Durante casi dos meses he perseguido a Andrea García y Cristian Cipriani para asistir a un casting de una de sus producciones pornográficas. Varias veces pusieron fecha y hora, pero nadie llegó y por lo tanto no se justificaba mi reportería. En Colombia no es fácil hacer porno, pues pocos tienen experiencia en el negocio. Los hombres que llegan al casting casi nunca logran tener una erección, por eso cuando la consiguen, el rodaje es inmediato. Hace pocos días me invitaron a un rodaje de una producción para PENTHOUSE, el gigante del porno, en una finca en Chinauta que funciona como un hotel para eventos Swinger. Llegué al set pensando que me haría falta tequila: imaginaba un ambiente siniestro, sórdido e incómodo.
Cristian soñó con hacer televisión desde niño. Al crecer mezcló esto con su pasión por el porno y grabó un par de películas. Estaba lleno de ideas y entonces llegó a la productora y canal Kamasutra, en Medellín, a proponérselas a Andrea, que entonces era la directora. Comenzaron a trabajar juntos en el año 2002 en el canal, que no sobrevivió. Pronto fundaron la productora de contenido porno 17/26 y en el año 2008, aproximadamente, comenzaron a grabar el programa Switch, en el canal Cinema +, que se emite en directo desde Bogotá. También son dueños de varios websites porno, www.santalatina.com y www.7labios.com, entre otros, y están produciendo contenidos para Rusia, Polonia, España, México y Miami.
La entrada a la finca desde la carretera la marca una virgen que, si no se presta atención, es fácil de ignorar. De los portones de madera cuelgan unas cintas color rosado neón, como augurio de una fiesta de quince. A las cuatro de la tarde el sol brilla naranja y se mete entre los pinos altos para aterrizar sobre la piscina donde Andrea está entrevistando a Jazmín, la actriz. Desde lejos se ve una mujer blanca de pelo negro liso largo y grandes ojos negros. Tiene puesto un bikini dorado y zapatos de plataforma. Piernas largas y flacas cruzadas y las manos sobre las rodillas, como una señorita.
Acaban de grabar una escena de hard porn y ahora deben tomar unas fotos, como se hace después de cada escena. Jazmín se para de la silla Rimax blanca y camina hacia donde estoy. Ya no se ve tan mujer, no parece tener más de 17 años. Es blanca, demasiado blanca. Tiene pequeños moretones y picadas de insectos en las piernas. El top del brasier le queda grande y ella se lo acomoda continuamente sobre sus tetas de adolescente.
Cada vez que Jazmín graba una escena, su cara queda como si hubiera estado de fiesta 48 horas seguidas, y debe retocar su maquillaje continuamente.
Comienza entonces a posar frente al a cámara de Andrea, torciendo la cadera con una mano a un lado y la otra colgando desubicada. Se recoge el pelo y levanta la quijada y junta los labios como si fuera a tirar un beso. Luego se quita el bikini y se acuclilla con las piernas muy abiertas, exponiendo su vagina completamente depilada como una flor desgonzada. Andrea dispara el obturador una y otra vez con total calma
De la casa sale Charlie, el actor. Está inflado como un peleador de lucha libre y tiene la piel tostada. Ojos muy chiquitos, dientes de ratón, una cadena de plata gruesa colgando del cuello, calzoncillos de algodón gris y varios tatuajes en los brazos que parecen hechos en la cárcel. Le doy 28 años y me agradece confesando 35. Empezó a hacer porno hace cuatro cuando conoció a Andrea & Cristian en un desfile, pues Charlie también es modelo. Es desnudista, interpreta papeles menores en televisión y se prostituye hace tres años a través de internet y visitando discotecas donde conoce parejas. Es heterosexual y sus empleadores no saben que está metido en la industria del porno y se prostituye, y es mejor que no se enteren, pues corre el riesgo de perder el trabajo. Jamás trabaja sin condón, y cuando la actriz con quien debe grabar no le gusta, se ayuda con Viagra –toma hasta 6 pastillas– o con sexo oral que le brinda la actriz. Confiesa que no le gusta Jazmín, pues es muy chiquita y parece que no hiciera ejercicio. Además Charlie dice que prefiere a una mujer con quien pueda conversar. Cuando comienza a grabar al principio de la jornada siempre es difícil, pero a medida que van pasando las horas se relaja y su trabajo se hace más fácil. Jamás se emborracha o se droga para trabajar, dice que si lo hiciera no le iría bien. Con cuatro años de carrera pornográfica, no ha conocido una mujer que le guste, ni siquiera una que se haya convertido en su amiga. La gente ya comienza a reconocerlo en la calle, cosa que lo emociona. Dice que en el porno nadie se vuelve millonario, pero seguirá cuidándose y continuará en la industria hasta que tenga 42 años, pues es lo que lo hace feliz.
