La concejal Marisol Gómez dijo que los casi tres meses de parálisis económica por la pandemia del coronavirus han dejado 470.000 nuevos pobres en Bogotá. Señaló que, según proyecciones de Fedesarrollo, la pobreza en la ciudad ya afecta al 17,2% de los bogotanos, lo que significa un aumento de 5,6 puntos porcentuales con respecto a la cifra del año pasado.
“Y si esta situación se prolonga, la pobreza se acercará al 20%, con lo cual tendríamos unos 600.000 pobres más y millón y medio de bogotanos viviendo en situación de pobreza”, afirmó la concejal de Bogotá Para La Gente.
Indicó que la caída de la economía colombiana por la pandemia del coronavirus será más pronunciada de lo anticipado al iniciar la emergencia sanitaria. Ya vamos para tres meses de aislamiento, agregó, y muchas actividades siguen paralizadas, lo que aumenta la posibilidad de una recesión de gran magnitud.
La semana pasada, el Banco Mundial actualizó sus proyecciones y estimó que la economía colombiana caerá 4,9% este año. Esto, dijo Gómez, tendrá un impacto más severo en Bogotá, donde se concentra la cuarta parte del PIB del país. Hay que tener en cuenta que la proyección de crecimiento que el Banco Mundial estimaba para 2020 se situaba 3,6 % en sus estimativos de enero.
Fedesarrollo estima que la contracción de la economía en Bogotá será del orden de -5,6% y -8,7%. “Estamos hablando de la peor recesión en la historia de la ciudad y, principalmente, estamos hablando de una crisis económica que tendrá un enorme impacto social”, puntualizó.
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En 2019 teníamos una pobreza de 11,6%. Hoy, tras tres meses de parálisis casi total de la economía, tenemos una pobreza de 17,2% según Fedesarrollo.
Según análisis de Bogotá Cómo Vamos, el 28% del empleo en la capital lo genera comercio, hoteles y restaurantes, sectores de los más golpeados por la crisis derivada de la pandemia, por lo que se requieren acciones en diferentes frentes para mitigar los impactos generados.
“Por eso yo quiero enfatizar que, más que una recuperación económica, debemos trabajar por una recuperación social. Entendiendo, desde luego, que ambos factores van de la mano”, sostuvo.
La protección de los empleos formales es vital para reducir el negativo impacto económico por el que atraviesa la ciudad. Las mypimes que estaban en un importante proceso de posicionamiento se están viendo afectadas y alrededor del 60% tuvieron que despedir a sus empleados.
Gómez pidió al Distrito agilizar el programa Ingreso Mínimo Familiar, que no está funcionando con la rapidez que los bogotanos más humildes necesitan. Propuso, además, que la Alcaldía analice nuevas formas progresivas de tributación, por ejemplo, gravando capitales y no trabajo; y que el Sena y otras instituciones educativas comiencen a formar a los jóvenes para que trabajen en las grandes obras de infraestructura que se iniciarán en la ciudad.