Un nuevo choque entre el Ministerio de Salud y la Alcaldía de Bogotá se presentó este miércoles 3 de febrero, por la autorización para el regreso a clases presenciales en las instituciones educativas en la ciudad.
El Ministerio de Salud informó que esa decisión no había sido autorizada por esa institución en el pasado Comité Epidemiológico Nacional. “Sobre la presencialidad en colegios y universidades en Bogotá, con aforos reducidos, desde el Ministerio de Salud queremos precisar que en el comité asesor del pasado 2 de febrero no fue aprobada esta medida”, aseguró la cartera.
Este pronunciamiento se dio como una respuesta al anuncio de la alcaldesa Claudia López, quien informó que de acuerdo a la alerta naranja en la ciudad, los colegios privados podrían retomar clases presenciales a partir del 8 de febrero y las instituciones públicas a partir del 15 del mismo mes.
Ese regreso a clases, según la mandataria capitalina, se daría en medio del programa de Reapertura Gradual, Progresiva y Segura, que ya había empezado en octubre de 2020, pero tuvo que posponerse durante el mes de enero por el segundo pico de la pandemia de Covid-19 que atravesó la ciudad.
Respecto al anuncio del Ministerio de Salud, la alcaldesa Claudia López señaló que la autorización no es competencia de esa cartera nacional, sino que corresponde a las autoridades de educación del Gobierno y la Alcaldía.
“En efecto el comité epidemiológico nacional del Ministerio de Salud nos informó ayer que se abstenía de emitir ese concepto porque los lineamientos de bioseguridad para el regreso gradual, progresivo y seguro del sector educativo lo da Ministerio de Educación y Secretaría de Educación en sus competencias”, escribió la alcaldesa.
La mandataria también agregó desde el Colegio de la Bici, que el regreso a clases continuará como se había planteado y que el pronunciamiento del Ministerio de Salud se debe a las competencias de cada cartera.
“Es un tema simplemente de competencias, los colegios de hecho ya habían empezado desde el año pasado; de manera que esas competencias y lineamientos estaban desde el año pasado, se estaban usando. Los más de 500 colegios privados que ya habían iniciado el año pasado y quieran continuar, nuevamente, a partir del 8 de febrero lo pueden hacer y los colegios públicos regresarán el próximo 15 de febrero siguiendo los lineamientos del Ministerio. Sin duda, el lunes empiezan”, afirmó López.
El ministro de Salud Fernando Ruiz aclaró que los reparos de su cartera al programa de regreso a clases en Bogotá se debe al control de aforos en las instituciones de educación, pero que su abstinencia de concepto no detienen el programa que adelanta actualmente la Alcaldía.
“El imperativo es garantizar el distanciamiento físico y la bioseguridad en centros educativos. Poner un aforo arbitrario podría comprometer el derecho a la educación”, explicó el asesor del Ministerio Julián Fernández-Niño.
En ese mismo sentido se pronunció el ministro de Salud, quien aseguró: “Según las normas de bioseguridad vigentes en el país no debe haber porcentajes de aforo en los colegios, eso permitirá ampliar el número de niños que puedan acceder a la educación presencial en alternancia”.
Es decir, que para garantizar el derecho a la educación, no se puede establecer un aforo definido en los colegios y esa misma medida permitirá a más niños acceder a la educación en la ciudad.
El programa de Reapertura Gradual, Progresiva y Segura de las aulas en Bogotá, establece que “el aforo máximo dependerá de las condiciones de infraestructura en donde se lleven a cabo las actividades. Con el apoyo del equipo de espacios escolares seguros de la SED, se podrá determinar el aforo permitido en cada una de las instituciones educativas, considerando las características de la infraestructura y la ventilación existente”.
En ese sentido, cada institución podrá determinar, de acuerdo a su infraestructura, el número de estudiantes que podrá recibir clase presencial al mismo tiempo en el edificio o aulas del colegio.
Para hacerlo, las instituciones deberán realizar mediciones para la demarcación de áreas, la valoración de la ocupación real de las aulas y espacios pedagógicos, la verificación de la ventilación, alturas de los espacios y condiciones generales de la infraestructura.
Según el protocolo de la Alcaldía, los planes piloto permitieron determinar que no es viable establecer un nivel de aforo máximo general en todas las instituciones y por esa razón se dejó individualmente a cada institución establecer el nivel de aforo.
“La restricción del uso del 25% y del 35% de la infraestructura educativa fue una medida tomada en el mes de septiembre 11 y que estaba encaminada a garantizar el distanciamiento de dos metros en aula. Los aprendizajes y la evidencia en jardines, colegios e instituciones de educación superior permiten señalar que no es recomendable definir una medida de aforo general, sino que este debe ser determinado por las condiciones de la infraestructura de cada institución”, se lee en el documento.
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La alcaldesa Claudia López reiteró que el programa de reapertura de las aulas continuará en la ciudad bajo los lineamientos establecidos, sin embargo reiteró que la decisión de enviar o no a los menores a las clases continuará en manos de los padres.