"No queremos vivir con desplazados"

Jue, 21/02/2013 - 15:55
En plena avenida 30 con calle 19 se encuentra la Plaza de la Hoja, un lugar en forma de media luna o de "L", en el que hay un inmenso parqueadero subterráneo para algunos buses de TransMilenio, y en
En plena avenida 30 con calle 19 se encuentra la Plaza de la Hoja, un lugar en forma de media luna o de "L", en el que hay un inmenso parqueadero subterráneo para algunos buses de TransMilenio, y en donde algunos skaters se reúnen a montar tabla. Este es el lote que el Distrito ha asignado para la construcción de 417 viviendas de interés prioritario, en un área de 37.000 metros cuadrados. Es un día lluvioso y hasta allí arriban Henry Alonso, Tomás Guevara, Alirio Redondo, Isaura Romero y Luis Eduardo Malagón: todos propietarios desde hace años de casas en el barrio Cundinamarca, de estrato dos. Dan un recorrido por el lote mientras explican las razones por las que ven inviable un proyecto de vivienda allí. Están molestos y dicen que sienten temor de los nuevos vecinos que llegarán. Saben que las personas a las que les darán estas viviendas gratis son víctimas de la violencia colombiana, en su mayoría desplazados. “Esas personas van a recibir un subsidio por seis meses y después qué van a hacer si muchos no tienen trabajo: es posible que comiencen a robar o a extorsionar, como ha ocurrido en otros barrios de la ciudad. Dígame, si a usted no le daría miedo”, afirma Henry Alonso. Además de la molestia de los vecinos, la decisión del alcalde Gustavo Petro ha sido también polémica porque este predio, ubicado entre la avenida 30 (NQS) y la carrera 32, y entre la avenida calle 19 y la calle 22, iba a ser el centro administrativo en el que se concentrarían todas las secretarías y entidades distritales que no tienen sede. Plaza de la Hoja Los vecinos del barrio Cundinamarca afirman que tienen miedo de las consecuencias del nuevo proyecto del Distrito con la ubicación de 417 viviendas de interés prioritario. El plan de entrega de casas se enmarca dentro de la plan del ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras, de entregar 100.000 casas gratis a personas víctimas de la violencia o desplazados que devenguen menos de 100.000 pesos mensuales. En  Bogotá, la ciudad con el mayor número de familias desplazadas, se construirán 8.000 viviendas. Hasta el 2012 solo se habilitó tierra para 4.900 casas. Este plan de vivienda nacional fue inaugurado justo en el lote de la plaza de la Hoja, donde el presidente Juan Manuel Santos anunció la construcción de viviendas de interés prioritario. “El día que vino el ministro Vargas Lleras y el Presidente a presentar el proyecto muchas personas los abuchearon. No se ha tenido en cuenta la percepción de la comunidad circundante y el impacto en nosotros va a ser directo. Este proyecto no le va a generar ninguna ganancia a la ciudad”, cuentan estos vecinos. El grupo de vecinos del barrio es claro en afirmar que este lote es muy valioso para que la ciudad lo use en un proyecto de vivienda prioritaria. “El lote cuesta unos 60.000 millones de pesos, por lo tanto el metro cuadrado queda en más de dos millones de pesos que repartido en 417 viviendas hace que cada construcción cueste más de 140 millones de pesos, eso se debería invertir en un proyecto productivo y con ese dinero darle un hogar digno a estas personas”, afirma Alirio Redondo, habitante del sector. Para Alirio esta no es cuestión de que no reconozcan los derechos de los vecinos que van a llegar, pero no lo piensan antes de afirmar que “este no es su hábitat”. “Cuando llegue a la votación vote por mí y esa es la pelea de estos dos titanes, ganarse esos votos. Esto es una cosa lógica que se cae por su propio peso”. Cada uno se turna la palabra. Señalan tres puntos estratégicos de este sector: el centro comercial Calima, Carrefour y la plaza de mercado Corabastos. Para ellos lo más lógico era que allí se extendiera un centro comercial o algún edificio estatal que valorice la zona. El distrito afirma que este es un proyecto icónico en la ciudad MetroVivienda es la oficina encargada de escoger la ubicación para este tipo de proyectos. En el caso de la plaza de la Hoja el sitio fue elegido por ser un bien fiscal, que, según el nuevo Plan de Desarrollo, permite construir vivienda de interés prioritario allí. Nicolás Corso, gerente de MetroVivienda, explica que el lote para el programa de vivienda prioritaria se escogió en este punto de la ciudad para que forme parte de un proyecto icónico. “El Plan de Desarrollo intenta no desplazar a los pobres hacia la periferia y demostrar que es posible hacer este tipo de viviendas en un lugar céntrico. Hacer un avance democrático en contra de la segregación y del imaginario colectivo de que las personas de bajos recursos deben ubicarse en las periferias”, dice Corso. La forma de volver más amigable el proyecto se dio a través de un concurso arquitectónico en el que se inscribieron más de 60 arquitectos que quieren integrar la visión de la “vivienda