Aunque parezca que los actores están teniendo sexo, fingen casi todo el tiempo.
Andrea ha terminado la sesión de fotos, la asistente de producción le retoca el maquillaje a Jazmín, le da un vestido gris muy corto y se disponen a grabar la siguiente escena de soft porn. En el hard porn hay penetración, todo es real y las escenas son explicitas, primeros planos del coito. En el soft porn todo es insinuado, no hay primeros planos y no se enseñan los órganos genitales. Las escenas de sexo son simuladas y no hay penetración. Las indicaciones de Andrea son las siguientes: Jazmín estará mojándose los pies en el borde de la piscina. Charlie se le acerca queriendo follar, pero ella se hará la difícil hasta que el la monte sobre sus hombros y la meta al a piscina, donde sí follarán. Comienzan a grabarlos. Jazmín está muy seria y Andrea le dice que no se haga la difícil y sonría, pues el sol se va a ir. Cambio de planes, ahora Andrea quiere que Charlie le haga sexo oral mientras ella está fuera del agua. Charlie obedece, se le acerca, le abre las piernas y comienza a besar su entrepierna. Ella está impávida, como si siguiera brava, como si no sintiera nada. Andrea le llama la atención y Jazmín comienza a gemir como una niña chiquita mientras Charlie hace ruidos guturales de animal.
Cristian le dice a Charlie: “Bueno, ahora vamos con tocada de teta”, y vuelven a grabar la escena otra vez. Ambos actores salpican agua y se ríen, están pasándola buenísimo. Cristian les ordena que hagan caras eróticas. Gemidos. Gemidos. Se meten al agua y ella se encarama frente a él, con sus piernas abrazándole el cuello mientras él le hace sexo oral. De pronto ella pierde el balance y se hunde en el agua. Vuelve a salir a la superficie diciendo con un fuerte acento paisa: “¡Tengo la propia! ¡Le voy a hacer sexo oral debajo del agua!”. Gemidos. Gemidos. La asistente se les acerca desde el borde de la piscina y sumerge su cámara en el agua.
Además de ser actriz, Jazmín también hace las veces de modelo para las fotografías que deben ser tomadas al final de cada escena.
“Ahora vamos a hacer el orgasmo, primero ella y después él”, dice Cristian. Los actores se acercan otra vez a la orilla de la piscina, Charlie detrás de Jazmín, golpeando su cuerpo contra el de ella, como si estuviera penetrándola, pero la verdad es que ni siquiera tiene una erección. Gemidos. Gemidos. A Charlie se le escapa un eructo, entonces sonríe, se disculpa y sigue actuando. Luego salen del agua. Jazmín se queja de frío y tiene los pezones parados. Gemidos. Gemidos. Mirando por la pantalla de la cámara parece que estuvieran follando, pero cuando detallo sus cuerpos puedo ver el pene de Charlie detrás de las nalgas de Jazmín. Aún no tiene una erección, pero por el momento no es necesaria. No se han besado ni una vez, y cuando Andrea les ordena que lo hagan, se dan un beso que nos incomoda a todos. Como las prostitutas, a los actores porno tampoco les gusta darse besos en la boca.
