La segunda sesión del TechCamp Colombia, iniciativa organizada por del Departamento de Estado de Estados Unidos y KienyKe.com, estuvo a cargo de Sherizaan Minwalla, quien compartió técnicas de reportería de refugiados para construir un enfoque de género y no poner en peligro a las personas de la historia.
Minwalla es una abogada que vive en Irak, donde se ha enfocado en los derechos humanos, las crisis humanitarias y el desarrollo, especialmente dirigido a las comunidades objetivo del grupo terrorista islámico ISIS.
Durante esa experiencia, la abogada y su amiga la profesora Johanna Foster realizaron dos investigaciones sobre cubrimiento mediático de mujeres yazidí víctimas del Estado Islámico, que terminó en dos publicaciones: “Voces de las mujeres yazidíes: Percepciones de las practicas periodísticas en los reportajes de violencia sexual cometida por ISIS” y “Genocidio, violación e indiferencia descuidada: la ética de los medios y los informes problemáticos sobre las sobrevivientes yazidíes del cautiverio de ISIS”.
Esas investigaciones, según compartió Minwalla a los asistentes del TechCamp Colombia este viernes 23 de octubre, le permitieron evidenciar prácticas de cubrimiento mediático de sobrevivientes de conflictos políticos y sociales que pueden perjudicar a las propias personas o comunidades.
Ella contó que contactaron a varias mujeres que habían participado de reportajes periodísticos, a quienes les consultaron sobre su experiencia en las entrevistas de las que participaron.
El estudio concluyó que la percepción de las mujeres después de aparecer en medios de comunicación era de relevancia internacional, pero pocos resultados para sus comunidades; no evidencian cambio en su situación; en algunos casos se presentaron retaliaciones y otras vieron su seguridad y confidencialidad afectada.
Por eso, Minwalla invitó a los periodistas asistentes a pensar en las implicaciones de las historias que se cubren y publican, no solo para los periodistas, sino también para las personas que intervienen en ese reportaje.
En ese sentido, invitó a garantizar la seguridad de las personas y la dignidad de la fuentes, “no solo seguridad física, sino emocional y mental de él o ella y su familia”, con el fin de hacer un cubrimiento ético y responsable de personas que se encuentran en medio de un conflicto o en condición de vulnerabilidad, como en el caso que compete al curso, los migrantes venezolanos.
Para hacerlo, Minwalla compartió algunos tips que están dirigidos a empoderar a las fuentes en el proceso de entrevista, que el periodista pueda otorgarle a la víctima “el control que han perdido en sus vidas”. En el momento de entrevistar a una persona que ha sobrevivido a un conflicto, una situación victimizante o se encuentra en situación de vulnerabilidad se puede:
- Programar la entrevista en un lugar seguro y que ofrezca privacidad.
- Cerciorarse si la persona entrevistada se siente cómoda compartiendo su historia con un hombre o una mujer.
- Ofrecer un consentimiento informado en el que se reitere el derecho de la persona a no contestar las preguntas que considere o a detener la entrevista.
- No ir a detalles de los hechos victimizantes que no aportan valor a la historia.
- Ofrecer descansos y preguntar a lo largo del diálogo si se siente bien.
- Pensar en las implicaciones y ofrecer a la persona la posibilidad de usar un nombre falso o advertir que algunas partes del testimonio podrían producir consecuencias negativas.
- Saber que el control de la entrevista es conjunto. “Debe haber una negociación entre entrevistado y entrevistador”.
- Consultar expertos que ofrezcan contexto, cómo acercarse a las personas y qué situaciones pueden poner en riesgo a los entrevistados.
Minwalla, que ha estado enfocada en sus investigaciones en la percepción de las mujeres cuando participan de contenidos mediáticos, concluyó con la frase “las mujeres son, más allá de la victimización”, lo que invita a superar la narrativa de los hechos victimizantes para explorar las formas de resiliencia y fortaleza que les permitieron superar situaciones difíciles, porque finalmente, son sobrevivientes.