En lo que va corrido del año, por el Concejo de Bogotá han desfilado varias propuestas que resaltan por ser muy polémicas, en algunos casos, absurdas. La última viene por parte del concejal del Partido Conservador Nelson Cubides, que propuso que los bicitaxis se vinculen al Sistema Integrado de Transporte (Sitp).
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Cubides realizó la propuesta después de que la administración de Enrique Peñalosa considerara este servicio ilegal, y por lo tanto, debería dejar de existir. Sin embargo, el cabildante afirma que en lugar de eliminarlo, el transporte debería reglamentarse, es más, tendría potencial para vincularse al Sitp.
En diálogo con El Espectador, Cubides explicó su propuesta: “Por ejemplo, en Estados Unidos se les exige una licencia de conducción para quien maneje estos vehículos, así como una licencia de negocios para quienes van a tener el usufructo del negocio. La idea es regularizarlo, involucrándolo al SITP bajo condiciones claras”.
¿Cómo se cobraría el pasaje? ¿Cada bicitaxi tendría una registradora? ¿Cuánto costaría el pasaje?
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Pero esta no es la única propuesta que genera interrogantes. En las últimas semanas, el cabildante del Centro Democrático, Pedro Santiesteban, propuso una creativa iniciativa para solucionar el problema de alimentación a habitantes de la calle: Darles de comer palomas.
Si bien es cierto que en otros países se come este animal, cabe aclarar que son aves criadas para estos propósitos. Sin embargo lo ‘atractivo’ de la propuesta del concejal es que mataría dos pájaros de un sólo tiro (o miles): La idea es también reducir con esto la población de palomas, que en la ciudad es alarmante. Días después, Santiesteban rectificó. De aprobarse, las aves serían criadas únicamente para ser comestibles.
Meses antes otro concejal uribista también realizó otra propuesta polémica. En febrero, Daniel Palacios, preocupado por los altos índices de inseguridad que vive la capital, presentó una iniciativa que buscaba implementar la figura de Policía Cívica, que básicamente consiste en que los ciudadanos ayuden a la policía en su labor de proteger a la ciudad.
Como resaltó en su momento el cabildante Antonio Sanguino, esta es precisamente la motivación que dio como resultado la formación de los grupos paramilitares en el país.
“Me parece que el país tiene suficientes experiencias nefastas de la articulación de los civiles a las tareas de seguridad ciudadana. La experiencia de las Convivir, que luego terminaron en las Autodefensas son absolutamente reveladoras del peligro que constituye el hecho de que la fuerza pública pierda el ejercicio en el monopolio de la fuerza”.
Pero el Concejo de Bogotá no solo ha sido autor de estas propuestas. También ha tenido que decidir sobre temas que, si bien no son tan absurdos, sí son muy polémicos. La venta de ETB, de Salud Capital, peajes urbanos, la Reserva Van der Hammen, entre otros puntos del Plan de Desarrollo del Alcalde Enrique Peñalosa están envueltos en críticas.
Meses antes otro concejal uribista también realizó otra propuesta polémica. En febrero, Daniel Palacios, preocupado por los altos índices de inseguridad que vive la capital, presentó una iniciativa que buscaba implementar la figura de Policía Cívica, que básicamente consiste en que los ciudadanos ayuden a la policía en su labor de proteger a la ciudad.
Como resaltó en su momento el cabildante Antonio Sanguino, esta es precisamente la motivación que dio como resultado la formación de los grupos paramilitares en el país.
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