Suele pasar que cuando alguien termina una relación de pareja o está entusado, le pasa lo siguiente: Sabe que tiene que terminar esa relación porque ya no le sirve, pero sus emociones no lo aceptan. Hay una paradoja entre: no me conviene pero aún amo a esa persona.
Aparecen estas preguntas.
“¿Por qué, si tengo claro que esta persona no me conviene, aún quiero seguir?” o “¿Por qué no puedo dejar a mi pareja a pesar de que sé que es lo más sano para mí o para los dos?” o “¿Por qué duele tanto?”.
A pesar de que sientas que es una contradicción extraña, es normal: una parte de ti sabe que debes alejarte de esa persona; mientras que a la otra parte de tu interior le duele distanciarse.
Nuestro cerebro está acostumbrado a esa persona. Canciones, películas, olores, las sensaciones corporales, quedan grabadas. Ese sonido, esa imagen, ese olor, esa temperatura de tu cama, generan sustancias cerebrales que hacen que recuerdes a esa persona con una gran intensidad.
Al leer esto puede que estés pienses: “Es verdad, eso me está ¿Estamos destinados a padecer este dolor?.
No quiero que te quedes con esa sensación de desesperanza y de que no hay nada que hacer. Por eso, acá unos consejos para lidiar hacer que ese dolor dure menos.
1. Si duele es normal. esa sensación de dolor y de confusión es un indicador de que eres un ser humano sano. ¡No estás entrando en la locura!.
2. Deshazte de las asociaciones. Evita el contacto con esa persona o con lo que te la recuerden. Afortunadamente, el cerebro funciona por hábito, así que, con el tiempo, aquello que ya no usa, entrará en el olvido.
3. Enfócate en lo que quieres. En lo que te enfocas, se incrementa, si te enfocas en “no quiero estar más con él”, tu mente lo registrará como el deseo de “estar con él” ¿Cómo deseas que sea tu vida de ahora en adelante? ¿Qué cosas SI quieres hacer en tu día?
4. Evita el látigo. Concéntrate en tratarte bien, consentirte, hacer esas cosas que no hacías mientras estabas en la relación.
5. Ayuda a las personas. Nuestro cerebro secreta ciertas hormonas de bienestar cuando hacemos algo bueno por otras personas. Tu dolor desaparecerá más rápido si eres un ser que ayuda.
6. Si eres el “malo” del paseo. Quizá estás leyendo esto y no eres quien se está alejando sino al que están evitando. Usualmente, en ese lado del escenario, insistimos en que nos perdonen, en que nos den una segunda oportunidad. Mi recomendación en este caso es que concentres toda tu energía en tu transformación personal, genera los cambios necesarios, porque si no cambias, pedir una nueva oportunidad no es muy inteligente
Para finalizar, recuerda una idea muy clara: No negocies en tu contra. No aceptes cosas que, a largo plazo podrán ser altamente destructivas para ti. El dolor de un duelo de pareja es temporal. El dolor de una eterna relación autodestructiva es eterno. ¿Qué dolor prefieres atravesar, el que te sana o el que te destruye?.