Ahora se preparan para grabar la siguiente y última escena de hard porn. Mientras vuelven a maquillar a Jazmín me acerco cautelosa y le pregunto si es su nombre real, dice que sí. Tiene 21 años y una niña de 3. “¿Alguna vez te has prostituido?”, le pregunto. “¿Cómo así, en qué sentido?”, me responde casi a la defensiva. Comenzó trabajando como estríper hace pocos meses y en febrero de este año empezó a prostituirse. Conoció a Andrea & Cristian a través de un amigo estríper y este es su primer rodaje pornográfico. Su novio cree que trabaja en una fábrica de confecciones, así como su madre y su abuela. El resto de su familia conoce sus actividades y no la juzgan. Jazmín no se siente culpable ni le da vergüenza lo que hace: “Vergüenza debería darme matar y vender drogas. Yo hago esto por mi hija y mi mamá, las mantengo a ambas”. Cree en Dios pero no es parte de una iglesia, y no le preocupa lo que la Biblia diga sobre su trabajo: “La Biblia la escribió el hombre, esa no es la palabra de Dios”, dice.
Es muy importante que no se pierda tiempo, pues quedan pocas horas de sol y éste es necesario por cuestiones de continuidad.
A veces cuando está trabajando siente placer, pero esto depende del actor. Para que sienta placer tiene que ser chévere, no le debe doler y no se debe maltratar, y entonces sí le gusta. Para cada escena se firma un contrato. Jazmín entiende por el contrato lo que le explican antes de grabar. Que sí está de acuerdo con grabar y que salga en televisión, que sabe lo que está haciendo y está de acuerdo con todo. Nunca lee la letra chiquita, y de hecho, no lee nada. Dice que una vez se lo leyeron y no tiene que volver a hacerlo.
La siguiente escena es en interiores, en una sala de muebles de cuero blanco y rosado. Jazmín viste un traje de porrista con Converse azules y tiene el pelo recogido en dos colitas de colegiala. Son las nueve de la noche. Charlie se queja de hambre, dice que come cada dos horas y que no ha comido desde el almuerzo. Comienza a advertirles a Andrea & Cristian que no quiere fallarles, pero tiene mucha hambre, así no es fácil trabajar, además no trajo Viagra. El dueño de la finca le ofrece paquetes de papas fritas pero Charlie dice que prefiere comer atún. Cristian comenta que para el actor traer Viagra, es tan importante como que la actriz llegue al set con la vagina depilada. Duda que Charlie logre una erección, pero no se estresa al respecto y propone otra escena soft porn.
Muchas de las actrices son prostitutas. En este negocio, quien no tiene experiencia la improvisa.
Charlie vuelve al set con aliento a atún, envuelto en una toalla de manos. Deja caer la toalla y expresa vergüenza por que le veamos el pene flácido. Comienzan a rodar pero no consigue una erección, entonces cortan y Jazmín se arrodilla frente a él, le agarra el pene con ambas manos y comienza a practicarle sexo oral. Pasan así diez minutos y Charlie aún no lo consigue. Jazmín, todavía con el pene en la boca, me mira y hace una guiñada. Parece una escena pornográfica, pero no es más que un detrás de cámaras frente a todos los que estamos presentes, mientras nosotros conversamos sobre el clima en la finca, el hecho de que parecía que fuera a llover pero no llovió y que estamos cansados. Charlie no se puede concentrar, entonces se encierra con Jazmín en un cuarto. Intentan cerrar la puerta pero queda entreabierta y Charlie se enoja con el fotógrafo cuando éste comienza a disparar su cámara con disimulo. “¡Necesito concentrarme!”, grita con evidente desesperación.
Mientras tanto Andrea esta sentada en el piso con la cámara en las manos, moviendo la cabeza de un lado al otro, estirando el cuello, cansada. La pareja de actores sale del cuarto con cara de malas noticias. Me iré de la finca sin conocer el pene erecto de 19 centímetros de Charlie.
Así se hace cine porno en Colombia
Jue, 09/08/2012 - 15:30
Durante casi dos meses he perseguido a Andrea García y Cristian Cipriani para asistir a un casting de una de sus producciones pornográficas. Varias veces pusieron fecha y hora, pero nadie llegó y p