Lucero Cortés recita su discurso político con la misma habilidad con la que decía sus diálogos en televisión 25 años atrás. La mujer que fue conocida en todo el país por el papel de Rosalbita Marulanda, en la telenovela 'San Tropel', vuelve a ser el foco de atención del público por razones diferentes. De actriz y símbolo sexual pasó a ser una polémica Representante a la Cámara que resultó envuelta en varios escándalos y acabó destituida. La Corte Suprema de Justicia la acaba de condenar a a 5 años de prisión por tráfico de influencias.
Su vida política ha sido más agitada que la que llevaba como actriz. De reuniones con políticos a sesiones en el Congreso, siempre rodeada de escoltas y llevando carteras Louis Vuitton. Así recorría los pasillos del Congreso de la República hasta que comenzó a ser investigada presuntamente por presionar a un magistrado del Consejo Superior de la Judicatura para que fallara a favor de su esposo, Manuel Rincón, a quien se le investigaba por un delito de estafa.
El procesado fue archivado por la Corte, pero luego se abrió otro, en el que Cortés fue acusada de intentar una sanción disciplinaria contra el abogado que había denunciado a su esposo. A partir de entonces, la vida de Cortés cambió. Desde abril de 2011 está en detención domiciliaria.
En los años ochenta Lucero Cortés se hizo famosa por sus papeles en varias telenovelas.
Bogotana de nacimiento, caleña por adopción, siempre fue hiperactiva. Se graduó del colegio antes que todos, a los quince años, y estudió derecho en la Universidad San Buenaventura. Mientras hacía las prácticas en la cárcel de Cali, concursó en el reinado del Bambuco y se convirtió en una supermodelo del Valle. Eran los días en que veía su futuro en derecho internacional y soñaba con ser embajadora.
Pero pudo más la magia de las cámaras de televisión que la diplomacia, y Lucero se inscribió en la Escuela de Ronald Ayazo y en la academia Charlot, dirigida por Jaime Botero. Debutó en San Tropel a finales de los años ochenta, que fue líder del rating en ese momento, y se fue a Venezuela a hacer la película Mujer de fuego, donde le propusieron hacer desnudos que aceptó después de mucha reflexión. Se trataba de una producción entre Estados Unidos y México, donde trabajó con Sonia Infante, quien había sido esposa del actor mexicano Andrés García.
En un lujoso apartamento del barrio El Nogal, en el norte de Bogotá, pasa sus días recluida la ex congresista.
Lucero nunca se destacó en la actuación, y decidió dedicarse a la política después de hacer papeles en series como 'El derecho de amar', 'Flor de invierno', '¿Por qué mataron a Betty si era tan buena muchacha?',' La rebelión de las ratas' y de presentar el magazín 'Panorama'. Fue un proceso lento pero constante, que decantó en su elección como representante a la Cámara por Bogotá en 2006.
Uribista reconocida, fue codirectora del Partido de la U, presidió la Comisión Quinta de la Cámara y estuvo dos periodos en el Congreso. Durante ese tiempo sacó adelante leyes como el ascenso de policías y militares secuestrados -es oficial de la reserva- y la del castigo de la violencia contra la mujer. Pero sus escándalos son los que la han tenido con las luces de las cámaras encima.
El primero fue por cuenta de su ex abogada, Carmen Cecilia Moreno, que la denunció por haber pagado, al parecer, 150 millones de pesos a la Corte Constitucional para que se reabriera el proceso de una tutela a favor de Manuel Rincón, esposo de la congresista. Rincón es un empresario con más de un escándalo encima, acusado de estafar a por lo menos una decena de socios en un negocio de maderas en Cali.
Cuenta Moreno que cuando habló con Manuel Rincón para indicarle que su tutela no había sido seleccionada, él le respondió: “Esto no se trata así, ya mi señora consiguió como hacer eso allá adentro y necesito 150 millones de pesos”. Por tal razón, La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia abrió investigación en contra de Lucero Cortés por tráfico de influencias.
