Un contenido que se consume en gran medida es el creado por los llamados influencers, esos grandes protagonistas de las redes sociales, el medio que prolifera año tras año. A pesar de todo, es un tópico que genera polémica todavía, ya que sigue el concepto erróneo de que estos personajes no representan un contenido de valor a la sociedad, pero en realidad estos espacios digitales, con su diversidad, ofrecen una oferta que es eclipsada por lo superficial.
Así es cómo el Premio Nacional de Periodismo Digital presenta su categoría Influenciadores /Generación de contenidos digitales por redes sociales, y en la tercera edición celebrada este 30 de noviembre dejó a Karen Beltrán como ganadora de este reconocimiento.
Beltrán es una periodista y presentadora de televisión barranquillera que le sacó provecho al tiempo de encierro durante la pandemia y le apostó a un formato en el que ella no tenía experiencia alguna, sin embargo, su pasión por el periodismo y la cultura la llevó a arriesgarse.
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En su cuenta de Instagram, al enterarse de su triunfo, compartió el siguiente mensaje:
“Yo pienso que todo ha valido la pena, todo, desde el guion, grabar, comprar las luces, el micrófono, todas esas noches que pasé editando, todo ha valido la pena porque acabo de ganar el Premio Nacional de Periodismo Digital a Mejor Contenido en Redes Sociales por el proyecto ‘Datos y Destinos’, ustedes no saben la felicidad que tengo y solo recuerdo que me decían: ‘a la gente no le gusta eso, la gente no lo va a consumir como consumen otras cosas’”.
En entrevista con KienyKe.com, la creadora de contenidos habló de cómo se animó a participar en esta nueva entrega del PNPD:
“Yo estoy suscrita al medio, me llegan los correos, y en uno de esos correos me llegó que se iba a realizar el Festival de los Sentidos y que se iba a hacer el Premio por tercera edición, vi la categoría y dije: ‘¿por qué no?, ¿por qué no postular los trabajos que he venido haciendo durante la cuarentena?’, y así fue, lo postulé con toda la mejor energía y me anunciaron que era finalista hace poco”.
A continuación, Karen Beltrán hizo referencia a cómo se le ocurrió este trabajo y cómo fue el proceso de ejecutarlo:
“Yo soy periodista hace quince años, desde muy pequeñita estoy haciendo contenido, presentando programas de televisión para Telecaribe, luego presenté en Caracol Internacional un programa de viajes, pero hasta la pandemia lo pudimos hacer porque era un programa de viajes y ya no podíamos salir, nos quedamos todos encerrados en casa y dije: ‘si de pronto no puedo no puedo salir y visitar esos destinos los voy a traer hacia mí’, entonces empecé a investigar, empecé a hacer videos sobre las siete maravillas del mundo, la torre Eiffel, la estatua de la libertad, pero vista desde un punto histórico y no tan turístico como la gente está acostumbrada y la gente va y se toma la foto y ni siquiera sabe el trasfondo que tienen esos monumentos y además los personajes.
La verdad pensé que lo iba a ver mi mamá, mi hermana y un amigo, pero resulta que a la gente le empezó a gustar mucho, empezaron a comentar, ya los videos tenían 700 mil comentarios, yo decía: ‘no, no puede ser, increíble que la gente tenga sí acepte este tipo de contenido porque es es extraño’.
Todo empezó un día que estaba en mi casa, sin nada qué hacer, pensando en cómo movía el tema de las redes sociales y decidí hacer este tipo de contenido y la cuarentena fue muy productiva para mí realmente”.
Beltrán descubrió que a partir de sus temas favoritos podría demostrarle a la gente que se puede hacer contenido de calidad en redes, a pesar de la producción detrás que muchos ignoran:
“Empecé a hacer videos hablando sobre los destinos, los monumentos, las estatuas, todo lo que te puedas imaginar que sea cultural, me gusta mucho la historia, me gusta mucho el tema de la cultura y creo que las redes son una buena plataforma para mostrar eso, no toda la gente está acostumbrada a ese tipo de contenidos, como me dijo alguien hace un tiempo: ‘nadie está en redes sociales para aprender’, pero yo creo que sí, empecé esa pelea interna y dije: ‘¡no! sí hay gente dispuesta a aprender, a recibir otro tipo de contenido' y la verdad encontré muchas personas dispuestas a recibirlos, entonces todo empezó en cuarentena.