El escenario donde se conoció la noticia fue impactante. Cuando una niña del Gimnasio Sabio Caldas, en el barrio Ciudad Bolívar, le comentó al presidente Santos que quería formar parte de las Fuerzas Militares, él le respondió: "serás compañera de mi hijo Esteban". El hijo menor del Presidente, quien cuenta 17 años, dará un primer pasó: prestará su servicio militar en la base de Tolemaida una vez se gradúe como bachiller del Colegio Anglo Colombiano. Muy posiblemente seguirá la carrera militar.
Esteban había confesado su admiración por las fuerzas militares y su deseo de vestir el uniforme. Igual lo hizo su padre, Juan Manuel Santos, quien a los 16 años ingresó al contingente 42 de la Armada Nacional en Cartagena.
El presidente Santos ascendió rápidamente en la Armada y se convirtió en líder. Incluso tocaba la gaita.
En 1967 el segundo de los cuatro hermanos Santos llegó a la Escuela de Cadetes de Cartagena. Lo acompañaban varios de sus compañeros del colegio: Rafael Riveros, quien dejaba los Benedictinos por mal estudiante, o vago, como él mismo dice; Santiago Harker, quien vio en la Armada la oportunidad perfecta para viajar, y Fernando Román, apodado con cariño 'el Enano Román'. Santos también arrastró a su vecino de barrio Álvaro Leal, a quien la decisión no le resultó fácil por la oposición de su papá, Álvaro Leal Jiménez, quien como capitán retirado del Ejército le vaticinaba momentos difíciles que deseaba evitarle. Christian Schrader, el sexto del grupo, ingresó casi que por cumplir con la tradición familiar iniciada con su papá, Rodolfo.
Llegaron llenos de entusiasmo sin saber la disciplina que les esperaba: entrenamientos de ocho horas diarias y viajes en buques de gran calado. Eran el contingente 42.
Santos ascendió con rapidez a brigadier de escuadra, con mando sobre los nueve compañeros del curso. Fiel a la tradición familiar se vinculó a la revista de la Escuela naval, La Corredera, donde escribía crónicas y reportajes hasta cuando fue nombrado editor general. Schrader ingresó a la sección de caricaturas y juntos formaron parte del grupo de gaiteros, el instrumento tradicional escocés que trajo a la armada en 1935 el capitán de corbeta inglés Ralph Douglas Binney. Ese grupo fue el que homenajeó al cadete Santos el día de su posesión como presidente, el 7 de Agosto pasado. El apoyo de la Armada Inglesa con sus gaitas y uniformes llegó al país a raíz del conflicto con Perú en 1932 y se quedó para siempre.
De los seis amigos, a excepción de Riveros, todos terminaron el bachillerato en la Escuela. Solo Fernando Román continuó la carrera militar. Fue uno de los primeros oficiales en embarcarse en el Buque Gloria para darle la vuelta al mundo. En 1970 fue condecorado como el mejor cadete y desde entonces ha estado cerca del control de armas especializadas, como la Vega II-83, la instalación para el lanzamiento de los misiles superficie y Exocet MM-40. Ya retirado, y Santos como ministro de Defensa, lo nombró en 2005 director del plan de reestructuración de la educación y doctrina de las Fuerzas Militares.
Fernando Román, Almirante de la Armada Nacional.
Álvaro Leal se matriculó en Ingeniería Civil en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y trabajó en distintas multinacionales petroleras hasta terminar en la Casa de la Moneda, del Banco de la República. Desde hace diez años está dedicado a editar la obra completa de Álvaro Gómez Hurtado y alimentar un blog sobre el contingente 42.
Álvaro Leal, Director de la fundación Álvaro Gómez Hurtado
Santiago Harker estudió Ingeniería Mecánica en la Universidad de los Andes para estar cerca de los aviones, pero terminó de fotógrafo. Ha registrado el mundo y el país con su lente en publicaciones como Wayuu Cultura del Desierto (Villegas Editores) y dicta clases de fotografía en las universidades de Los Andes y Nacional.
Santiago Harker, fotógrafo.
Christian Schrader combinó la docencia con la creatividad, hasta llegar a ser el primero y único colombiano escultor de módulos de Neón.
Christian Schrader, Decano de la facultad de publicidad, Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Además de los quirófanos, uno de los escenarios principales de la vida profesional del cirujano Rafael Riveros han sido las aulas de la Universidad del Rosario. De allí se graduó y fue rector en 1999. De su paso breve por la Armada le quedó la decisión de estudiar su especialización en cirugía vascular y trasplante de órganos en la facultad de medicina de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. En la actualidad es director científico de la organización Mederi.
Rafael Riveros, director científico de la organización Méderi.
El más polémico de los compañeros de la Armada ha sido el almirante Guillermo Barrera Hurtado, que se hizo comandante de la Armada cuando Santos fue ministro de Defensa. Barrera protagonizó las acusaciones contra el almirante Arango Bacci por supuestos vínculos con el narcotráfico, que lo llevaron a pagar dos años de cárcel. La Fiscalía absolvió a Arango Bacci y el comandante Barrera salió de la comandancia y viajó a Washington.
Los compañeros del Contingente 42 se reúnen en ocasiones. La última vez fue hace un tres años en Cartagena, cuando conmemoraron los cuarenta años de la primera vuelta al mundo del Buque Escuela Gloria.
Ahora es el hijo de Santos quien escribirá su propia historia en el Ejército. En Colombia no es usual que muchachos de las élites sociales o políticas del país ingresen a las Fuerzas militares. En otros países como Inglaterra, Estados Unidos o Chile en América Latina es más comun. Para empezar el heredero de la corona británica, el principe Guillermo de Cambridge, es miembro activo del ejército de su país. Con su decisión, Esteban Santos abre un camino para los jóvenes de su generación.