El proceso de paz que adelanta el Gobierno de Colombia con las Farc en Cuba se ha estancado en un debate, para muchos fundamental: la refrendación de los acuerdos que se logren. El presidente Juan Manuel Santos propuso, desde el inicio, una consulta popular para que se legitimen los documentos que eventualmente se firmen; los colombianos, llamados a las urnas, votarán punto por punto si aceptan o no dichas decisiones.
Las Farc han respondido a esta idea calificándola como “antitécnica”. En cambio han sugerido la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, mecanismo mediante el que podrían implementarse reformas complejas como la del sector rural. Otros líderes presentan como ideas más fáciles un plebiscito o las consultas del presidente a su gabinete. De cualquier forma en lo que coinciden sectores políticos y académicos es que es necesario que el logro de un acuerdo sea respaldado por la población, para garantizar una paz duradera.
KienyKe investigó sobre las experiencias en otros países que en las décadas recientes han conseguido firmar acuerdos de paz y han buscado la opinión de otros sectores para validarlos. Dos expertos analizaron cada una de las propuestas de refrendación que concluyeron conflictos en diversas naciones y opinaron sobre su validez o no en un escenario como el colombiano.
Vicenç Fisas, director de la Escuela de Cultura de Paz de la Universidad Autónoma de Barcelona, dijo de entrada que “preferiría que no hubiera consulta pública, ni referendos ni constituyente”. Aconseja que luego del pacto de paz, las Farc puedan constituirse como partido y participar en elecciones inicialmente locales.
Camilo Sánchez, investigador del Centro de Estudios DeJusticia y docente de Maestría de Derecho en la Universidad Nacional de Colombia, dijo que la idea de refrendar los acuerdos es novedosa, pues hace tres décadas sólo las negociaciones entre gobierno e insurgentes definían la suerte del país. Sin embargo, considera necesaria la refrendación social y política de los acuerdos, pero sugiere enfocarse en el debate del mecanismo más acertado, porque podría afectarse la Constitución del 91. Estas son ocho experiencias a considerar en esa discusión.
Guatemala. Firma de la paz: 29 de diciembre 1996. Método: Consulta popular
El conflicto interno entre el Gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) duró unas tres décadas. El acuerdo de una paz “firme y duradera” definido antes de finalizar el año 1996 contenía, entre otras disposiciones, reestructuraciones el sistema económico y social del país, la reducción del tamaño del ejército, la reinserción a la vida civil de miembros de la URNG y la garantía para otros de sus militantes en la arena política. Estos puntos debieron ser insertados en la institucionalidad a través de una reforma constitucional de 50 puntos.
Legitimar este logro ameritó convocar una consulta popular el 16 de mayo de 1999, a la que fueron invitados cuatro millones de guatemaltecos. Pero el llamado a las urnas resultó en una sorpresa. Sólo fueron a votar 758 mil personas, el 18.5% del padrón electoral. Además del abstencionismo, superior al 80%, los resultados fueron también desalentadores: la mayoría votó en contra de los acuerdos firmados entre el Gobierno y la URNG.
En general, de los votos obtenidos en dicha jornada el 55% dijo que NO, mientras el 44% votó por el SÍ. Un 1% fueron votos nulos o en blanco. La pregunta que mayor rechazo obtuvo fue la referida a la definición de Guatemala como nación “solidaria, multicultural, plurilingüe y multiétnica”. Posteriores investigaciones establecieron que solo en los departamentos del norte y occidente predominó el SÍ, especialmente en comunidades de mayorías indígenas y en las poblaciones que resultaron más azotadas por el conflicto.
El referendo popular en Guatemala fue, sobre todo, criticado por el abstencionismo más que por el voto negativo.
Iglesias evangélicas pentecostales y neopentecostales llamaron al voto negativo del referendo, amenazando a sus feligreses con expulsarlos de su religión si lo apoyaban, dijo en un análisis el teólogo Juan Hernández Pico. Expertos también atribuyeron este fracaso a las fallas en pedagogía para la realización de esta consulta.
