Dos días antes del partido de la selección se sentía la fiesta. Colombia enfrentaría a Paraguay para seguir acercándose al Mundial de fútbol 2014. La euforia debía ser aprovechada.
El lanzamiento de un programa social por parte del Ministerio del Trabajo no tendría más impacto que en ese momento. Para reforzar el bombazo de su iniciativa, llamaron a antiguos ídolos del fútbol colombiano que brillaron en la copa mundo de 1962.
Exjugadores como el ‘Caimán’ Sánchez, Antonio Rada, Marcos Coll, Hermán Aceros y Hernando Tovar fueron homenajeados por el gobierno e invitados a ser la figura de un proyecto para auxiliar a personas de la tercera edad que no han podido tener su pensión, o que viven en condición de indigencia. El equipo de veteranos será ejemplo de cómo llegar a una vejez digna, al menos con una jubilación. Pero curiosamente varios de sus colegas contemporáneos son víctimas del fenómeno por el que ahora inician su campaña.
Kien&Ke conoció la historia de dos recordados jugadores que, por antiguos sistemas de contratación, no han podido hoy acceder a una pensión digna.
“Lo que me hicieron fue desleal”
[caption id="attachment_255075" align="alignnone" width="547" caption="Foto: El Espectador"][/caption]
“El Pecoso” Castro seguirá dirigiendo el Deportes Quindio mientras obtiene respuesta de cuándo recibirá su pensión.
Fernando ‘El Pecoso’ Castro ha dedicado más de 42 años de su vida al fútbol. Actualmente en la dirección técnica del Deportes Quindío destina algo de su tiempo a estar pendiente de un trámite que lleva meses sin resolver: su jubilación.
“En 2009, cuando cumplí los 60 años, empecé a recoger papeles para obtener mi pensión. Pedí las cartas en varios de los equipos donde había trabajado. Cuando revisé papeles me di cuenta que dos de esos equipos no me habían cotizado por varios años, aunque yo creía que sí lo hacían”, relató ‘El Pecoso’ al tiempo de informar que ante Colpensiones, y con un abogado, está a la espera del debido reconocimiento que deben hacer los clubes a su tiempo laborado, a pesar de que algunos incluso aleguen que nunca trabajaron con él.
“El país entero podría dar testimonio de mi paso por esos equipos. Parece que quisieran eludir su responsabilidad”, relató.
Su caso, y así lo reconoce, es la misma historia de muchos jugadores del fútbol profesional colombiano que ya pasaron la edad de jubilación y no reciben su dinero. “Hasta hace poco es que se presta atención al problema de las pensiones en el fútbol profesional”, critica el exjugador.
Según relató, con los antiguos sistemas de contratación algunos clubes entregaban de manera integral el salario del jugador y no le descontaban seguridad social. En otros casos, el equipo prefería arreglar con su futbolista una modalidad de pago con la que los descuentos legales se hacían sobre la base de un salario mínimo u otro valor inferior a lo realmente devengado.
“Uno no revisaba las planillas. Hubo un club que hizo cosas indebidas”, señaló Castro aunque se abstuvo de mencionar el nombre de dicha empresa. “Le pedí al equipo que me descontaran las prestaciones por la totalidad de mis ingresos. En ese momento no me fijé pero después cuando fui a verificar resultó que esa institución hizo aportes de pensión sobre la base de un mínimo, pero a mí me deducían del total de mi sueldo. No he hecho reclamo para evitarme problemas, pero eso que me hicieron fue desleal”.
El entrenador desconoce cuándo podrá obtener respuesta sobre su pensión. Sin embargo sabe que es víctima de un problema que afecta a la mayoría de veteranos del fútbol, y del que pocos han salido bien librados. “El 95% de las ex estrellas no tienen plata y sufren mi misma dificultad; esperan una pensión que no les ha llegado o reciben una pensión con un valor pequeño”.
“Quisiera lo más pronto mi pensión, para vivir tranquilo”
[caption id="attachment_255076" align="alignnone" width="540" caption="Foto: @hyperconectado"][/caption]
Eduardo Guillio trabaja para Millonarios. Con su salario sobrevive mientras obtiene la jubilación.
