El lunes 28 de marzo de 2010, a las 11 p.m., una llamada entró al teléfono celular del colombiano Alejandro Recio. Al otro lado de la línea, escuchó la voz de José Vega, asistente personal del cantante Ricky Martin. A Recio lo citaban de manera urgente para tomar una decisión que podría cambiar la vida y la imagen del artista puertorriqueño.
Por fortuna, Recio se encontraba en Miami; de lo contrario, hubiese tenido que tomar un vuelo de inmediato para atender el afán de uno de sus mejores clientes. El 29 de marzo, Alejandro llegó en punto de las ocho de la mañana a la oficina principal del cantante. En cuanto lo vio, Vega le entregó un comunicado escrito por Ricky Martín.
Alejandro comenzó a leerlo con detenimiento. Conforme leía, su ritmo cardiaco se aceleraba y sus manos se enfriaban. De un momento a otro, se le secó totalmente la boca. En la carta, Ricky Martin confesaba su homosexualidad.
—¿Qué es esta bomba?, ¿qué hago con esto? —preguntó Alejandro.
José Vega le explicó que Ricky quería una estrategia de comunicación para dar a conocer la noticia. Vega y Recio llamaron al cantante, quién sin dar rodeos le preguntó al colombiano cómo debían actuar.
Alejandro sugirió no entregar la noticia a ningún medio sino utilizar los canales del artista y lanzar “la bomba” desde su propia página web. También recomendó enviar al instante un mensaje en Twitter, de esa forma la comunicación con la gente que de verdad importaba, sus fans, sería inmediata.
Todos estuvieron de acuerdo. Entonces, Alejandro llamó a Bogotá para que en AR Solutions, su compañía, hiciera varias tareas: actualizar el diseño del sitio web, que pronto sería visitado por millones de personas, alistar el mensaje en Twitter, redactar las respuestas de agradecimiento en Facebook y estar atentos a desaparecer los mensajes obscenos que algún contradictor pudiera escribir.
La estrategia fue un éxito a pesar de que los servidores colapsaron después de la visita número dos millones. Los medios más importantes del mundo registraron la noticia y en menos de una semana los seguidores de Ricky Martin en Twitter se duplicaron.
AR Solutions tiene sus oficinas en Miami y Bogotá
AR Solutions había nacido seis años atrás, como una casualidad del destino. En noviembre de 2004, Andrés Recio, hermano de Alejandro, le pidió que le ayudara con la creación de la página web del cantante Javier García, uno de sus clientes.
Alejandro era un ingeniero mecatrónico de la Universidad Militar con poca experiencia haciendo sitios de Internet. No obstante, sin trabajo y sin mucho que hacer, se le midió a la petición de su hermano y comenzó a estudiar un tutorial del programa Flash para montar el sitio.
Un par de semanas más tarde, Alejandro le envió el resultado final a Andrés. El cliente quedó satisfecho, pero surgió un feliz percance: el cantante Luis Fonsi vio la página, puso el grito en el cielo y llamó a Luis Estrada, presidente de Universal Music Latino Usa, y le reclamó que el sitió web de García era mejor que el suyo.
De inmediato, Estrada llamó a los hermanos Recio y les pidió realizar una página de Internet de Fonsi, además de revisar qué portales de la compañía había que rediseñar o renovar.
Pero no todo fue fácil. El camino fue largo. Muchos años antes, Andrés Recio, quien había estudiado música e ingeniería de sonido en la Universidad Javeriana y economía y finanzas en la Universidad del Rosario, entró a hacer turnos como productor internacional y traductor en la emisora La FM, dirigida en esa época por Julio Sánchez Cristo. Llevó al programa su gusto musical y aprendió un gran secreto de su jefe: además de ser bueno en lo que se hace, se deben tener contactos para que conozcan lo que haces. Al terminar los pregrados, con los ahorros que tenía bajo el colchón decidió ir a estudiar a Miami. Al llegar, se inscribió a negocios internacionales en la Universidad Atlántica de Florida.
Varios meses después, Julio Sánchez Cristo lo recomendó con Fernán Martínez para trabajar en su compañía Artist Managment. Pasaron pocos días para que Martínez reconociera el talento y el acervo musical de Andrés Recio. Un día lo llamó, le entregó un CD, le dijo que lo escuchara y después le diera su concepto. Debido a su ajetreada vida, Martínez nunca más volvió a preguntar por el disco ni por el artista.
Una mañana Martínez llegó a la oficina, llamó a Andrés y le preguntó:
—Estuve escuchando el CD de este muchacho ¿lo escuchaste?, ¿qué te pareció?
—Fernán, ¿quién escribió las canciones?
—El muchacho.
—¿Quién hizo la instrumentación?
—El muchacho. Eso dijo.
—¿Y los arreglos?
—Él mismo. Por qué, ¿te pareció muy malo?
—No, al contrario, ¡es un genio!
Hablaban de Juan Esteban Aristizabal, Juanes. Esa mañana, Martínez encargó aquel proyecto musical a Recio. Días más tarde, lo llamó y le dijo que recogiera a Juanes. El cantante llegó a vivir al apartamento de Recio, en la 28 y Collins de Miami. Se instaló en la sala y dormía en el sofá. Como ya habían pasado cuatro semanas, Recio entró a la oficina de Martínez y, preocupado por la comodidad de Juanes, le preguntó qué harían con él.
—¿Cómo así?, ¿está viviendo en tu apartamento?, ¡esta cabeza mía!, instálalo ya mismo en un buen hotel, qué pena con ese muchacho.