El Salvador. Firma de la paz: 16 de enero de 1992. Método: Reformas constitucionales desde el Congreso.
Para finalizar el conflicto de más de una década entre el Gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FLMN), y luego de otros varios pactos firmados con antelación, fueron suscritos a inicios de 1992 los Acuerdos de Paz de Chapultepec que comprometían el cese definitivo del conflicto a partir del 1 de febrero de ese año. Usando la mediación de la ONU, se incluyeron en este proceso reformas constitucionales en las que había modificaciones al sistema político, la inclusión del FLMN como partido político, repartición de ciertas tierras entre los desmovilizados y transformaciones en la estructura de las fuerzas armadas. En ese proceso no hubo cese al fuego sino hasta la firma de la paz.
Las reformas constitucionales fueron implementadas por el legislativo desde 1990. Las partes que negociaban se encargaron de aceptar los cambios a la constitución, con apoyo de Naciones Unidas. Se requirieron dos periodos de la Asamblea Legislativas para refrendar las reformas constitucionales, hasta 1994. Analistas sugieren que a pesar de que la ONU dio por finalizado en 1997 el proceso de paz, la aplicación de estos acuerdos no ha trascendido más allá de los cambios necesarios para el cese del enfrentamiento armado.
Sobre el método de refrendación, en el que es el legislativo el que legitima y aplica los acuerdos, Camilo Sánchez de DeJusticia explicó que se corre el riesgo de que “la Asamblea (parlamento) esté cooptada por una de las partes del conflicto y no exista un régimen de representación plural, que cubra todos los intereses, y no refrende los acuerdos”.
“Normalmente no se hacen consultas populares sobre los acuerdos. Lo habitual es que se firmen, se reformen desde parlamentos, haya amnistías y se llame a elecciones con los desmovilizados. Así sucedió en El Salvador”, expuso por su parte el investigador catalán, Vicenç Fisas.
Nicaragua. Firma de la paz: Agosto 1989 Método: elecciones
Una sucesión de pactos de paz, incluyendo el proceso de Esquipulas II y la declaración de Montelimar, pusieron fin al enfrentamiento armado de tres décadas entre el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y facciones armadas de la Resistencia Nicaragüense (RN), conocidas como “Contras”. En 1990 se pidió la desmovilización inmediata de los elementos contrarrevolucionarios, adscritos al RN y opuestos al poder que detentaba el FSLN. El principal objetivo de la lucha armada tenía que ver con la necesidad de convocar elecciones libres, con garantías para todos los sectores. La manera de legitimar la paz fue llamar a elecciones y realizar sucesivos pactos para lograr equilibrios de participación política para opositores.
Irlanda del Norte. Firma de la paz: 10 de abril de 1998. Método: Consulta popular
El acuerdo de Viernes Santo o Acuerdo de Belfast fue el resultado de un proceso de paz para finalizar el conflicto de Irlanda del Norte. Llegar a su firma fue un largo proceso de negociaciones que duraron más de diez años. En pocas palabras, el enfrentamiento contraponía a los unionistas protestantes de Irlanda del Norte contra los independentistas católicos irlandeses, que esperaban escindirse del Reino Unido.
Aunque en 1998 se firmara el documento de la paz, el IRA solo renunció a la lucha armada en 2005. “Parecido a lo que dijo hace poco las Farc, IRA no quería la fotografía clásica de la entrega de armas”, expuso Fisas.
El acuerdo de Viernes Santo fue sometido a referendo popular un mes después para ser legitimado por la población de Irlanda del Norte y la República de Irlanda. En Irlanda del Norte participó el 81% del padrón electoral y el voto por el SÍ fue superior al 71%. En la República del Irlanda votaron el 56% de los ciudadanos y el 94% respondió SÍ a favor del acuerdo de paz. “La clave del éxito de la consulta fue que el proceso se hizo lentamente, cuidando garantizar el desarme del IRA y buscando consensos”, agregó el profesor Fisas.
Angola. Firma de la paz: 20 de noviembre de 1994 – abril 4 de 2002. Método: Elecciones.
