Con una contundente votación de 51 votos a favor y solo 2 en contra, el Senado de la República aprobó en último debate la esperada Ley Contra el Ruido, un marco normativo diseñado para mitigar los efectos de la contaminación acústica en Colombia. La iniciativa, que busca proteger la salud pública y promover una convivencia más armónica entre los ciudadanos, introduce sanciones claras y medidas concretas para regular el impacto del ruido tanto en espacios públicos como privados.
La Ley contra el Ruido, impulsada por el representante Daniel Carvalho y la senadora Andrea Padilla, responde a un problema creciente en las principales ciudades del país, donde los niveles de ruido superan los límites recomendados para la salud humana. Según estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición prolongada a niveles de ruido superiores a los 65 decibeles puede generar problemas cardiovasculares, estrés, pérdida auditiva y afecciones psicológicas.
"Uno de los datos que más nos asustó es que el 70% de las llamadas que entran al 123 están relacionadas al ruido", indicó Camilo Quintero, coordinador de la ley, durante una entrevista en Blu Radio. Este alarmante dato fue uno de los principales motores que impulsó la iniciativa, que promete tener un impacto directo sobre las comunidades más afectadas por la contaminación acústica.
Sanciones y medidas específicas
La Ley establece sanciones que pueden alcanzar hasta 40 salarios mínimos mensuales legales vigentes dependiendo de la gravedad de la infracción. Entre las infracciones que se regularán figuran el ruido generado por bares, restaurantes, eventos masivos, y el tráfico vehicular. Además, se contempla el establecimiento de herramientas de medición y monitoreo del ruido ambiental, con el fin de contar con datos certeros y actualizados sobre el impacto acústico en las ciudades.
Una de las medidas más destacadas es la suspensión inmediata de actividades que superen los límites permitidos de ruido, especialmente si ponen en riesgo la tranquilidad de las comunidades o el orden público. "Para la adopción de decisión sobre infracciones por ruidos que afecten la convivencia, se seguirá el procedimiento establecido en la Ley 1801 de 2016, teniéndose en cuenta la inmediatez y oportunidad en la atención del motivo de policía", señala el texto de la ley.
Además de las sanciones, la norma incluye programas pedagógicos para concientizar a la población sobre los efectos negativos del ruido y fomentar una cultura de respeto por la tranquilidad de los demás.
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Ciudades más beneficiadas
Las ciudades más beneficiadas por la nueva ley serán Bogotá, Medellín, Cali y Cartagena, donde los niveles de ruido han alcanzado límites preocupantes. De acuerdo con el proyecto, estas urbes experimentarán un impacto positivo en la reducción de la contaminación acústica, especialmente en zonas de alta densidad poblacional y actividades comerciales.