La más reciente decisión de la Corte Constitucional de reanudar las corridas de toros en Bogotá causó gran controversia. En redes sociales, las opiniones frente a este tema se han visto muy divididas, puesto que hay quienes se han declarado amantes de estos eventos y otros que los aborrecen.
La Corte Constitucional de Colombia emitió este martes una sentencia en la que obliga a la Alcaldía de Bogotá a restituir la Plaza de Toros de la Santamaría de la capital para la celebración de corridas de toros, vetadas desde 2012 cuando Gustavo Petro era alcalde de la ciudad.
En la sentencia del alto tribunal colombiano se exige a las autoridades locales cumplir con la sentencia T-296 de 2013, que ordena restituir de manera inmediata la plaza de toros bogotana para acoger espectáculos taurinos, mientras que asegura que el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) "incumplió la sentencia".
Por eso, apremió al IDRD a "garantizar la continuidad de la expresión artística de la tauromaquia en la ciudad de Bogotá" en la siguiente temporada taurina y "restituir de manera inmediata la Plaza de Toros de Santamaría como plaza de toros permanente para la realización de espectáculos taurinos y la preservación de la cultura taurina, sin perjuicio de otras destinaciones culturales o recreativas siempre que éstas no alteren su destinación principal y tradicional".
Además la Corte añadió que "contra esta decisión no procede recurso alguno". La decisión generó rechazó en el sector antitaurino, que había celebrado reciente una decisión del presidente colombiano, Gustavo Petro, de suspender las corridas en la Feria de Cali.
"Lucharemos con más fuerza por el proyecto de ley que prohibiría las corridas de toros en Colombia", expresó la senadora Andrea Padilla, una de las impulsoras de una legislación que prohiba espectáculos con animales, en su cuenta de Twitter.
Los toros y la tauromaquia han sido un tema polémico de la agenda política y legislativa del país en los últimos años, con varios intentos por promover una ley que los prohíba en el Congreso que no han tenido éxito.
En la actualidad está en trámite un proyecto que persigue este fin y que, por el momento, todavía sigue su curso legislativo. El más reciente rifirrafe estuvo protagonizado por el Gobierno, después de que Petro ordenara suspender las corridas de Cali, una decisión muy criticada por el sector taurino del país.
La Corte Constitucional de Colombia, al pronunciarse sobre la continuidad de las corridas de toros en Bogotá, vetadas en 2012 por el entonces alcalde Petro, emitió en 2017 un fallo en el que estableció que se debían respetar en los municipios donde esa práctica tuviera un arraigo cultural.
Las opiniones de las personas
Varios usuarios, incluyendo los congresistas y representantes a la cámara que desaprobaron el proyecto que buscaba prohibir las corridas de toros a nivel nacional, celebraron la decisión de la Corte en redes sociales, argumentando que estas prácticas correspondían a una tradición y cultura.
Algunos de los de los defensores taurinos fueron Juana Carolina Londoño - del Partido Conservador-, Carolina Arbeláez y Gersel Luis Pérez -del Cambio Radical-; Christian Garcés y Hernán Darío Cadavid -del Centro Democrático-, y Hernando Guida Ponce del Partido de la U.
En los trinos con los que celebraron el fallo, varios fanáticos de la tauromaquia expresaron su felicidad con esta nueva medida: "¡Gracias por su lucha y estar defendiendo las tradiciones y libertades de todos! Valiente y grande lo que hace. ¡Olé por eso!"; "Felicitaciones Colombia ¡Qué viva la fiesta brava y abajo los antitaurinos!"; "Gran noticia, muchos empleos y personas de escasos recursos tendrán un aliciente con sus negocios. Felicitaciones", fueron algunos de los comentarios.
Sin embargo, hubo muchos internautas que se mostraron en contra del regreso de las corridas de toros, señalando que en estos eventos se ejerce un discriminado e injustificado maltrato animal y que no tendrían porque ser calificados como arte, tradición ni mucho menos cultura.
"No, deben ser prohibidas, el maltrato animal debe ser prohibido, esas prácticas arcaicas del pasado deben quedar en el olvido"; "Los actos de tortura, el maltrato y promoción de actividades violentas son contrarios a principios constitucionales y contenidos axiológicos verticales del ordenamiento jurídico colombiano. Las conductas crueles no son expresiones culturales. Qué desalentadora decisión", comentaron algunos ciudadanos.
Funcionarios públicos como Katherine Miranda, Sandra Ramírez e incluso el presidente Gustavo Petro se manifestaron públicamente en contra del nuevo fallo. Además, muchas campañas de organizaciones animalistas han creado un movimiento que buscan que se prohíba la tauromaquia no solo en Bogotá sino también en todo el país.
En KienyKe.com salimos a las calles a preguntarle a los ciudadanos qué opinan sobre esta nueva medida y la balanza estuvo bastante inclinada.
El ciudadano Santiago Beltrán se mostró en desacuerdo y señaló que se deberían abolir las corridas de toros porque "es un tema que ya está muy enchapado a la antigua y más por el animalismo, es algo que deberíamos dejar de implementar y dejarlo en el pasado. Esto se trata de avanzar".
Por su parte, Noemí Salazar indicó que a nivel mundial se está llevando a cabo una gran lucha para proteger los derechos de los animales y que no considera correcto que Bogotá, siendo una ciudad tan avanzada e importante, vuelva a implementar esta práctica.
La transeúnte Érika Nieto señaló que aunque la tauromaquia ha sido considerada como como cultura y arte, no debería ser denominada como tal, ya que implica un fuerte maltrato animal: "Puede que haya sido una tradición, pero en realidad estamos dañando un animalito y está sufriendo antes de morir (...) Es un poco inhumano tratar a los animales de esta manera y que vuelva a suceder en Bogotá me parece terrible".
María Teresa Rodríguez afirmó que los toros, al igual que los seres humanos, pueden sentir dolor y sufrir , pero no pueden hablar ni gritar, por lo que la tauromaquia es un abuso indiscriminado.
Finalmente, Héctor Fernández calificó la decisión de la corte como un retroceso, puesto que "ya se había logrado algo en el senado y esto ya está mandado a recoger. Uno ve estos escenarios y están prácticamente vacíos".
