La entrada es perfecta: una escena de acción, contada de atrás para adelante, que le dice al espectador dónde había quedado la entrega anterior y le muestra un poco de lo que le espera: explosiones y acción por mil. Luego un resumen necesario donde Alice (Milla Jovovich) pone en contexto la saga. Justo. No era para menos: con tantas secuelas, tan parecidas la una con la otra y con tan poco que contar, que ese resumen era, al menos, una obligación del director. La reaparición de personajes ya muertos hace todo más confuso aún.
Habría que preguntarse entonces si hay que ser fanáticos del videojuego para entender la saga. La respuesta es no. De hecho, contrario a lo que se podría pensar, la protagonista misma es un invento de la versión cinematográfica que no molestó a los fanáticos, quienes la tomaron como una grata sorpresa en la película uno. Si usted se ha visto las anteriores entenderá perfectamente esta; si se las ha visto por partes o se ha saltado algunas se encontrará con más de lo que ya vio, es decir: no le hace falta verlas. Y si es fanático del juego: maravilloso, usted descubrirá algunos guiños no tan obvios que, siendo interesantes, no resultan fundamentales.
¿Qué no va a encontrar? Originalidad: ni en el guión, ni en la historia, ni en las secuencias de acción. En conclusión: muy pocas novedades. Todo lo que hay ahí ya lo hemos visto antes, ya sea en la misma saga o en otras películas. Los diálogos son tan pocos que no queda más que relajarse y disfrutar de lo que hay, que siendo sinceros se reduce a lo visual.
Así las cosas, el panorama no parece muy halagador, entonces ¿por qué ver Resident Evil 5 en cine? Porque entretiene, porque está bien hecha (ojo, bien hecha no significa que sea buena), porque la mayoría de los efectos son maravillosos, porque Milla Jovovich es sexy, siempre sexy hasta en sus peores momentos, porque las escenas de explosiones y las peleas resultan emocionantes y sobretodo, por encima de todo: porque la cartelera nacional por estos días es tan precaria que no hay nada mejor en que gastarse el dinero, cuando de ir a cine se trata.
En ese sentido debemos ser justos: hay películas buenas y otras para entretener. No siempre las buenas son entretenidas y no siempre las entretenidas son buenas.
De las cinco entregas de Resident Evil, La venganza supera visualmente a las cuatro anteriores pero carece del regular guión de la uno. De hecho, esta es la más parecida a un videojuego. Al principio resulta emocionante la división de Umbrella Corp. y la estructura de ciudades y retos: los protagonistas avanzan con un tiempo limitado y tras vencer a un enemigo más grande. Lo único que hace falta es una línea roja y verde midiendo la cantidad de vida que le queda a cada participante. El vestuario tiene el mismo efecto: León y Ada Wong se ven creíbles, como sacados de la maquinita de juegos. Ella es una grata novedad, tal vez la única, y refresca la historia.
¿Hasta cuándo durará esta saga? ¿Tendremos que ver a Milla Jovovich con 60 años dando patadas? Esperemos que la seis, porque seguro hay al menos una más, sea la última.
Para cerrar: ¡no más resurrecciones, clonaciones o errores de guión que permiten regresar a Michelle Rodríguez en una saga! Parece que en todas la traen de vuelta… lo único que hace falta es que en Avatar II también reaparezca. No más.
Haga clic para ver el tráiler de Resident Evil, la venganza.
www.twitter.com/jadinsamit
Sobre el autor: “siempre he pensado que la vida es como una película: cada persona tiene su papel y cada canción nos recuerda algo (¿o a alguien?). Eterno aprendiz y crítico audiovisual, enseña la cátedra América Latina a través del cine y en los tiempos libres es Comunicador social”.
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Meryl Streep y el Oscar:una historia muy singular
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Hugo Cabret y la magia del cine dentro del cine
Porfirio: entre la mitificación del villano y la reparación de la víctima
La chica con el dragón tatuado, estética de la violencia
De La cara oculta y otros demonios del cine colombiano
La entrada es perfecta: una escena de acción, contada de atrás para adelante, que le dice al espectador dónde había quedado la entrega anterior y le muestra un poco de lo que le espera: explosiones y acción por mil. Luego un resumen necesario donde Alice (Milla Jovovich) pone en contexto la saga. Justo. No era para menos: con tantas secuelas, tan parecidas la una con la otra y con tan poco que contar, que ese resumen era, al menos, una obligación del director. La reaparición de personajes ya muertos hace todo más confuso aún.
Habría que preguntarse entonces si hay que ser fanáticos del videojuego para entender la saga. La respuesta es no. De hecho, contrario a lo que se podría pensar, la protagonista misma es un invento de la versión cinematográfica que no molestó a los fanáticos, quienes la tomaron como una grata sorpresa en la película uno. Si usted se ha visto las anteriores entenderá perfectamente esta; si se las ha visto por partes o se ha saltado algunas se encontrará con más de lo que ya vio, es decir: no le hace falta verlas. Y si es fanático del juego: maravilloso, usted descubrirá algunos guiños no tan obvios que, siendo interesantes, no resultan fundamentales.
¿Qué no va a encontrar? Originalidad: ni en el guión, ni en la historia, ni en las secuencias de acción. En conclusión: muy pocas novedades. Todo lo que hay ahí ya lo hemos visto antes, ya sea en la misma saga o en otras películas. Los diálogos son tan pocos que no queda más que relajarse y disfrutar de lo que hay, que siendo sinceros se reduce a lo visual.
Así las cosas, el panorama no parece muy halagador, entonces ¿por qué ver Resident Evil 5 en cine? Porque entretiene, porque está bien hecha (ojo, bien hecha no significa que sea buena), porque la mayoría de los efectos son maravillosos, porque Milla Jovovich es sexy, siempre sexy hasta en sus peores momentos, porque las escenas de explosiones y las peleas resultan emocionantes y sobretodo, por encima de todo: porque la cartelera nacional por estos días es tan precaria que no hay nada mejor en que gastarse el dinero, cuando de ir a cine se trata.
En ese sentido debemos ser justos: hay películas buenas y otras para entretener. No siempre las buenas son entretenidas y no siempre las entretenidas son buenas.
De las cinco entregas de Resident Evil, La venganza supera visualmente a las cuatro anteriores pero carece del regular guión de la uno. De hecho, esta es la más parecida a un videojuego. Al principio resulta emocionante la división de Umbrella Corp. y la estructura de ciudades y retos: los protagonistas avanzan con un tiempo limitado y tras vencer a un enemigo más grande. Lo único que hace falta es una línea roja y verde midiendo la cantidad de vida que le queda a cada participante. El vestuario tiene el mismo efecto: León y Ada Wong se ven creíbles, como sacados de la maquinita de juegos. Ella es una grata novedad, tal vez la única, y refresca la historia.
¿Hasta cuándo durará esta saga? ¿Tendremos que ver a Milla Jovovich con 60 años dando patadas? Esperemos que la seis, porque seguro hay al menos una más, sea la última.
Para cerrar: ¡no más resurrecciones, clonaciones o errores de guión que permiten regresar a Michelle Rodríguez en una saga! Parece que en todas la traen de vuelta… lo único que hace falta es que en Avatar II también reaparezca. No más.
Haga clic para ver el tráiler de Resident Evil, la venganza.
www.twitter.com/jadinsamit
Sobre el autor: “siempre he pensado que la vida es como una película: cada persona tiene su papel y cada canción nos recuerda algo (¿o a alguien?). Eterno aprendiz y crítico audiovisual, enseña la cátedra América Latina a través del cine y en los tiempos libres es Comunicador social”.
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