La economía en el país y el resto del mundo sufrió daños que en algunos casos fue irreparable, debido a la pandemia del covid-19. Uno de los sectores más afectados fue el gastronómico, donde muchos emprendedores y propietarios tuvieron que cerrar las puertas de sus restaurantes.
El chef Christopher Carpentier en entrevista con el diario La República, habló de la manera en que la cocina se reinventó, sobre los retos a los que ahora se enfrenta y su protagonismo en Colombia.
El chileno expresó que en Bogotá hay un obstáculo para las personas que quieren abrir un restaurante, pues expresó: “El valor del bien raíz en Bogotá, ya sea residencial o comercial, no tiene relación con el ingreso por ninguna parte. Claramente los grupos gastronómicos grandes son los que manejan hoy en día el rubro como tal porque muchos de estos son dueños de las propiedades. Básicamente explotan la propiedad como un negocio paralelo al restaurante”.
Una nueva modalidad que ha surgido es la cocina oculta, pues su menor costo y reducción de proceso hace que sea una estrategia clave para poder emerger en la gastronomía colombiana.
“Si quieres ir a poner un restaurante en un lugar alejado, es una apuesta incierta. Pero si vas a una zona donde sabes que las personas van a comer, los arriendos son estratosféricos y la venta tiene que ser tremenda. No es fácil esa transición de la cocina oculta al restaurante. Yo por lo menos recomiendo que si a la persona le está yendo bien en la cocina oculta, siga invirtiendo en esa área”, señaló el chileno en la entrevista.
Además, puntualizó que no se trata de Colombia, sino su capital, pues es allí donde es costoso tener un restaurante. Aseguró que es la ciudad la que determina si un arriendo en un local, lo productos alimenticios o diferentes elementos que constituyen un restaurante, son caros o no.
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“No es Colombia, es Bogotá donde es caro tener un restaurante. En Medellín los costos pueden ir a la mitad, en cambio en Cartagena vuelven y suben. Todo es según la ciudad del país. En ciudades como la capital, la densidad es la que da el valor. Aquí generalmente no tiene relación estos rubros. Si nos trasladamos a New York, se compensa el ingreso con los costos”, dijo el chef.
También, resaltó que el agro colombiano tiene ciertas ventajas, como el clima y suelos fértiles, la mano de obra y productos únicos. Todo se debe a su ubicación geográfica, pues es un lugar donde fácilmente se pueden distribuir más fácil sus productos.