El cáncer de seno se ha convertido en una de las principales preocupaciones de salud pública en Colombia, donde las cifras indican que solo el 58.18% de los pacientes con tumores sólidos son diagnosticados en etapas tempranas. Esta alarmante realidad subraya la necesidad urgente de fortalecer las estrategias de diagnóstico precoz, como lo mencionó en entrevista con Kienyke.com la doctora Diana Giraldo, coordinadora científica de Oncology Fighters y gerente de Investigación y Docencia de Clinaltec.
La doctora Giraldo enfatiza que la etapa del cáncer al momento del diagnóstico influye directamente en el pronóstico de los pacientes.
Un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia entre una recuperación efectiva y un tratamiento prolongado y complicado. Sin embargo, en Colombia, a pesar de los esfuerzos por mejorar la educación en salud y realizar campañas de tamizaje, los resultados aún son insuficientes. Las estadísticas indican que muchas mujeres no están recibiendo el cuidado necesario en las fases iniciales de la enfermedad.
Uno de los pilares de la prevención es la educación. La doctora Giraldo destaca la importancia de las campañas de concientización que enseñan a las mujeres a realizarse autoexámenes y mamografías anuales. Estas prácticas son esenciales para detectar cambios en el cuerpo que puedan indicar la presencia de cáncer. "Cuando te palpas una manchita, es crucial consultar de inmediato. A menudo, cuando se siente una masa, ya es un tumor de al menos un centímetro", advierte la especialista.
Las mamografías de alta resolución son fundamentales, ya que pueden identificar lesiones microscópicas que no son palpables. Esto permite que el diagnóstico sea aún más temprano, mejorando significativamente las posibilidades de éxito en el tratamiento.
Iniciativas de Oncology Fighters
Con el fin de abordar la problemática del diagnóstico tardío, Oncology Fighters ha desarrollado una iniciativa innovadora que busca capacitar a médicos generales en la detección temprana de cáncer. La doctora Giraldo explica que uno de los mayores retos es el tiempo que transcurre entre la sospecha y el diagnóstico. A menudo, los médicos generales no están seguros de cómo proceder, lo que puede resultar en retrasos críticos.
La iniciativa propone entrenar a estos médicos para que reconozcan los signos de diferentes tipos de cáncer y se sientan cómodos realizando las referencias adecuadas. Esto no solo acortará el tiempo de diagnóstico, sino que también facilitará el acceso a tratamientos especializados, impactando positivamente en la supervivencia de los pacientes.
Los datos son contundentes: cada semana de retraso en el inicio del tratamiento puede aumentar el riesgo de mortalidad en un 8% para el cáncer de mama. Esto significa que un retraso de ocho semanas puede incrementar este riesgo en un 17%, y doce semanas pueden llevar a un aumento del 26%. Este impacto directo subraya la urgencia de mejorar los tiempos de respuesta desde la sospecha inicial hasta el tratamiento efectivo.
La atención integral es crucial en el manejo del cáncer de seno. La doctora Giraldo resalta que los pacientes deben ser atendidos por un equipo multidisciplinario que incluya oncólogos, cirujanos plásticos, radiólogos y otros especialistas. Este enfoque no solo garantiza un tratamiento más completo, sino que también mejora el apoyo emocional y psicológico para las pacientes durante un momento tan crítico.
Finalmente, la doctora Giraldo anima a las pacientes diagnosticadas a enfrentar su situación con una actitud positiva. "Luchen por sus derechos a recibir atención en instituciones oncológicas de calidad y no duden en aceptar las recomendaciones de sus médicos", aconseja. Enfrentar el diagnóstico con determinación y apoyo profesional es vital para optimizar el proceso terapéutico y mejorar los resultados finales.
El cáncer de seno sigue siendo un desafío significativo en Colombia, pero iniciativas como las de Oncology Fighters y la educación continua de médicos y pacientes son pasos esenciales hacia una mejora en los diagnósticos y tratamientos.
La detección temprana y el acceso a atención especializada son claves para aumentar la supervivencia y la calidad de vida de las mujeres afectadas. La lucha contra el cáncer de seno es un esfuerzo colectivo que necesita el compromiso de todos.