El profesor Fisas definió al conflicto que duró 26 años en Angola como “uno de los más brutales enfrentamientos internos del siglo pasado”. Naciones Unidas intervino para detener la guerra civil que involucraba al ejército gubernamental contra rebeldes denominados UNITA. El primer intento de paz fue en 1994, y la forma de refrendarlo fue convocar elecciones inmediatas, pero la brevedad en su llamado fue “un desastre”, pues según explica Fisas, la guerrilla no ganó escaños y provocó que volvieran a la guerra. La baja de uno de sus máximos líderes en 2002 hizo que la guerrilla se desmovilizara y buscara nuevamente sentarse a la mesa. La ONU volvió a llamar a elecciones, con más tiempo de preparativos y campañas, y con el grupo UNITA transformado en partido. El proceso es considerado como exitoso y los alzados en armas hoy conforman gobierno de unidad.
Sudáfrica. Firma de la paz: Diciembre 1996. Método: Asamblea Constituyente
El proceso duró cinco años en diálogos y la experiencia sudafricana es considerada como ejemplar, respecto al éxito de la transición que no fue violenta. En diciembre de 1996 se aprobó una nueva constitución para Sudáfrica que daba fin al apartheid. El Acuerdo Nacional de Paz en Sudáfrica fue concebido bajo el principio de la amplia participación ciudadana, con una Comisión Nacional de Paz, una Secretariado Nacional de Paz, estructuras regionales y representantes de todas las poblaciones en del país, además de la vigilancia de 15 mil monitores de paz. Todo esto fue el origen a la Asamblea Nacional Constituyente conformada después de las elecciones generales en las que Nelson Mandela fue proclamado presidente.
Vicenç Fisas agregó que “aunque actualmente el país es muy violento, la transición política a finales de los 90 se hizo sin violencia. Una vez se firma el acuerdo de paz, la gente entendió que hay que pasar página”.
Sobre ese aspecto coincidió el colombiano Camilo Sánchez: “Hubo una cultura especial de tendencia a la reconciliación en Sudáfrica. Además el régimen había colapsado y la presión internacional era alta. La Constituyente tuvo una participación y legitimidad sin precedentes”.
Nepal. Firma de la paz: Noviembre de 2006. Método: Asamblea Constituyente
Las guerrillas maoístas del Partido Comunista de Nepal, opositoras a la Monarquía, aceptaron en secreto iniciar los primeros diálogos en 2002. En esa oportunidad se acordó un cese al fuego bilateral. El acuerdo definitivo se logró en 2006, en el que se consideraban 12 puntos incluyendo una Reforma Constitucional que garantizara un sistema de gobierno multipartidista. Ejecutar lo acordado se logró a través de una Asamblea Constituyente. El proceso de Nepal, que duró cuatro años, es considerado uno de los más rápidos de la historia reciente. La ONU acompañó la realización de la Constituyente.
Filipinas. Firma de la paz: 15 de octubre de 2012. Método: Consulta popular
Entre los más recientes procesos de paz que han avanzado a una firma para el fin del conflicto está el caso filipino. El gobierno suscribió un acuerdo con el grupo rebelde musulmán Frente Moro de Liberación Islámica (MILF), que tenía 12 mil miembros y luchaban por la creación de un Estado independiente en Mindanao, la segunda mayor isla del país. La aplicación de los logros del proceso se extenderá hasta 2016 con la creación de una región semiautónoma.
La forma, tamaño y determinación política de la región de Mindanao, que los musulmanes llaman Bangsamoro, serán definidos con una consulta popular. Una comisión, previamente, se encargará de la transición a una legislación política para la región, que también será refrendada en 2015.
@david_baracaldo
¿Cómo hicieron otros países para refrendar su proceso de paz?
Jue, 04/07/2013 - 07:50
El proceso de paz que adelanta el Gobierno de Colombia con las Farc en Cuba se ha estancado en un debate, para muchos fundamental: la refrendación de los acuerdos que se logren. El presidente Juan Ma