Sólo desde 1987, cuando ya tenía 38 años, Eduardo Guillio empezó a registrar como cotizante para pensión. En ese momento ya se había retirado de las canchas. Desde el 68 y por 12 años anotó 98 goles para equipos como Millonarios, Bucaramanga y Santa Fe. A pesar de una buena remuneración, en los clubes no le hicieron deducciones de seguridad social.
“Es verdad que antes no firmábamos un contrato con prestaciones. Sólo queríamos jugar, no nos preocupaba mucho lo de las pensiones ni nada”, explicó.
Preocupado por su futuro, Guillio empezó a cotizar con juicio su pensión y salud. Volvió en 1991 a Millonarios con todas las prestaciones y allí trabaja hasta la actualidad como entrenador de divisiones inferiores. A pesar de tener 63 años, el otrora delantero izquierdo no ha podido jubilarse.
“Hace seis años pasé los papeles para pensionarme, pero no he recibido respuesta. Hay algunas semanas que no aparecen cotizadas aunque me fueron descontadas. Eso está en proceso de solución”.
Mientras tanto, para vivir, debe seguir trabajando con el club. No culpa a la organización de errores del pasado, pero espera con ansia poder disfrutar un retiro digno. También recomienda cambiar las políticas en las organizaciones de fútbol, para hacer pagos debidos de prestaciones.
“Mi problema es más grande. La petición que hice para aclarar lo de mi jubilación era de responsabilidad de Millonarios, pero ahora, como ha cambiado la razón social a Azul y Blanco, no he podido cobrar mi deuda”, agregó.
El equipo ha emitido comunicados en los que lamenta la situación de Guillio, pero argumentando que su caso es responsabilidad la pasada razón social. Sin embargo manifiestan todos los esfuerzos para solucionar el problema.
“Sé que la mayoría de jugadores están como yo. Por lo menos un 8 o 9 de cada 10 deben tener mi mismo problema; no les responden por su pensión”, concluyó el ex delantero.
El problema persiste
Desde 2006 Cortés pide al Deportivo Pasto una pensión por invalidez. Según confesó, podría estar cerca un acuerdo.
El dilema de “El Pecoso” y Guillio es de vieja data y más común de lo que parece, según dijo Carlos González Puche, director de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales, Acolfutpro.
“Desde algunos años hacia acá, y luego de numerosas denuncias de Acolfutpro, es que los equipos de fútbol profesional pagan seguridad social. Pero la mayoría eluden el pago de las prestaciones sobre la totalidad del sueldo y lo hacen por el mínimo o por una suma menor al total del ingreso”, dijo González.
En su opinión el Estado debería ser más estricto en la regulación a los equipos, y evaluarlos como empresas. “Un equipo saca un salario base y sobre ese hacen las deducciones, por ejemplo un sueldo mínimo. Pero en los contratos agregan que al jugador se le pagará beneficios o auxilios extralegales, publicidades o bonificaciones millonarias y esas están exentas de descuentos por prestaciones porque no constituyen salario”, expuso.
Esta modalidad también ha generado problemas en periodos recientes. El ex defensa del Deportivo Pasto Diego Cortés sufrió en 2006 un grave accidente que lo dejó parapléjico.
Según dijo a Kien&Ke, al momento de la emergencia su equipo lo tenía sin seguro. “Al día siguiente se pusieron al día y por fortuna me atendieron”, recordó.
Luego de su incapacidad permanente pidió pensión e indemnización al equipo. “No he recibido respuesta. Lo peor es que mis descuentos de seguridad social eran a partir del mínimo. Ahora estoy conciliando para recibir algo justo”, expuso Cortés, quien fue diputado a la Asamblea de Nariño y auguró que se acerca a un acuerdo de pago con el Pasto.
“Lo peor que se le puede hacer a un jugador es que se le descuente la seguridad social tomando como base un mínimo. Mire lo que me pasó. Yo no quiero salir pensionado por poca plata”.
Kien&Ke consultó a algunos equipos de fútbol sobre el modelo con el que hacen los pagos de la seguridad social de sus jugadores. Los clubes respondieron a este medio que la información solicitada era netamente administrativa y correspondiente a su privacidad.