Con The Atlantic
La industria cinematográfica ha podido contrarrestar los efectos de la piratería y los números lo demuestran. En 2012 las empresas de Hollywood presentaron ingresos en taquilla cercanos a los US$10.000 millones de dólares y solamente en Estados Unidos las salas de cine estrenaron 655 películas en ese año, la mayor cifra hasta el momento.
La realidad para Disney parece ser distinta. Atrás han quedado éxitos como El rey león (US$951.583.777 millones de recaudación en 1994), 101 dálmatas (US$794 millones de dólares) o Toy Story (la tercera parte recaudó US$1.063 millones en 2010); La compañía ha perdido millones de dólares en sus últimos largometrajes y muestra de ello es El llanero solitario, que según varios especialistas, le generará un gasto a la empresa estadounidense de US$ 152 millones de dólares, con todo y Johnny Depp a bordo.
Pero a pesar de lo que se piensa de la compañía de Walt Disney, la estrategia de negocios está enfocada en otro lugar: la televisión.
¿Disney ya no hace películas?
Sí y muchas. Pero también tiene parques de atracciones en todo el mundo y cruceros. Escudriñando las finanzas de la multinacional, la mayor parte de sus ganancias no vienen del cine. Proceden de sus participaciones en producciones de televisión para operadores de cable y especialmente dirigidas hacia Disney Channel, ESPN y ABC.
Los reportes financieros no reflejan la identidad de una compañía. La contabilidad en la industria del cine es desordenada y la que maneja una división puede ocultar a la casa matriz su verdadero contenido. Sin sus películas uno diría, Disney no tendría mucho mercadeo. Sin sus películas, no habría más que un parque de diversiones. No habría personajes, ni historias emocionantes, ni licencias para televisión, etc.
Todo esto es cierto pero en el fondo, la compañía tiene una fuente de ingresos más grande y confiable por suscripciones y honorarios a través de los servicios de cable, esto muy a pesar de los cinéfilos y especialistas que creen que la vida de la empresa se extinguirá por un mal fin de semana en su taquilla de verano.
Es conocido que el público americano no va a cine todas las semanas. Es por esto que deben ser atraídos con campañas de marketing, notoriamente costosas, para un puñado de películas top, que si fracasan, pueden destruir las ganancias anuales de las divisiones cinematográficas y acabar con puestos de trabajo.
En cambio el negocio de la televisión tiene un norte distinto. El modelo de comisión por suscripción (en el que una pequeña porción de la factura de cable va directamente al bolsillo de los productores) garantiza que a las redes y compañías audiovisuales como Disney, se les pague con o sin éxito.
los conocedores en materia mercantil dicen que" El llanero solitario" sólo recaudará dinero de las personas que opten por ir a un cine; en cambio, si la historia fuese llevada a la televisión, las operadoras de cable se ganarán el dinero de todos los hogares que pagaron por el servicio.
Se contemplan despidos
Los directivos de Walt Disney Co afirmaron a comienzos de año que están considerando la posibilidad de recortar gastos, lo que podría incluir cientos de despidos en su estudio cinematográfico y en otras unidades de negocio.
El imperio de la industria del entretenimiento, que tiene parques temáticos, productos, cine y televisión, considera que algunos puestos de trabajo no son necesarios debido a las mejoras tecnológicas a nivel mundial.
Como un claro ejemplo, el consejero delegado de Disney, Bob Iger, dijo en entrevista con Financial Times que las ventas de DVD, que lideraron los ingresos de los estudios en los últimos diez años, se desplomaron y no lograron ser reemplazadas por plataformas de distribución digital.
Con todo y un posible recorte de gastos, en su último periodo fiscal, Disney aumentó sus ganancias en un 18%, a US$42.300 millones de dólares.
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¿Disney ya no hace películas?
Sí y muchas. Pero también tiene parques de atracciones en todo el mundo y cruceros. Escudriñando las finanzas de la multinacional, la mayor parte de sus ganancias no vienen del cine. Proceden de sus participaciones en producciones de televisión para operadores de cable y especialmente dirigidas hacia Disney Channel, ESPN y ABC.
Los reportes financieros no reflejan la identidad de una compañía. La contabilidad en la industria del cine es desordenada y la que maneja una división puede ocultar a la casa matriz su verdadero contenido. Sin sus películas uno diría, Disney no tendría mucho mercadeo. Sin sus películas, no habría más que un parque de diversiones. No habría personajes, ni historias emocionantes, ni licencias para televisión, etc.
Todo esto es cierto pero en el fondo, la compañía tiene una fuente de ingresos más grande y confiable por suscripciones y honorarios a través de los servicios de cable, esto muy a pesar de los cinéfilos y especialistas que creen que la vida de la empresa se extinguirá por un mal fin de semana en su taquilla de verano.
Es conocido que el público americano no va a cine todas las semanas. Es por esto que deben ser atraídos con campañas de marketing, notoriamente costosas, para un puñado de películas top, que si fracasan, pueden destruir las ganancias anuales de las divisiones cinematográficas y acabar con puestos de trabajo.
En cambio el negocio de la televisión tiene un norte distinto. El modelo de comisión por suscripción (en el que una pequeña porción de la factura de cable va directamente al bolsillo de los productores) garantiza que a las redes y compañías audiovisuales como Disney, se les pague con o sin éxito.
los conocedores en materia mercantil dicen que" El llanero solitario" sólo recaudará dinero de las personas que opten por ir a un cine; en cambio, si la historia fuese llevada a la televisión, las operadoras de cable se ganarán el dinero de todos los hogares que pagaron por el servicio.
Se contemplan despidos
Los directivos de Walt Disney Co afirmaron a comienzos de año que están considerando la posibilidad de recortar gastos, lo que podría incluir cientos de despidos en su estudio cinematográfico y en otras unidades de negocio.
El imperio de la industria del entretenimiento, que tiene parques temáticos, productos, cine y televisión, considera que algunos puestos de trabajo no son necesarios debido a las mejoras tecnológicas a nivel mundial.
Como un claro ejemplo, el consejero delegado de Disney, Bob Iger, dijo en entrevista con Financial Times que las ventas de DVD, que lideraron los ingresos de los estudios en los últimos diez años, se desplomaron y no lograron ser reemplazadas por plataformas de distribución digital.
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