Desde hace miles de años, la inteligencia espiritual y sus milagros se han manifestado a través de las manos de los seres humanos. Este talento natural existe mucho antes de inventarse las palabras, pues con las manos percibimos algunos sentimientos que están escondidos en las profundidades de inconsciente, tales como el dolor, la ira, la tristeza, la alegría, el amor, la compasión, la calma interior y muchos otros matices con los que vamos aprendiendo a conocernos a nosotros mismos y a descubrir nuestra alma.
Las religiones han usado el poder sanador de las manos para aliviar el sufrimiento de las personas afectadas por bloqueos físicos, energéticos y emocionales.
En la Iglesia Católica se ha practicado la imposición de las manos, las misas de sanación para los enfermos y la bendición que según la creencia de los feligreses, exonera las cargas de la culpa sobre sus conciencias para transformar sus malos hábitos y convivir con la paz interior.
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Sin duda, aquellas personas dotadas de este talento son muy valiosas, ya que el sólo hecho de tener la disposición y la buena intención de compartir de manera caritativa su energía vital con el otro para ayudarles a superarse, los convierte en seres benevolentes y generosos.
Este es el caso del sacerdote de la Arquidiócesis de Bogotá, el padre Marino Marín Marmolejo, quien fue el párroco de la Iglesia Santa Rita de Nicasia la “patrona de los imposibles” en el barrio El Country Club de Bogotá.
Actualmente, desempeña su labor misional y de evangelización en el municipio de Anapoima, complementando su propósito de “sembrador” mediante el programa radial “Buenos días con Jesús”, el cual se trasmite por la Radio Red de RCN donde ofrece sus reflexiones llamadas “pildoritas espirituales” a sus miles de oyentes en el país.
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En esta entrevista exclusiva para Konciencia de kienyke.com el padre Marino Marín nos orienta hacia la necesidad de cultivar la paz interior, sobre todo en estos tiempos de temor e incertidumbre causado por la pandemia del COVID - 19.
Además, nos habla abiertamente y sin prejuicios del poder de sanacion de sus manos que según él, le fue otorgado directamente por el Espíritu Santo. También explica cómo usa la intuición para detectar muchas enfermedades, especialmente la del cáncer.
Finalmente nos invita a celebrar con optimismo y alegría esta semana de Pascua, renaciendo a una vida simple llena de sentido y servicio hacia los demás. Bienvenidos a este mundo espiritual en compañía de un ser humano sencillo, pero lleno de luz, buen humor y energía contagiante.
Por: Armando Martí.
