En la mañana de este sábado se produjo una nueva comunicación telefónica entre Rodrigo Londoño 'Timochenko' y Salvatore Mancuso, exjefes de las Farc-EP y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), quienes en julio del 2020 tuvieron una primera charla en la que discutieron sobre la importancia de proteger a la JEP y la necesidad de contar toda la verdad para esclarecer la historia del conflicto armado.
En esta ocasión, 'Timochenko' expresó a Mancuso su preocupación y la del partido Comunes porque creen que, de llegar a Colombia tras haber purgado una pena de 15 años en Estados Unidos, seguramente van a intentar asesinarle, teniendo en cuenta que el antiguo jefe paramilitar se ha mostrado interesado en que "el país conozca cabalmente lo ocurrido durante décadas de violencia y conflicto interno", según dijo el exministro Álvaro Leyva tras haber facilitado la primera llamada entre estos antiguos rivales de guerra.
"Estamos con esa preocupación. (...) Como usted bien lo sabe, cada uno tiene una partecita de la verdad de lo que nos pasó en este conflicto y necesitamos esa verdad, esa parte que usted tiene, y que la JEP y la Comisión de la Verdad lo escuchen", dice 'Timochenko' en una llamada que duró poco más de 12 minutos.
Salvatore Mancuso responde consciente de la situación y agrega que el interés de algunos es enviarlo a una cárcel en Colombia para ser "torturado, asesinado y silenciado definitivamente".
"Mis verdades han sido y siguen siendo muy incómodas porque involucran la responsabilidad del Estado y de personas de reconocida connotación nacional", asegura Mancuso.
Cabe mencionar que, aunque el excomandante paramilitar ya cumplió su condena, las medidas decretadas en Estados Unidos por cuenta del Covid-19 –sumado a un error en el trámite de su extradición–, han retardado este proceso e imposibilitado que se autorice la solicitud para que el excomandante del bloque Catatumbo de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) retorne al país, tal y como también lo ordenó la Sala de Justicia y Paz del Tribunal de Bogotá.
Entretando, Rodrigo Londoño y Salvatore Mancuso concordaron con que las víctimas son parte fundamental y esencial dentro del proceso de paz, así como lo es también la no repetición de estos actos y el reconocimiento del Estado como parte de una guerra en la que cayeron muchos inocentes. De hecho, el excomandante de las AUC, reconoce una vez más que colaboró en la guerra con quienes hoy quieren juzgarlo.
"No puede seguir sucediendo lo que pasó conmigo. Reclutarme, entrenarme, participar conjuntamente con nosotros en muchas acciones bélicas, y que luego ese mismo Estado sea el que nos juzgue (...) para eludir sus responsabilidades en el conflicto Armado", aseveró Mancuso.
¿Por qué son importantes los acercamientos entre Mancuso y Timochenko?
Tres meses después de su primera conversación, Londoño y Mancuso se juntaron para pedirle perdón a la comunidad indígena del país, por los diferentes crímenes cometidos en su contra.
La declaración se produjo el 23 de octubre del 2020 ante la Comisión de la Verdad, en el encuentro por la Verdad Indígena, en donde se esclareció el homicidio del líder embera katío Kimy Pernía Domicó, asesinado en el 2001 por Mancuso.
"Quisiera aprovechar la oportunidad, de todo corazón, para pedirle perdón por estos hechos que los han llenado de luto, dolor, sufrimiento, con la muerte del líder indígena Kimy Pernía. Nosotros nunca debimos haber tomado acciones en la guerra", expresó Mancuso.
Pero más importante aún, es que en medio de este acto de reconciliación entre el antiguo comandante paramilitar y Marta Cecilia Domicó, hija de Pernía Domicó, la joven indígena de 19 años manifestó que la pérdida de su padre dejó "huérfano" al pueblo embera katío, pero perdona el asesinato cometido.
"Gracias Marta Cecilia, yo le agradezco de corazón este espacio, me duele lo que sucedió con ustedes y con los pueblos indígenas del Alto Sinú y de toda Colombia", agregó Salvatore Mancuso sobre lo que calificó como un "crimen de Estado", ya que asegura haber recibido la orden de las Fuerzas Militares y del asesinado paramilitar Carlos Castaño.
En aquel momento Rodrigo Londoño se unió a la solicitud de perdón de su antiguo rival de guerra y reconoció que fue una equivocación no haber tenido en cuenta a las comunidades indígenas en medio de la expansión que llevaron a cabo las Farc mientras operaron como guerrilla: "Ante ustedes, en nombre de la organización, me permito pedirles que algún día nos puedan perdonar. Les pido la posibilidad de que nos reconciliemos para que esto no se vuelva a repetir".
Este acto de perdón se convirtió en un hecho de suma importancia para la búsqueda de reconciliación y verdad que llevan a cabo las víctimas desde hace décadas. Además, brinda destellos de esperanza a otras poblaciones que anhelan saber qué pasó con sus familiares o amigos asesinados y desaparecidos en medio del conflicto colombiano, por eso la importancia de que Mancuso y Timochenko, quienes en el pasado se enfrentaron buscando eliminarse el uno al otro, colaboren conjuntamente en la reconstrucción de la verdad.