El nuevo Pico y Placa en Bogotá ha traído inconformidad en los ciudadanos, puesto que muchos se vieron afectados por la medida. Ante esto, el experto en movilidad Fernando Rojas hizo un análisis de los pros y contras que tiene esta restricción; y de las soluciones que se deberían implementar para mejorar la movilidad.
Cabe recordar que, el año pasado, la Secretaría de Movilidad anunció cambios en el Pico y Placa, ya que la restricción anterior, mediante la cual se establece un horario específico en el que los usuarios pueden movilizarse en sus vehículos de acuerdo al número con el que finaliza su placa, había traído conflictos para la movilidad de la ciudad.
Sin embargo, la entidad indicó que esta medida ha fomentado la compra de dos carros por cada hogar, lo que haría cada vez peores las congestiones viales y aumentaría la contaminación en la ciudad. Además, se ha registrado un incremento en la evasión debido a iniciativas como el Pico y Placa solidario y el Pico y Placa compartido.
De tal manera, el Pico y Placa quedaría así: Los días impares podrán transitar los vehículos cuya placa finalice en 1 ,2, 3 , 4 y 5; mientras que los días pares podrán circular los carros que tengan su matrícula terminada en 6 ,7, 8, 9 y 0.
Anteriormente, se había establecido que la restricción cambiaría su orden cada cuatro meses y que se le daría aviso a la ciudadanía 20 días antes de que entraran en vigencia las modificaciones.
Sin embargo, la Alcaldía Mayor informó mediante una rueda de prensa que la norma ya no rotará cada cuatro meses sino cuando se considere necesario. Así las cosas, se le dará aviso a la ciudadanía 10 días de que la restricción entre en vigencia y se realizarán las respectivas jornadas de pedagogía para que los usuarios se puedan adaptar correctamente.
Adicionalmente, la medida del Carro Compartido, con la cual los conductores podían quedar exonerados de la restricción si llevaban más de dos pasajeros en el carro, fue abolida. Por su parte, el Pico y Placa Solidario, mediante el cual los usuarios pagan una cuota para quedar eximidos de la norma, permaneció y subió el precio de sus tarifas.
La decisión del gobierno Distrital despertó un sin fin de críticas por parte de quienes utilizan su vehículo a diario, puesto que pagan altos costos de impuesto vehicular e igual no se les permite transitar libremente. Adicionalmente, muchos de los que poseen dos automóviles se vieron afectados con los cambios.
Con el fin de responder a las constantes dudas de los bogotanos, KienyKe.com conversó con Fernando Rojas, experto en movilidad, quien dio un balance de los impactos que tendría la nueva medida en la movilidad.
El entrevistado contextualizó a la audiencia afirmando que "la crisis de movilidad que estamos viviendo hoy en Bogotá es consecuencia de la falta de gestión por parte de las administraciones de los últimos 25 - 30 años".
Desde ese momento existe una gran deficiencia en la infraestructura vial, ya que se pensaba que "si se construían más vías, nos íbamos a llegar de carros, pero no construyeron las vías y sí nos llenamos de carros".
De esta manera, el volumen de personas que empezó a tener Bogotá no pudo ser soportado por la malla vial y la ciudad colapsó. Ahora, suplir las necesidades de tránsito de los usuarios es cada vez más difícil.
Desde hace años se han venido implementando diferentes normas que buscan regular el tráfico de vehículos en Bogotá. Sin embargo, según Rojas, las medidas no han sido efectivas porque no se ha hecho un acompañamiento pedagógico para que los ciudadanos tengan conciencia de cómo utilizar los carros y motos correctamente.
Ante esto, el experto señaló que no se trata de que si este nuevo Pico y Placa funciona mejor que los anteriores, sino que la restricción a los vehículos "no es la política de movilidad de la ciudad".
De esta manera, el experto planteó las medidas que se podrían implementar para solucionar la crisis de movilidad. En primer lugar, argumentó que se deben prestar mejores garantías para el uso de transporte público. Esto no solo incluye una rebaja en el precio del pasaje, sino también mejorar la seguridad, ampliar la cobertura del sistema y aumentar la flota de buses.
Un segundo aspecto es que el Gobierno Nacional deberá tomar medidas con respecto a la industria automotriz "porque no puede decir por un lado 'hay que utilizar el transporte público', pero al mismo tiempo sacar provecho de los impuestos, de la generación de empleo y todo lo que se produce alrededor de la industria automotriz".
Articulando el primer con el segundo punto, el transporte público debe ser competitivo con la compra de vehículos. Para los usuarios debe ser más viable, en todo sentido, tomar un autobús que comprar una motocicleta o un automóvil, lo cual es una deficiencia de este gobierno y de los anteriores.
En tercer lugar, es muy importante que las obras viales se organicen mejor para que no colapsen la ciudad y se realicen en el tiempo establecido. Para ello, se debe realizar una buena planeación y control en cada construcción.
Por último, Rojas afirmó que el aporte de la ciudadanía es esencial para mejorar la movilidad: "Esto ya no lo va a resolver simplemente una decisión de la administración (...) Es muy importante que todos empecemos a pensar qué podemos hacer para contribuir a la movilidad de la ciudad".
Iniciativas como compartir el carro con compañeros de trabajo, utilizar el transporte público, la bicicleta y/o caminar, la mejor medida de lo posible, puede ser de gran ayuda para las congestiones que se presentan en la capital.