mundial”. Corso afirma que eso hará que los mejores diseñadores le den un sello al proyecto para estas familias, que valorizará el sector”. Esa es su respuesta ante los planteamientos de los vecinos. Nicolás Corso Nicolás Corso, gerente de MetroVivienda, afirma que el lote de la Plaza de la Hoja se escogió para que fuera un caso ejemplar de inclusión social. Para Fabio Mariño, director de Gestión Social de MetroVivienda, la resistencia de los comerciantes o habitantes del barrio Cundinamarca ha venido disminuyendo a medida que se presenta e informa más sobre el proyecto. “El temor a lo desconocido genera este tipo de resistencias, pero el proyecto está asociado al concepto de ciudad justa y vinculante”. Mariño dice que  la ciudad ha crecido siempre de una forma poco uniforme y que la idea de la centralidad del lote viene de la posibilidad de que estas familias no tengan que recorrer largas distancias para ir a trabajar. “No los quiere una parte del barrio, pero el sueño es que en el espacio público haya gente de todos los estratos. La gente que viva en ese lote estará cerca a TransMilenio. Además, de que contarán con un centro cultural que se está definiendo con Idartes y que le servirá a todo el barrio”. Mauricio Rojas, asesor del concurso de diseño de la Plaza de la Hoja, dice que con este proyecto se reactivará el sector, ya que se espera que en los diseños se incluya un edificio de vivienda, que integre oficinas, centros comerciales, un parque y un gran espacio público. “No nos han escuchado” Los vecinos que están inconformes con el proyecto en la Plaza de la Hoja dicen que no han podido concertar una salida con la Secretaría de Hábitat, en este caso específico con MetroVivienda. “Acá están firmando unas asistencias para hacer pasar esto como aceptación de la comunidad, en casa de inquilinatos, para que se permita asignarle casas a la gente pobre”, afirman estos vecinos del barrio Cundinamarca. Por su parte, los funcionarios de MetroVivienda dicen que han concertado mesas con los vecinos, pero que no dialogarán con una lógica violenta o excluyente. “Respetamos sus razones, pero no es cierto que no nos hayamos reunidos. Ellos hablan del concepto del dinero, que el metro cuadrado cuesta dos millones, pero es que estas personas necesitan una buena zona donde se repare el daño que han vivido. Además por ser un bien fiscal este lote nos sale a cero pesos”. Nicolás Corso explica que por disposición de la ley los nuevos propietarios no podrán vender en diez años y cuando llegue el momento la primera oferta de venta debe hacerse al Distrito. Plaza de la Hoja La aceptación de los futuros vecinos en este barrio demuestra que aún hay un fuerte debate en cuanto a la organización de la ciudad. La política de Gustavo Petro le apunta a una ciudad en donde todos los estratos convivan en el mismo sector.  Las posibles consecuencias En el año 2000 los habitantes del barrio Cundinamarca ya habían realizado una protesta al alcalde Enrique Peñalosa, cuando quiso incluir a unos 70 niños, hijos de ex trabajadoras sexuales y recicladores de la zona deprimida conocida como El Cartucho, a un jardín infantil del Distrito ubicado en ese sector. Ahora estos vecinos afirman que se asociarán con algunos conjuntos residenciales del sector, el Centro Comercial La 14, Carrefour y la Iglesia Carismática Internacional, para evitar que a La Hoja lleguen los desplazados. Tomás, Henry, Isaura, Alirio y Luis Eduardo dicen que seguirán intentando dialogar para que se posponga este proyecto. “Hemos vivido hace muchos años acá y nos parece injusto que cualquier político pase por encima de nosotros. Hay gente que seguro lo acepta, pero los que no van a reaccionar de alguna forma”, dice Alirio. El gerente de MetroVivienda afirma que el proyecto ya es un hecho. “Este tipo de resistencia la hemos visto con todos los vecinos de los lotes en la ciudad, pero es que estas familias que van a llegar no querían salir de su tierra. Recordemos que Bogotá está conformada por población de todas partes del país, pero nos volvemos ciudadanos de esta ciudad por una u otra razón”, argumenta Fabián Mariño de MetroVivienda. Con respecto a las posibles consecuencias violentas a causa de la poca aceptación de los nuevos habitantes del sector, MetroVivienda dice que va a haber un programa de acompañamiento, de educación y desarrollo económico. Además,“el diseño los va a dejar impresionados y ese va a hacer un gran paso para la aceptación”. Para estos cinco líderes comunitarios la lógica de las cosas son otras, y aunque representen una visión parcializada de problema, sí indican lo que piensa una parte de los habitantes de la ciudad y es que las viviendas de los llamados “pobres” o desplazados debe ser en la periferia . Aún el Distrito no tiene claro cómo concertará con ellos, pero sí espera poder llevar a toda la ciudad este tipo de proyectos que abren un gran debate urbano sobre el diálogo, la convivencia y la discriminación social.
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