
La final del fútbol femenino entre América de Cali e Independiente Medellín nos entregó una imagen que muy pocas veces se ve en el balompié nacional.
Luego del triunfo 2-0 del cuadro local sobre el visitante, el grupo de jugadores de la rama masculina saltaron al campo de juego del Estadio Pascual Guerrero para felicitar a sus compañeras de escuadra.
Futbolistas y cuerpo técnico se ubicaron en dos filas, desde el centro del campo hasta la boca del camerino, realizando una calle de honor para despedir entre aplausos a las protagonistas que habían logrado un hecho histórico para el América de Cali.
Los más de 22.000 espectadores que asistieron al máximo escenario deportivo de la capital del Valle del Cauca se unieron a esta imagen y desde las tribunas aplaudieron y alentaron a las jugadoras que lo habían dejado todo en el campo para obtener un buen resultado.
Jugadores e hinchada demostraron que el equipo no está dividido en hombres y mujeres, sino que es uno solo.
Sin duda, este respaldo del equipo principal hacia el grupo femenino servirá de un envión anímico para el encuentro de vuelta que se llevará a cabo en el Estadio Atanasio Girardot, de la ciudad de Medellín, donde seguramente la parcialidad antioqueña estará presente para empujar a su equipo y revertir la serie.