Andrés Recio, ha estado en proyectos ganadores de Grammy y ha logrado el premio a mejor campaña en Twitter
Así empezó el acompañamiento de Andrés Recio en aquella etapa artística de Juanes. Fue un año de viajes por todo el mundo. En ese camino conoció a varios artistas, socializó con empresarios y se hizo visible para las grandes disqueras. En la presentación de 2003 en los MTV Awards conoció a Ricky Martin y a su manager. Un par de años más tarde, cuando estos se dieron cuenta de que Recio se había independizado, lo llamaron para trabajar con Ricky como road manager. Durante un concierto de Ricky Martin en Egipto, Nelly Furtado lo llamó. La había conocido en una presentación a dúo con Juanes. La cantante le propuso trabajar en su nuevo proyecto y el colombiano no lo pensó dos veces.Mientras trabajaban en los proyectos musicales de Nelly Furtado y Ricky Martin, los hermanos Recio no solo les propusieron el manejo de sus sitios web, sino entrar al mundo del Social Media. Las redes sociales eran el escenario perfecto para potencializar la imagen de los artistas.
La primera que aceptó fue Nelly Furtado. En diciembre de 2008, desde Colombia, le abrieron su perfil en Twitter, Youtube y Myspace, con el objetivo de que su nuevo álbum de entonces, ‘Mi Plan’, se viera y escuchara desde las redes sociales. En julio de 2009 idearon una estrategia para que el sencillo de la cantante se convirtiera en un video viral. Los colombianos lanzaron una campaña llamada “A que no llegamos al millón de reproducciones”. Los fans aceptaron el reto. Por aquella época, en todos los time line de los seguidores se incitaba a ver la canción como fuera. En cuatro días llegaron a 2.500.000 visitas, posicionando la canción en el Top 5 de los videos más vistos en Youtube. Hoy, Furtado tiene más de 2 millones de seguidores en Facebook, en Twitter 2.300.000, y más de 35 millones de reproducciones de sus videos en su espacio de Youtube.
Convencer a Ricky Martin de entrar a las redes sociales fue todo un reto. Su perfil en Twitter lo abrieron el 29 de julio de 2009. En cuatro meses tenía 500 mil seguidores, gracias a un trabajo de acercamiento con la gente. El cantante trinaba periódicamente cuanto vivía en su quehacer cotidiano. A mediados de 2010, la compañía colombiana se encargó de crear una estrategia para el lanzamiento del sencillo ‘Frio’ basada en empoderar los grupos de fans en Youtube, Twitter y Facebook. Les enviaron el link del vídeo del sencillo y los convocaron para compartir la información en una fecha y hora pactada. De esa forma, consiguieron tres millones de visitas al canal de Youtube en la primera semana, 400 mil nuevos seguidores en Twitter y 6 mil en Facebook. Las estadísticas demuestran que los dólares mensuales que invierte Martin valen la pena: más de 65 millones de reproducciones de sus videos en Youtube, con más de 60 mil suscriptores. 3.800.000 seguidores en Twitter, posicionándolo en los 50 primeros personajes del mundo. Y, 2.500.000 seguidores en Facebook, siempre atentos de publicitar sus conciertos en todo el mundo.
Los hermanos Recio y el equipo de AR Solutions, tienen rodando más de 30 proyectos de social media.
La compañía colombiana de social media se hizo famosa. En su página web se pueden ver los nombres y avatares de artistas de la talla de Paulina Rubio, Luis Enrique, Margarita Rosa de Francisco, Casadiego, Jaime Kohen, Courtney John, Duina del Mar, Johhny Segal, Verena Music, Julio Reyes Copelo, Jon Levine Band y Chris Smith.
El posicionamiento de marca a través de las redes sociales es su fuerte. Los Recio, como dice la cantante Paulina Rubio, “la tienen ‘chido’ en cuanto a estrategias virtuales”. Tal vez por ello marcas reconocidas como Samsung, Universal Music y Avaya, entre otras, han puesto su buen nombre en los dedos de los colombianos.
Poco les gusta hablar de cifras, pero se sabe que, según el proyecto, pueden cobrar entre 2.000 y 15.000 dólares mensuales. Cada estrategia cuenta con dos diseñadores gráficos, un programador, un community manager y un director creativo. Los hermanos Recio tienen en su compañía una nomina de 36 personas, la mitad trabaja en Miami y el resto en Bogotá.
Alejandro Recio dibuja garabatos y flechas en un tablero mientras está reunido con el equipo que manejará un nuevo proyecto de Social Media Planning. Entonces, mientras reparte a cada uno un brief creativo, les dice:
—Tenemos que superar la e-card que le hicimos a Wisin y Yandel, la interface que logramos con Enrique Iglesias, la interactividad de Fefe Dobson y el récord de visitas que obtuvimos con Ricky Martin. Los necesito con las pilas puestas.
Mientras tanto, en un estudio de cuatro metros cuadrados en las locaciones de AR Solution, sentado frente a una consola de sonido, con los ojos cerrados, junto a un iMac gigante, Andrés Recio escucha la nueva producción musical que le hizo a Paulina Rubio. Suena una canción escrita por la colombiana Adriana Lucia titulada ‘Cásate con tu mamá’. En ese momento, el teléfono del colombiano repica y al otro lado de la línea se oye la voz de la mexicana:
—Acabo de escuchar el disco completo, está de madre, gúey. Eres grande, güero. Oye, sólo te pido una cosa, que no vayas a cambiar todo a la hora de la masterización.
Arriba, Alejandro en su oficina de Miami; abajo, Andrés, analizando junto a Adriana Lucia, la nueva producción musical de Paulina Rubio