El Rey Juan Carlos de España se sintió como cualquier plebeyo cuando vio salir del juzgado a su yerno favorito, Iñaki Urdangarin, el Duque de Palma de Mallorca. Es la primera vez en la historia que un miembro de la familia real es acusado de fraude y evasión de impuestos. Urdangarin, a quien le dicen ‘el niño de ojos azules del rey’, ya se presentó ante los jueces, pero después de diez horas de declaración, sus cuentas no quedaron claras. En las calles, la gente que protestaba lo recibió tirándole huevos. Este caso de corrupción es uno de los mas grandes que ha ocurrido en España, y la más grande humillación que ha enfrentado la Familia Real.
El matrimonio entre la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin fue uno de los más atractivos de la casa real española. Se conocieron durante los juegos Olímpicos de Atlanta del 96, cuando él jugaba en el equipo español de balonmano. Un año más tarde se anunciaban los preparativos para la segunda boda de la casa real de España, que se daría el 4 de octubre del 97 ante más de 1500 invitados. La hija agraciada de los reyes se casaba con el deportista guapo para conformar una de las parejas más atractivas de la realeza mundial: los duques de Palma de Mallorca.
Urdangarin, egresado de la Facultad de Administración de empresas de la ESADE, fue contratado como consejero de Telefónica Internacional en Barcelona, en junio de 2006, y fue nombrado presidente de honor del Foro de Generaciones Interactivas por Telefónica, la Universidad de Navarra y la Organización Universitaria Interamericana. En 2009 los duques decidieron trasladarse a Washington. Iñaki fue ascendido a consejero y presidente de la Comisión de Asuntos Públicos de Telefónica Latinoamérica y Estados Unidos.
El rey Juan Carlos de España ha pasado una amarga vergüenza por el escándalo de su yerno.
Pero al parecer este nuevo cargo tenía que ver más con el interés de los Duques de residir en Washington, que con asuntos laborales. Además, la Casa de Rey también otorga una parte de su dinero a los Duques.
Desde el sábado 26 de febrero, Urdangarin ha tratado de aclararle al Juez José Castro cómo se convirtió en multimillonario, a pesar de que los miembros de la Casa Real no tienen permitido trabajar en negocios. Es una máxima que no está escrita, pero es bien conocida por todos los miembros de la familia real, incluida la infanta Cristina, quien aún trabaja en la Fundación La Caixa. Una de las primeras señales de alarma fue la compra de una casa en uno de los sectores más lujosos de Barcelona.
Años atrás, Iñaki Urdangarin se mantenía con su sueldo de jugador de balonmano. Pertenecía al equipo de Barcelona y también era convocado para formar la selección nacional. En un comienzo, el rey estuvo de acuerdo con que su yerno siguiera destacándose en el deporte, pero lo que más le interesaba a Urdangarin eran los negocios. Junto a un par de amigos montó un negocio de hotelería mientras continuaba jugando balonmano. El Duque de Palma abandonó el deporte debido a problemas de seguridad y para cumplir con los compromisos de la familia real. En un comienzo iba a hacer parte del Comité Olímpico Español, pero esto nunca se realizó.
La Infanta Cristina conoció a Urdangarin durante los juegos Olímpicos de Atlanta del 96.
Los Duques de Palma de Mallorca no pudieron explicar de dónde salieron los 6 millones de euros con los que compraron el palacete de 2.500 metros, construido por el arquitecto Villalonga en 1952. Muchos empezaron a preguntarse cómo la pareja había ganado tanto poder adquisitivo en tan sólo siete años.
Urdangarin está acusado por su presunta implicación en la operación Babel, una investigación que trata de esclarecer el desvío de 2.3 millones de euros a través del instituto Noos, del que Urdangarin fue presidente desde noviembre de 2004 hasta junio de 2006. El instituto fue fundado en 1999 como una entidad sin ánimo de lucro que tiene como misión: "realizar investigaciones de interés general sobre los procesos de formulación e implementación de las estrategias de patrocinio, mecenazgo y responsabilidad". También se está investigando si Aizoon, la empresa que Urdangarin comparte con la Infanta Cristina, hace parte del desfalco. La trama incluye presupuestos y facturas falsas, conceptos genéricos, compra de inmuebles y sospecha de “importes inflados y conceptos inexistentes”.
El lujoso palacete que compraron la Infanta y Urdangarin tiene 2.500 metros cuadrados y costó 6 millones de euros.
Urdangarin se declaró inocente durante la primera parte del juicio que se realiza en su contra. El yerno del rey aseguró que no tuvo nada que ver con las finanzas de las empresas citadas: “Comparezco hoy para demostrar mi inocencia, mi honor y mi actividad profesional". La investigación puede tardar varios meses, al término de los cuales el juez puede decidir si abre un juicio contra Undargarin.