Lucero Cortés llegó a ser una de las más poderosas políticas del Partido de La U.
Luego estalló otro escándalo. Esta vez, la actriz apareció en la lista de congresistas que se beneficiaron, a través de terceros, con la adquisición de bienes administrados por la Dirección Nacional de Estupefacientes. Su defensa declaró que lo único que hizo Cortés fue solicitar a la Policía un vehículo en mejores condiciones para su esquema de seguridad, que terminó siendo administrado por Estupefacientes.
Pese a sus décadas de experiencia en la actuación, Lucero Cortés nunca imaginó que el papel de su vida lo tendría que hacer frente a la Justicia.
En los años ochenta Lucero Cortés se hizo famosa por sus papeles en varias telenovelas.
Bogotana de nacimiento, caleña por adopción, siempre fue hiperactiva. Se graduó del colegio antes que todos, a los quince años, y estudió derecho en la Universidad San Buenaventura. Mientras hacía las prácticas en la cárcel de Cali, concursó en el reinado del Bambuco y se convirtió en una supermodelo del Valle. Eran los días en que veía su futuro en derecho internacional y soñaba con ser embajadora.
Pero pudo más la magia de las cámaras de televisión que la diplomacia, y Lucero se inscribió en la Escuela de Ronald Ayazo y en la academia Charlot, dirigida por Jaime Botero. Debutó en San Tropel a finales de los años ochenta, que fue líder del rating en ese momento, y se fue a Venezuela a hacer la película Mujer de fuego, donde le propusieron hacer desnudos que aceptó después de mucha reflexión. Se trataba de una producción entre Estados Unidos y México, donde trabajó con Sonia Infante, quien había sido esposa del actor mexicano Andrés García.
En un lujoso apartamento del barrio El Nogal, en el norte de Bogotá, pasa sus días recluida la ex congresista.
Lucero nunca se destacó en la actuación, y decidió dedicarse a la política después de hacer papeles en series como 'El derecho de amar', 'Flor de invierno', '¿Por qué mataron a Betty si era tan buena muchacha?',' La rebelión de las ratas' y de presentar el magazín 'Panorama'. Fue un proceso lento pero constante, que decantó en su elección como representante a la Cámara por Bogotá en 2006.
Uribista reconocida, fue codirectora del Partido de la U, presidió la Comisión Quinta de la Cámara y estuvo dos periodos en el Congreso. Durante ese tiempo sacó adelante leyes como el ascenso de policías y militares secuestrados -es oficial de la reserva- y la del castigo de la violencia contra la mujer. Pero sus escándalos son los que la han tenido con las luces de las cámaras encima.
El primero fue por cuenta de su ex abogada, Carmen Cecilia Moreno, que la denunció por haber pagado, al parecer, 150 millones de pesos a la Corte Constitucional para que se reabriera el proceso de una tutela a favor de Manuel Rincón, esposo de la congresista. Rincón es un empresario con más de un escándalo encima, acusado de estafar a por lo menos una decena de socios en un negocio de maderas en Cali.
Cuenta Moreno que cuando habló con Manuel Rincón para indicarle que su tutela no había sido seleccionada, él le respondió: “Esto no se trata así, ya mi señora consiguió como hacer eso allá adentro y necesito 150 millones de pesos”. Por tal razón, La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia abrió investigación en contra de Lucero Cortés por tráfico de influencias.
Lucero Cortés llegó a ser una de las más poderosas políticas del Partido de La U.
Luego estalló otro escándalo. Esta vez, la actriz apareció en la lista de congresistas que se beneficiaron, a través de terceros, con la adquisición de bienes administrados por la Dirección Nacional de Estupefacientes. Su defensa declaró que lo único que hizo Cortés fue solicitar a la Policía un vehículo en mejores condiciones para su esquema de seguridad, que terminó siendo administrado por Estupefacientes.
Pese a sus décadas de experiencia en la actuación, Lucero Cortés nunca imaginó que el papel de su vida lo tendría que hacer frente a la Justicia.
