Este miércoles 21 de abril se lleva a cabo otra tala de árboles en Bogotá. El personal del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) es el encargado de realizar la actividad que se lleva en la Avenida 68. Tal como lo informó la Alcaldía, el trabajo se realiza para ampliar el tramo vial de la zona y así dar paso al Transmilenio planeado por esa zona.
La tala ha generado controversia en redes sociales y lo han catalogado como un “arboricidio”. Esta actividad inició la semana pasada en el barrio Villa Claudia y se reanudó hoy a pesar de las protestas que se realizaron.
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Aquella vez se realizó durante la cuarentena y a medianoche. “Es un abuso que programen estos trabajos desde la medianoche, no podemos dormir, llevamos así dos días y aparte nadie nos avisó sobre estas labores”, dijo en ese momento Manuel Granda, un residente de la zona.
Ahora varios ciudadanos de la localidad de Kennedy salieron a protestar por la tala de árboles. Incluso, el excandidato a la Alcaldía Mayor de Bogotá, Hollman Morris, comentó al respecto: “Le mintieron a los vecinos, no hicieron las mesas de trabajo con la comunidad. No atienden llamado de personería a presentar estudios para la tala”.
El llamado de la Personería de Bogotá al que se refiere Morris se realizó el pasado 20 de abril. El órgano de control propuso suspender la tala de árboles en la Avenida 68 hasta que se realicen los ajustes al proyecto y que, a su vez, sean autorizados por la Secretaría de Ambiente.
El IDU también respondió al respecto, aclarando que durante el mandato de Enrique Peñalosa se dejaron firmadas nueve resoluciones de la Secretaría de Ambiente que avalan ese proyecto, pero que han reducido esa cifra con “la disminución de 2.025 a 1.409 talas, que serán reemplazadas por el bloqueo y el traslado de 616 árboles”.
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La Secretaría de Ambiente también respondió ante el trabajo que se presenta hoy. “En Bogotá no hay tala indiscriminada”, dijo Carolina Urrutia, secretaria de Ambiente. Según la funcionaria cada obra pública tiene la obligación de incorporar el arbolado en sus diseños, bloquear y trasladar todos los árboles que tengan la posibilidad de sobrevivir. “Por cada árbol talado se siembran cinco árboles en la ciudad, lo más cerca de la obra posible”, agregó.
A pesar de que la entidad no realiza la tala, es la que da la autorización para que se lleve a cabo. Por lo mismo Urritia aclaró que el proyecto fue avalado en 2019 pero que han “trabajado con el IDU, el Jardín Botánico y, por supuesto, las comunidades, para tratar de disminuir las talas relacionados con estas obras a lo mínimo posible”.
