba un golpe más: Messi.
Sin embargo, no todo es fútbol, según cuenta el periodista argentino, Catar es acusado por sus vecinos del golfo árabe, entre ellos, Arabia Saudita, que es una potencia en Medio Oriente; Emiratos Arabes; Oman; Bahrain; Yemen y Kuwait, de financiar organizaciones terroristas.
“A Catar se lo acusa directamente desde los países vecinos, esto aparece hasta en los medios oficiales de los estados vecinos, de ser financista de organizaciones tales como el Estado Islámico, los talibanes o Los Hermanos Musulmanes de Egipto. Además, de que todas estas operaciones financieras alrededor del mundo, incluidas el fútbol, tiene que ver con lavado de dinero”, asegura.
Incluso los talibanes tienen una oficina exterior en Doha, la capital de Catar, por lo que varios países han acusado la anuencia del país árabe con los talibanes quienes tomaron el poder de Afganistán en los últimos días. Además, la relación estrecha de Catar con la República Islámica de Irán es de larga data y podría dar pistas de su apoyo para con grupos extremistas.
¿Y qué tiene que ver todo esto con el fútbol?
Según el periodista deportivo, la incursión del Estado catarí en el fútbol tiene como objetivo brindar una buena imagen hacia el mundo. Por esa razón decidieron, no solamente dirigir al PSG, sino también organizar un Mundial de fútbol. En el 2022 el mundo fijará su mirada hacia Catar y desde allí mostrarán los grandes escenarios deportivos y su cultura. Aunque cabe recordar que el proceso de organización del mundial ha estado plagado de escándalos de corrupción. Por un lado, el FIFA Gate destapó los sobornos a las federaciones para elegir a Catar como sede del Mundial 2022 y, por otro lado, la construcción de los estadios para dicho Mundial ha provocado la muerte de miles de personas por trabajar en condiciones de esclavitud.
“De algún modo necesita blanquear esa imagen controvertida que tiene ante el mundo”, señala.
Ahora con Lionel Messi en el PSG, los cataríes han llegado al mejor jugador del mundo. La foto de Messi con Nasser Al-Khelaïfi es una realidad y próximamente tendrán a todas las figuras del mundo en su país.
“Ya no pueden comprar más de lo que han comprado, han llegado al mejor futbolista del mundo”, apunta García.
¿Si ya llegaron al mejor futbolista del mundo qué sigue?
Rashid García se atreve a predecir que después del Mundial de 2022 habrá una retirada masiva de las inversiones de Catar y finalmente la burbuja económica explotará.
“Esto es una gran burbuja que se está inflando y en algún momento va a haber una retirada de esas que suelen pasar con las inversiones privadas en los clubes. Para mí en algún momento va a haber una retirada repentina de todo lo que es esta explosión financiera catarí en el mundo del fútbol”.
El PSG ya no es más el equipo con grandes crisis económicas que pasaba de inversor a inversor con triunfos esporádicos. Un país pequeño como Catar, que cuenta con menos de tres millones de habitantes, ha sido el artífice de la grandeza actual del PSG. La revolución ha llegado a París, la reedición del Mayo Francés se ha tomado el PSG, el balón rodará a gusto en los pies de Lionel Messi y el Mundial de Catar, seguramente, será un espectáculo asombroso. Mientras tanto, los grupos políticos y económicos se beneficiarán, los conflictos bélicos continuarán y habrá una sola conclusión: la pelota sí se mancha.
