Una capa de basura hecha de plásticos, materiales inorgánicos y metales cubre el cauce del río Citarum, catalogado como el más sucio del mundo. Este lugar, ubicado al oeste de la isla de Java (Indonesia), era una fuente económica para pescadores hace 20 años. Sin embargo, hoy es el basurero de más de seis mil fábricas y nueve millones de habitantes.
La contaminación del río Citarum inició con el auge de la industrialización a finales de los años ochenta. Las miles de fábricas ubicadas a sus orillas, en especial del sector textil, comenzaron a verter sus desechos químicos al río. La población lo usa para arrojar allí todos sus desechos domésticos.
El río Citarum se convirtió en un basurero a finales de los años ochenta por el auge de las industrias.
Es evidente que el agua de este río no es apta para el consumo. Pero sus pobladores la beben luego de filtrarla con telas de algodón y hervirla. También la emplean para cocinar y regar sus cultivos.
Los pobladores que viven en la miseria navegan el río para tener una fuente económica. Lo hacen en pequeñas canoas de madera para así poder reciclar, buscar artículos del algún valor y que puedan vender o intercambiar por comida.
En 2008, el Gobierno de Indonesia y el Banco Asiático de Desarrollo hicieron un compromiso para no dejar morir este río. Invirtieron 3.500 millones de dólares. Sin embargo, el proyecto ha sido criticado por organizaciones dedicadas a preservar el medio ambiente porque se ha limitado a retirar la basura de las orillas del río y no ha atacado el origen de la contaminación.