Charlize Theron llegó para aliviar el malestar estomacal que castigaba a los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm y que los obligaba a revolcarse en la tumba. Pobres. Los culpables: Tarsem Singh (Inmortales) y una pandilla encabezada por Julia Roberts, Lily Collins y Armie Hammer en la espantosa versión de Blancanieves titulada Espejito, espejito (Mirror, mirror)… ¡qué horror!
De Blancanieves y el cazador no podrá decirse que es perfecta, pero llena las expectativas. Para comenzar, Charlize demuestra por qué está en su mejor momento con una actuación impecable, donde la belleza se mezcla tan armoniosamente con la maldad hasta el punto de despertar admiración y placer en quien la ve. ¿Podría alguien no amar a una pobre mujer indefensa cuyo único pecado ha sido querer ser joven y bella por siempre?
Luego está la simplona y nada ambiciosa Blancanieves, interpretada por Kristen Stewart, cuyo único pecado seguirá siendo su principal bondad: haber hecho Crepúsculo. Cuando se rumoró que su función sería capitalizar la audiencia juvenil, sorprendió con una actuación que siendo sinceros no merece los halagos de Charlize, pero que para ella son un verdadero hito. Admirable. Por su parte Chris Hemswort se encarga de resarcir los errores cometidos en The Avengers e incluso se le ve más guapo y con mayor fuerza actoral.
Aparte de eso, el fuerte de la película está en la imagen. No podría esperarse menos de los creadores de Alicia en el país de las maravillas, quienes para esta entrega idearon un mundo muy particular, de una oscuridad siniestra cercana a la edad media sólo contrastable con la belleza de sus protagonistas. Además, cargado de referencias a mundos amados por la audiencia, como las guerras, el árbol de Mordor y los escudos de El señor de los anillos.
Por otra parte, el haber creado un contexto y una historia para cada personaje genera identidades con quienes crecieron conociendo el cuento original; en definitivo, por ejemplo, Ravenna no es sólo una mujer mala porque sí ni porque le encante ser bella, sino que tiene una historia… un pasado que la llevó hasta ese lugar. El cazador hace otro tanto con su amor fallido y su deseo de proteger para sanar sus culpas.
¿Qué le resta puntos? Es muy larga. Incluso ese hermoso paseo por el bosque de las hadas, con todo y que es uno de los lugares más bellos vistos en el cine: sobra. En general, el recorrido que hacen Blancanieves y el cazador desde el bosque encantado hasta el castillo de Ravenna es muy largo.
De momento, los hermanos Grimm podrán disfrutar de la paz de la muerte: la Blancanieves de Rupert Sanders y la Ravenna de Charlize los han aliviado con un mundo tan gótico, vanidoso e inspirado en tanta maldad como ellos lo hubieran soñado. Al final, ni ellos mismos creyeron que mirarse al espejo resultaría tan doloroso. Toca confiar en que esa paz durará… por lo menos hasta fin de año cuando llegue la tercera Blancanieves (si, sólo así): la española, filmada a blanco y negro, y muda donde la maravillosa Maribel Verdú interpretará a una malvada madrastra llamada Encarna.
Para guardar por siempre en la memoria: los enanos. Perfectos. El casting maravilloso. Se toman la pantalla con su buen humor, con lealtad, con firmeza a sus propósitos y convencidos de sus valores, siempre dispuestos a pelear.
Para darse látigo: ¡ya no más triángulos amorosos protagonizados por Kristen Stewart! ¡Ni uno más! Eso debería ser catalogado como delito: ¿qué le costaba elegir al cazador?
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Haga clic para ver el tráiler de Blancanieves y el cazador.
Sobre el autor: “siempre he pensado que la vida es como una película: cada persona tiene su papel y cada canción nos recuerda algo (¿o a alguien?). Eterno aprendiz y crítico audiovisual, enseña la cátedra América Latina a través del cine y en los tiempos libres es Comunicador social”.
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