La ciudad de Medellín se paralizó el sábado 30 de julio, día en el que estaba programado darle el último adiós a Darío Gómez, el ‘Rey del Despecho’, cientos de personas acompañaron a los familiares, amigos y colegas del artista de música popular que falleció en la noche del pasado martes 26 de julio.
Sin embargo hubo una mujer que no quiso dejar ni un segundo sola la tumba del cantante de música popular. Se trató de Johana Vargas, la mujer que estuvo con Gómez en sus últimos días de vida y quien fue la última en separarse de la tumba del artista en el cementerio Campos de Paz.
Vargas fue también la musa de Darío Gómez, la mujer que logró robarse el corazón del músico, acompañarlo en su carrera y sueños durante años y la inspiración de muchas de sus canciones.
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Vargas reveló que Darío Gómez la llamó para avisarle que llegaría un poco tarde. Sin embargo, minutos más tarde volvió a sonar el teléfono, esta vez para recibir la dura noticia, una que nunca se imaginó recibir.
Johana Vargas vivía con Gómez junto con sus dos perros Abril y Bethoven: “Él les decía mis chachorros y les cantaba: mis chachorros, cachorritos, todo el tiempo les cantaba; él les alcahueteaba absolutamente todo, que dañaran lo que fuera, que no le importa, que dañen lo que sea que eso yo lo repongo”, contó.
Las mascotas fueron llevadas hasta el coliseo Yesid Santos de Medellín, pues de acuerdo a Daniela, nieta del fallecido músico y quien inspiró la canción que lleva en su título su nombre contó que a su abuelo le hubiera gustado verlos ahí para que no sintieran que los había abandonado.