En Cartagena todos saben que la gran promotora de la candidatura del hoy alcalde, Campo Elías Terán, fue la senadora Piedad Zuccardi, esposa del ex senador Juan José García Romero, condenado por corrupción. Fue ella quien logró que el ex Presidente Álvaro Uribe lo apoyara de manera sonora y mediática. El propósito era claro: cooptarlo y dejar atrás los tiempos de sequía burocrática y presupuestal de los cuatro años de gobierno de Judith Pinedo. La voracidad acumulada del clan García Romero se hizo sentir y lograron secretarías clave en el gabinete del locutor convertido en político.
En la secretaría de Educación fue nombrada Rosario Ricardo, quien aterrizó después de perder la gobernación de Bolívar por el Partido de La U. Es una de las fichas de Zuccardi y llega a manejar un cuantioso presupuesto. En alguna época esta funcionaria fue gobernadora encargada de Bolívar y muchos aseguran que estuvo al servicio de los García Romero.
Tal y como ocurrió con Rosario, al gabinete también llegó Gustavo Mayo Díaz para encargarse de la Secretaría de Hacienda. Un gran cargo donde se definen los parámetros de gasto del Distrito. Mayo, conocido como Pio Mayo, es un veterano dirigente político que ha sido candidato al concejo de la ciudad en varias oportunidades. En Cartagena aseguran que es uno de los alfiles en el tablero político de la senadora Zuccardi.
En la Dirección de Valorización el panorama es el mismo. Allí llegó Clara Calderón, ex secretaria de Infraestructura de la gobernación de Carlos Díaz. Es tal su cercanía con el clan de los García Romero y la senadora Zuccardi, que ésta última la habría hecho inscribir como candidata al Concejo de Cartagena por el Partido ASI en las elecciones pasadas. Esto con el fin de obtener una silla adicional en el cabildo pues los cupos de La U ya estaban llenos. Clara no sacó la votación esperada y su premio de consolación fue el nombramiento en este cargo.
La senadora Piedad Zuccardi también apoyó a Rosario Ricardo (centro) a la gobernación de Bolívar. Ella no fue elegida, pero sí nombrada en el gabinete de Campo Elías Terán.
Por otro lado, en la Secretaría de Planeación desempacó maletas María Claudia Páez, una ingeniera industrial que participó en la gobernación del cuestionado Joaco Berrío como secretaria de Planeación. Políticos de la región consultados aseguran que ella sigue los lineamientos de la senadora Piedad Zuccardi.
La familia Romero habría instalado en la administración de Terán como director del Departamento de Tránsito a Edilberto Mendoza, quien tuvo un alto cargo en el gobierno departamental anterior, donde los García tenían poder.
En el Departamento Administrativo de Salud Distrital, fue nombrado Rubén Romero Mouthon, un hombre que, según recuerdan en Cartagena, terminó salpicado hace unos años en un escándalo contra directivos de Coomeva en Barranquilla. De ahí pasó a la gerencia del nuevo hospital de Bocagrande, de donde salió por la puerta de atrás. Según veedores cívicos, los García Romero son cercanos a este funcionario por cuenta de negocios en el tema de la salud y por eso han puesto la lupa en este cargo.
En el caso de los asesores del despacho el tema no es diferente. Allí están Silvana Giaimo, viceministra de Minas del gobierno Uribe, muy cercana a los García Romero. Otra de las asesoras es Enilsa Benítez, quien a diferencia de los anteriores sería cuota del ex senador Javier Cáceres.
Como se puede ver, una alta cuota en el Distrito de Cartagena pertenece a la clase política regional que, por años, ha controlado la ciudad a su antojo. Muchos esperaban que Campo Elías Terán tuviera a su lado un equipo más técnico que político, que lo ayudara a administrar una capital compleja como Cartagena. Pero con estos nombramientos quedó claro que la región seguirá por el mismo camino, el de la repartija burocrática.
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